Redacción El País
La modelo y licenciada en computación Yanina Lucas, de 28 años, entra en la recta final de preparación de cara representar al país en Miss Universo, el certamen de belleza cuya final será el 16 de noviembre en Ciudad de México. “Es un honor llevar el nombre de mi país en mi pecho”, asegura la concursante, quien comenzó hace relativamente poco en el mundo de los reinados de belleza, un ámbito que le permitió desarrollarse y apuntalar su autoestima y valoración.

Hace cinco años, Lucas perdió a su madre y fue un concurso la que la ayudó a sobrellevar el peor momento de su vida. Rechaza las críticas a los certámenes y cuenta cuál es el mensaje, bien uruguayo, que piensa llevar a la principal pasarela mundial.

-¿Qué significa para ti llevar la banda de Miss Universo Uruguay?

-Para mí es un honor llevar el nombre de mi país en mi pecho y estoy trabajando mucho para lograr una excelente representación. Los concursos de belleza incentivan los intercambios culturales. Quiero llevar nuestra cultura al mundo, para demostrar que Uruguay tiene fuerza y que es un país con hermosas cualidades.

-¿Cómo ha sido la preparación hasta el momento para Miss Universo?

-Han sido días muy intensos y lo seguirán siendo. Hay que trabajar en vestuario, pasarela, proyección escénica, proyecto social, oratoria, entre otras cosas.También hemos trabajado mucho en darle visibilidad a mi participación, tanto en medios nacionales como internacionales. En cuanto a vestuario, nos manejamos con sponsors en Uruguay, varias marcas y diseñadores nos facilitan atuendos acordes a un concurso de este nivel. Es la forma que usualmente tiene Uruguay para sustentar la participación en concursos de belleza. A su vez, trabajamos en diseñar mi vestido de gala y traje típico desde cero. El encargado de mi traje típico es Mauro Gardela y Aurelio Martinez de mi vestido de gala, un diseñador Venezolano radicado en Argentina. En los últimos días viajé a Buenos Aires a realizar las últimas pruebas y a tomar clases de pasarela con el preparador venezolano Dennis Jaimes. También he trabajado mucho en mejorar mi nivel de inglés en British Institute con mi profesora Rossana Mattos. Lo estamos dando todo para obtener el mejor resultado posible.

Foto: Richard Sosa

-¿Con qué expectativas llegas al concurso?

-Aspiro a lograr una excelente representación, queremos que Uruguay se haga notar. Sabemos que nunca somos favoritos en los certámenes, pero queremos demostrar que tenemos todo lo necesario para resaltar. Las uruguayas somos mujeres fuertes, bellas y empoderadas, y a pesar de no tener los recursos que tienen los países con peso de banda, podemos llegar lejos, porque siempre le ponemos pasión a lo que hacemos. Esto es una cualidad hermosa para mostrar al mundo. A su vez, planeo disfrutar cada minuto de este camino, porque cuando estamos disfrutando lo que hacemos es cuando más brillamos.

-Uruguay no tiene gran tradición en materia de misses, ¿qué devoluciones estás teniendo luego de que fuiste coronada?

-Puedo decir que este año avanzamos bastante en cuanto a visibilidad de la participación de Uruguay en Miss Universo y esto se lo atribuyo al nivel concurso nacional que se realizó. Los concursos han avanzado mucho a lo largo de los años, así como la sociedad avanzó en términos de inclusión. Visibilizar esto también fue una de mis metas luego de mi coronación, quisiera que la gente sepa que los certámenes hoy en día son otra plataforma donde las mujeres tenemos voz, algo muy importante para seguir avanzando como sociedad. No se trata solo de belleza física, se trata también de belleza intelectual y emocional, se busca una mujer integral que sea una líder y lleve mensajes de inspiración al mundo.

-El de Miss o reina ha sido un sueño tuyo pero al mismo tiempo te formaste en computación y el software es tu profesión principal. ¿qué lugar ocupa en tu vida cada una de estas vocaciones?

-Es un gran desafío para mí conjugar en mi vida ambas facetas. Creo que es muy importante dedicarle tiempo a todo lo que nos apasiona. Algo que me ha ayudado mucho es trabajar en un lugar que valora mi profesionalismo y dedicación por lo que hago y que me brinda el apoyo y la flexibilidad necesaria para mis actividades como Miss Universo Uruguay. Actualmente trabajo en el departamento de sistemas de SBI Seguros, dedicándome a todo lo relacionado al desarrollo de software para la compañía. Creo que es algo muy lindo poder utilizar los concursos de belleza como plataforma para ser una mujer referente en el mundo de la ciencia y tecnología, un terreno liderado durante muchos años por hombres. Ambas vocaciones ocupan un lugar importante en mi vida y me hace feliz poder servir de inspiración para chicas que deseen incursionar en cualquiera de ellas.

