Son tres actores jóvenes, algunos con conocida carrera, y están a cargo de una de las series más esperadas del año. Olivia Nuss, José Giménez Zapiola “El Purre” y Toto Rovito son los protagonistas de Cromañón que ya llegó a la plataforma Prime Video. Ellos aportan la mirada de los jóvenes que vivieron esa pesadilla durante un concierto de la banda Callejeros, y sus consecuencias. En una entrevista con El País, el trío de actores habla de su trabajo en la serie, de cómo se componen sus personajes, y el legado de una masacre como la que ocurrió en República Cromañón de Buenos Aires, hace ya 20 años.

Olivia Nuss, Toto Rovito y José Giménez Zapiola “El Purre”, interpretan a Malena, Lucas y Nicolás, el trío de amigos cuyas vidas cambiarán luego de la tragedia ocurrida el 30 de diciembre de 2004 en el local República Cromañón de Buenos Aires.

Nuss demostró que la actuación era lo suyo desde muy chica, e impulsada por sus padres, estudió actuación en la escuela de Julio Chávez y dirección en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica.

Tanto Giménez Zapiola como Rovito tienen una trayectoria más extensa en la industria. El Purre ha participado en series como el éxito musical juvenil Go! Vive a tu manera de Netflix, la miniserie Mi amigo hormiga de Flow y la serie El primero de nosotros del canal El Trece y disponible en Paramount+ que protagonizaron Banjamín Vicuña, Paola Krum y Luciano Castro.

Foto: Difusión.

Por su parte, Rovito, proveniente de una familia de artistas, es nieto de Bárbara Mujica y Oscar Rovito, ha sido parte de las películas Argentina, 1985 (Prime Video) donde compartió elenco con Ricardo Darín, de la ópera prima de Dolores Fonzi, Blondi (Prime Video) y en la exitosa y premiada La sociedad de la nieve de Netflix. En la película de Juan Antonio Bayona interpretó a Alexis Hounie, uno de los jóvenes que no regresó de la montaña.

En una charla con El País, el trío de protagonistas de la serie Cromañón se muestran muy simpáticos.

—Olivia, tu personaje, Malena, divide las aguas en la serie. ¿Cómo fue interpretar un personaje que tiene una vida y cuatro años después tiene otra completamente distinta?
Nuss: El desafío más grande del personaje fue poder contar casi que dos Malenas diferentes. Fue muy interesante. Cuando entendí que esto era algo que le había pasado a muchos chicos, la historia de este personaje representaba lo que realmente le pasó a muchos sobrevivientes, que es el querer evadir y negar lo que pasó. En parte por cómo nos trató la sociedad, injustamente. Trabajé mucho con una coach vocal que nos ayudó mucho, Fernanda Martínez Mina, que me ayudó a entender cómo esto le afectó físicamente a este personaje. No sólo emocional e intelectualmente, sino que hay algo que la golpea físicamente. Entonces trabajé mucho en la forma de hablar, la forma de mirar, la forma de respirar. Me apoyé en esas cosas técnicas y después fue más que nada dejarme llevar por la empatía que sentía con el personaje, y entender que esta chica tiene que volver a su pasado, y es como si hubiera vivido ayer la masacre de Cromañón. Entonces tenía que trabajar con emociones más a flor de piel, e inmaduras en cierto punto. Porque en los cuatro años que pasaron hasta el 2008, no había podido elaborar ni pensar sobre el tema. Ese fue el desafío más importante, y también mi parte favorita de interpretar a Malena, de poder conocerla en esas dos versiones.

Foto: Difusión.

—¿Cómo se afronta este tipo de personajes que, si bien es una ficción, representa la historia de muchos jóvenes que murieron en Cromañón?
El Purre: Obviamente que se lo asume con la responsabilidad con la que se tiene que asumir, más por ser Cromañón. Es un hecho que marcó la vida de muchos jóvenes. Es un hecho real, algo que sucedió y nos marcó como sociedad. Tuvimos la posibilidad de tener contacto con un montón de sobrevivientes. Eso fue de gran ayuda para nosotros, un gran apoyo psicológico, emocional, de todos lados, porque es tan grande la responsabilidad que si no sé si esa carga sobre la espalda se hubiera podido hacer lo que hicimos. Siempre rescatamos, con los chicos, que el laburo fue súper colectivo desde todas las áreas, desde producción, dirección, los extras, nuestros coach. Por eso, creo, que el laburo de todos se ve reflejado en la pantalla, y estamos muy orgullosos.

—Cromañón es una serie que tiene mucha emoción. ¿Cómo se vive, cómo se trabaja en una serie donde estás en permanente contacto con la tragedia y el sufrimiento?
Rovito: Es difícil, es un desafío trabajar con tanta emoción. Lo que intentamos hacer nosotros fue incorporar esa emoción en pos de la escena y de lo que estábamos haciendo. A veces es complicado porque te sobrepasa. La emoción es algo cuesta controlar, más con la cantidad de referencias que teníamos nosotros. Referencias de haber conocido a sobrevivientes, de haber investigado un montón, de habernos interiorizado en el tema muchísimo tiempo. Estábamos respirando Cromañón las 24 horas por muchísimo tiempo y hemos pasado por todo tipo de emociones haciendo la serie. Había veces en las que estaba buenísimo y se daba naturalmente que esa emoción la podías usar en pos del escenario y otras veces había que trabajarlo. Ahí está nuestro trabajo justamente y el chiste de lo que nos gusta hacer. Y quería tomar algo que decía El Purre que me parece fundamental: este trabajo es colectivo. En realidad creo que todo en la vida es colectivo, pero en este trabajo se nota muchísimo, porque es jugar y utilizar los elementos que te propone un equipo entero de filmación que está contando lo que le está pasando a tu personaje.

Nuss: Aprovechando que sos de Uruguay, queremos mandarle un saludo al equipo técnico y a los extras uruguayos que fueron igual de importantes que nosotros en esta serie.

El Purre: De verdad, Uruguay nomás.

—Si bien la serie cuenta la tragedia y sus consecuencias, también muestra cómo eran las vidas de estos chicos antes de todo lo que ocurrió. Imagino que también tiene que ser complicado interpretar la inocencia de un personaje que va a vivir un infierno.
El Purre: Fue un desafío muy grande para nosotros, como actores. Nosotros contamos con un montón de información y de investigación, pero, como decías, también teníamos que contar a un grupo de amigos que no sabía lo que les iba a pasar. Y como actor te tenías que desprender de todo eso.

Rovito: Eso era un desafío en sí mismo también. Cómo demostrar el disfrute de estos chicos, sabiendo cuál es el final de cada personaje, qué le va a pasar, por las situaciones que va a vivir, y lo que tenés que actuar es diversión total, alegría, felicidad. Hay muchas veces que es muy difícil empatar lo que tenés que actuar con lo que sabés que va a pasar. Es todo un entrenamiento.