NOTA DE TAPA
La modelo y comunicadora coconduce El precio justo (Canal 4), donde desarrolla su faceta en el humor y la improvisación. Habla de su vida en pareja desde hace tres años y de planes y proyectos.
-El precio justo (Canal 4) implicó un vuelco en tu carrera. ¿Cómo valorás esa experiencia?
-Fue un desafío grande. Yo estaba acostumbrada a formatos más “serios”, como Vespertinas o Buen día Uruguay o incluso en mi pasaje por Argentina, donde trabajé en informativos. Me había alejado un poco de ese costado artístico que también construí, pero hace mucho tiempo, antes de los 25 años. Siento que fue como en otra vida, pero con El precio justo volví a esa faceta, que tiene que ver con la improvisación del humor.
-¿Te costó reconectar con eso?
-Al principio me generó dudas. Me asusté. Luego de que quedé en el casting, me preguntaba: “¿podré con todo esto?”. Yo me formé en actuación y en danza pero nunca había hecho humor. Finalmente me relajé y me largué a ser yo misma en cámara, con toques más exagerados o creando personajes pero siendo yo y manejarlo con mi naturalidad. Creo que funcionó o por lo menos me quedo tranquila de que si gusta o no gusta, en última instancia soy yo la que ven.
-¿En ese proceso para soltarte cuánto influyó Luis Alberto Carballo, el conductor del programa?
-Fue muy importante. Me siento muy segura con él. Es tremendo compañero, al igual que Bruno Cetraro. Nos podemos acompañar en ese humor y fluye de forma natural, porque nosotros no ensayamos. Todo se va improvisando en función del juego. A Luis lo conocía del canal y si bien nunca habíamos trabajado juntos, lo valoro mucho como comunicador y como compañero. Recuerdo que cuando terminó uno de mis ciclos en Vespertinas, él me habló, me dio consejos, tuvimos una muy linda charla. Sin compromiso de hacerlo, tuvo una actitud muy generosa siempre.
-Llevás varios años en diversos medios, incluso trabajaste en un canal de Salta (Argentina). ¿Sentís que en la actualidad has llegado a un lugar de mayor relevancia?
-No. Siempre digo que uno no llega a algún lado nunca. Trato de disfrutar logros día a día. Para mí, esto no es una meta. Lo inscribo como un logro más de todo lo lindo que me ha sucedido en mi carrera. Sí tengo más exposición y en un formato al que le va muy bien. Me doy cuenta de eso en las devoluciones que tengo de la gente y lo estoy disfrutando mucho. Pero si mañana se termina y me toca hacer otra también, también lo voy a disfrutar. Lo que valoro más de El precio justo es que me está haciendo crecer mucho, en especial en esa veta diferente de la que hablamos. Me tiene feliz además porque de niña recuerdo que jugaba a ser Berugo Carámbula en aquellos programas de juegos que él conducía.
-También seguís al frente de tu escuela de modelos Ema models…
-Sí, desde el 2014 estoy con ese emprendimiento propio. Es otra de las cosas que disfruto al máximo porque estar en contacto con las chicas, ver sus progresos y su crecimiento me congratula. Hay chicas de la primera generación que hoy son madres y han crecido mucho profesionalmente.
-¿La pandemia implicó cambios en la forma de dar clases?
-Nos supimos adaptar muy bien al tema de las clases online, que funcionaron muy bien, más allá de que a mí me gusta mucho el contacto. Soy muy de abrazar y dar besos, pero eso hoy lo contengo un poco porque si bien volvieron las actividades presenciales, hay que preservar la distancia. Obviamente se cortaron los desfiles y sesiones de fotos, pero de a poco está regresando, lo que está bueno para las chicas.
-¿Qué les interesa hoy a las chicas aspirantes de modelos?
-En las generaciones de adolescentes cada cierto tiempo se nota un cambio en intereses y personalidad. Hoy estamos ante una modelo que busca ser su propia empresa y gestionarse a sí misma, no solo por el trabajo en redes sociales. Nosotros las ayudamos a empoderarse y les damos herramienta para esa autogestión. Lo acompañamos con el trabajo de autoestima e imagen personal. De todos modos, son herramientas que sirven para la vida, más allá de que continúen la carrera como modelo. A veces llegan chicas con la autoestima muy baja y se van con la felicidad de estar haciendo lo que aman sin vergüenza y sin miedos.
-En la carrera de toda modelo hay una instancia clave que es el “casting”, en el fondo una competencia… ¿Cómo los vivís vos?
-Yo siempre digo que una modelo tiene que estar mucho más preparada para el “no” que para el “sí”. Además, el “no” ni siquiera te lo dicen. Eligen a otro y no te llaman. Hay que estar preparado para manejar la ansiedad. A mí me pasó en mis comienzos que estuve seis meses yendo a diferentes castings y no quedé en ninguno. Creo que hay que vivir los castings como una experiencia en sí misma, disfrutarlos. Después, si quedás o no, es independiente. No hay que bajar los brazos rápidos ante el “no”, ni creársela con el “sí”. Todo es un proceso: yo arranqué a los 15 y creo que me posicioné como modelo y me sentí fuerte como para trabajar frente a cámara recién a los 23.
-En amores, llevás tres años de relación, ¿están conviviendo?
-Sí. Nos conocimos en 2019 y en 2020 ya estábamos conviviendo en plena pandemia. Lo conocí porque era mi cámara cuando trabajaba en Vespertinas. Si bien al principio no éramos más que compañeros de trabajo, después sí hubo más conexión. Es una persona que me acompaña mucho, muy compañero y solidario. Me respeta como como soy, eso es muy importante.
-¿Es difícil ser pareja de una modelo, por el tema celos, exposición del cuerpo…?
-Es un tema que el otro tiene que entender, lo que no siempre sucede. En mi caso, mi novio lo entiende y lo disfruta conmigo, me apoya, me aconseja y me da ánimo en las subidas y bajadas naturales de cualquier persona y en particular de esta profesión. Nosotros no somos de celebrar aniversarios y de hecho ni me acuerdo de las fechas. Pero sí festejamos logros. A veces, llega uno o el otro a casa y viene con algo para celebrar cuando pasa algo lindo en conjunto o a cualquiera de los dos. En lo personal también estoy pasando un gran momento. Así que me parece que el 2022 viene muy bien. Me siento fuerte en varios aspectos de la vida. También pude reformar mi casa y me siento a gusto, la escuela va bien entonces si miro a mi alrededor, veo que todo funciona lindo. Soy muy feliz.
-¿Anillos? ¿Casamientos?
-No soy de anillos ni casamiento. Lo mío es el día a día.