La música es vital para Lucía Trentini. Su madre toca la guitarra, su padre el piano, y las cantarolas en su casa de Durazno eran infaltable. Su tía abuela, María Venus, era soprano y le estimuló esa veta. La exvocalista de La Tabaré dio un salto en su carrera musical y se animó a mostrar sus canciones. Grabó su primer disco titulado Cicatriz y lo presenta el 3 de junio en la sala Podestá de Agadu.
Hacía años que guardaba sus canciones en un cajón. A Lucía Trentini le fascina escribir lo que sea y despuntaba el vicio también mezclando letras y melodías que no mostraba en público. Desde que se compró la loopera (instrumento) rescató esas composiciones y empezó a trabajarlas. Le dio vueltas y vueltas hasta que cobraron la forma necesaria como para armar un disco de nueve canciones que ya está pronto para presentarse. La cita es el sábado 3 de junio en la sala Podestá de Agadu.
En julio de 2015, Lucía Trentini armó las valijas y se fue de gira por Alemania y República Checa. No lo hizo sola. La acompañaron Agustín Pardo (guitarrista) y Sebastián Maccio (percusionista), dos amigos con los que también compartió la obra Muñeca Rota, su primera dirección teatral.
En Europa tocaron y cantaron a la gorra estilos más populares, y cuando regresaron a Uruguay Lucía los sorprendió con el anuncio de que quería grabar un disco. Ellos se coparon. El trío sabe leerse perfecto. Comparten la inquietud por investigar y buscar alternativas en materia musical, así que en Cicatriz quisieron encontrar una sonoridad diferente y auténtica.
Esta artista fanática de las metamorfosis cuando le toca componer personajes también hizo que mutara el nombre de su álbum debut. Barajó varias opciones pero siempre supo que quería un título radical: Cicatriz tiene que ver con cerrar una etapa, curar una herida y sanar.
"En La Tabaré yo cantaba canciones de Tabaré Rivero e interpretaba un personaje que estaba bastante impuesto. No tenía espacio para innovar y mostrar mi identidad como autora, música y mujer. Ahora sí puedo hacerlo, tengo voz propia", dice.
Este disco supone encarar una nueva etapa que Lucía define como potente, fértil y la compara con un gran parto.
Estos nueve tracks también le sirven para superar y curar su historia personal. Hay canciones de amor, de protesta y otras de género. Los estilos son vario pintos: folclóricos, eléctricos, rockeros y hasta compuso una cumbia que tituló Cumbia por la vereda y "habla de la posibilidad de la mujer de caminar por la calle libremente".
Para concretar el proyecto se acercó a Fabrizio Rossi, dueño del sello independiente Feel de Agua. Cayó en su casa con la loopera y le dijo, quiero grabar un disco. Él escuchó los temas, le gustaron y registraron los nueve tracks en el estudio que Fabrizio tiene en medio de un campo ubicado en Laguna del Sauce.
Antes de lanzar el disco, Lucía tiene otro desafío por delante: cerrar el maravilloso proceso de Muñeca Rota, policial sinfónico con el que debutó como directora teatral. Las últimas funciones son el 31 de mayo y 1° de junio en la Sala Hugo Balzo. "Yo la haría de por vida pero es un proyecto ambicioso que involucra a muchas personas y un espacio determinado. Las repercusiones han sido muy lindas y la disfruté mucho".
ÁLBUM DEBUT