-En un tiempo hubo críticas a los certámenes de belleza por considerarlos una expresión “machista”, qué cosifica a la mujer. ¿Cuál es tu visión sobre ese aspecto? ¿Te considerás feminista?

-Sí, me considero feminista. Por definición el feminismo busca igualdad de derechos y oportunidades más allá del género. Eso no significa que no abrace mi feminidad, no debemos atribuir un significado negativo a las cosas que se asocian al género femenino. A mí me apasiona el mundo de la estética y la belleza y eso jamás me impidió ser una estudiante aplicada en la Facultad y actualmente ser una excelente profesional del software. Tal vez, la gente se quedó con una idea anticuada de los concursos de belleza y por eso las críticas. Hoy en día, Miss Universo fomenta el empoderamiento femenino y celebra la belleza en todas sus formas.

-¿Con qué mensaje te gustaría llegar al Miss Universo como propio del Uruguay y su identidad?

-Yo trabajo para transmitir mensajes de resiliencia y superación, ya que intento inspirar mediante esta plataforma y mi propia historia de vida. Creo que estas son características muy destacables de nuestro país. Sabemos que la resiliencia frente a los desafíos es el orgullo de los uruguayos, porque el esfuerzo y pasión por lo que hacemos nos puede llevar al éxito en cualquier ámbito. Además, Uruguay tiene muchas cualidades para mostrar al mundo como país, tenemos gran avance en materia de derechos humanos, inclusión social y bienestar colectivo.

-Hablás de que en tu historia de vida es importante la resiliencia, ¿en qué aspecto? ¿Qué fue lo más desafiante que te tocó atravesar?

-Provengo de una familia de clase trabajadora y soy primera generación universitaria en mi familia, algo que considero un gran logro personal. Por esto mi causa social para Miss Universo busca visibilizar el centro educativo Providencia, el cual brinda apoyo y acompañamiento a niños y adolescentes de un barrio de bajos recursos. Elegí este centro porque ya participaba en sus actividades de voluntariado con un grupo de mi trabajo, y porque es muy valioso tener referentes en la niñez; es lo que define el camino que vas a construir en la vida. Con el apoyo y las oportunidades adecuadas, todos podemos lograr nuestras metas más allá de nuestro origen. Sin embargo, creo que lo que más destaca mi resiliencia es que los certámenes me ayudaron a sobrellevar el peor momento de mi vida. En el año 2019 perdí a mi mamá y 2 meses después se me presentó la oportunidad de representar a Uruguay en el exterior. No dudé en aceptar, porque era la oportunidad que el destino me estaba dando para seguir adelante y servir de ejemplo para mi hermana más pequeña, quien también es una joven muy luchadora, porque ambas fuimos criadas por una increíble mujer. Hoy siento que tengo un ángel que me cuida y está orgullosa de la mujer en la que me convertí.

-¿Cómo te imaginás la convivencia con las otras participantes?

-Creo que va a ser una experiencia increíble. Este año son 130 países, la edición más grande de Miss Universo. Va a ser un intercambio cultural hermoso. Ya he participado en dos concursos de belleza internacionales y en ambas ocasiones construí vínculos muy lindos con las demás participantes. Normalmente se vive un clima de alegría y compañerismo, y no creo que esta sea la excepción. No debemos olvidar que la competencia siempre es con una misma y que no necesitamos apagar el brillo de las demás para aumentar el nuestro, porque todas tenemos nuestra luz propia.

-La profesión de modelo y de miss implica una exposición redoblada para ti, ¿cómo lo estás llevando a nivel de medios y de redes sociales?

-Hay que trabajar mucho para aprender a lidiar con la exposición, porque siempre existen personas que lanzan comentarios negativos a través de una pantalla. Pero es mucho el cariño y apoyo que recibo en redes, y es con lo que siempre me quedo, centrándome en los comentarios positivos y constructivos. Cualquier chica que desee incursionar en este rubro debe ser consciente que lo primero a entrenar es la mente, debemos tener la fortaleza necesaria para lidiar con las críticas externas. Esto se logra trabajando en nuestra autoconfianza y autoestima, el primer paso es aprender a aceptarnos y querernos, sin compararnos con otras personas y trabajando día a día en construir nuestra mejor versión.

-Uruguay está pasando por un proceso de elecciones. Si te preguntaran en el marco del concurso o una compañera tu visión de la realidad política desde tu lugar, ¿qué dirías sobre la democracia uruguaya?

-Diría que estoy orgullosa de vivir en un país que tiene el poder de elegir a quienes nos representan. El hecho de que cada cinco años podamos elegir a nuestros representantes es un privilegio que no todos tienen en el mundo. Nos da la oportunidad de ser parte activa de la historia de nuestro país y es algo que debemos celebrar y cuidar. Además, fomenta la diversidad; Uruguay es un ejemplo de cómo la diversidad de ideas y la tolerancia pueden coexistir en un marco de respeto mutuo.