Redacción El País.
Cuando faltan apenas unos días para convertirse en mamá de Galileo, la actriz y bailarina Magui Bravi hace un balance de su último año. Además de incluir un esperado embarazo, el 2023 le dejó a la artista varias realizaciones a nivel profesional en las que Uruguay tuvo un rol protagónico. Es que la ex Bailando por un Sueño estrenó una película de terror junto a Guillermo Lockhart y además presentó la obra Sushi Love en Montevideo. "Ya es mi segunda casa", define. Por otra parte, alejada del universo Showmatch, recuerda aquella participación en el reality de baile a 12 años de su debut. "Llegaba a casa cargada de energía negativa", lamenta.

-¿Cómo estás viviendo los últimos meses de embarazo?
-Esto es minuto a minuto. Nos dijeron que se puede adelantar un poquito. Iba a ser los primeros días de febrero pero nos avisaron que seguramente sea los últimos días de enero. Durante el embarazo pasé hermoso hasta el tercer trimestre, cuando la panza creció muchísimo y me empecé a sentir menos cómoda. Pasó a ser más difícil hacer otras cosas y no me dejaron seguir haciendo actividad física fuerte. Me costó un poco, pero no tuve mareos ni vómitos ni nada. Estoy muy agradecida, este embarazo fue muy buscado.

-¿Cómo te imaginás en tu rol de mamá?
-Tengo miedos, ansiedades. Una quiere ser la mejor mamá del mundo pero hay que estar en ese momento para ver qué pasa. Todavía no me imagino. Yo soy muy perfeccionista conmigo y no creo que pueda ser igual con mi hijo.

-¿Cómo fue la experiencia de realizar la secuela de la película de terror "El Juego de las 100 velas" con el productor Guillermo Lockhart?
-Fue espectacular. La primera se vendió a 200 países y llegó a Amazon. La segunda ya está ingresando a las plataformas. El recibimiento de la gente fue muy bueno y la crítica fue genial. Estamos muy contentos. Trabajar con Guille siempre es un placer, es muy generoso. Hacemos buena dupla.

-¿Ya hay otro proyecto para el año que viene?
-Sí, hay otro largometraje para el año que viene. Le dije que me tenía que esperar hasta abril o mayo. No puedo contar mucho más.

-En el rodaje de la última película se supo que vivieron una experiencia aterradora...
-Fue cuando hacíamos la última escena. Había que apagar una vela sosteniendo un cuchillo. Cuando lo hice de repente se apagaron todas las luces del estudio. Todo el mundo se dio vuelta a mirarme como si yo hubiera tenido la culpa. Fue increíble Esa es la la toma que quedó y que se ve en la película

-¿Te asusta este tipo de cosas?
-No, no me persigo. No jugaría al Juego de la Copa porque le tengo respeto a esas cosas, pero no me dan miedo.

-Con estos proyectos has generado un vínculo estrecho con el público uruguayo.
- Sí. Para mí fue un año increíble, no solo por el trabajo con Guille sino que estuvimos haciendo la obra Sushi Love en el primer semestre en Montevideo. Llenamos todas las funciones. Uruguay se transformó en mi segunda casa. Cada vez que voy la paso muy bien y el público es espectacular. Me escribe mucha gente que ve las películas y eso es hermoso. A mí me gusta que me escriban porque yo leo todo y el público uruguayo es muy buen crítico.

Juan Manuel Ramos/Archivo El Pais

-¿Cómo has visto la vuelta del Bailando, con tantas personalidades que formaban parte de la edición en la que vos participaste?
-Es una gran maquinaria que le da laburo a mucha gente y siempre es bueno que vuelva. Yo me alejé mucho, pero me da alegría porque sé la cantidad de gente que trabaja detrás de cámara.

-¿No te da nostalgia ni ganas de estar?
-No, para nada. Nunca hay que decir "nunca", pero si puedo evitarlo mejor porque estoy haciendo cosas que disfruto más. Podría ser desde otro lugar, en algún tipo de jurado. Pero no me imagino volviendo a competir en un reality.

-¿Qué era lo que más te costaba?
-Al momento de la música yo era muy feliz, pero en la parte de la previa y las peleas no. Yo soy re calentona y no tengo filtro. Eso ayuda porque permite generar contenido pero yo llegaba a casa cargada con energía negativa y decía "yo no soy esto". Yo empecé ahí y muchas veces se lo toma personal y no entiende que es un juego. Con los años pensaba "qué lástima no haber vivido esto un poco después". En aquel momento yo venía de mi casa, llegaba a otro mundo que no tenía nada que ver y del que yo no entendía nada. Hay que saber que estás dentro de un juego y que hay cosas que están armadas. A mí me costó.

-¿A qué nivel estaban "armadas"?
-Se cae de maduro que el show es que cada uno genere contenido más allá del baile. Hay que entender que el programa es eso. Si lo hubiera entendido antes lo hubiera podido vivir de otra manera.

-Se dijo en tu momento que tuviste una crisis de pareja a raíz de lo que pasaba en el programa.
-Obvio. Parte de eso es que te inventen romances. Yo estaba por bailar y atrás en la pantalla me ponían la foto de alguien que por ahí ni sabía quién era. Esas cosas me desestabilizaban. En su momento la pasé mal.