Es el conductor televisivo más popular del Río de la Plata, y este lunes volverá a la pantalla chica. En la previa del estreno delBailando 2023, que en Uruguay se verá a través de La Tele, van cinco cosas que quizás no conocías sobre Marcelo Tinelli.
Tuvo una infancia difícil
Nacido en 1960 en San Carlos de Bolívar, una ciudad de la provincia de Buenos Aires, Tinelli debió enfrentarse a una serie de dificultades durante su niñez. Según reveló, su padre era alcohólico y su madre tuvo esquizofrenia. “Mi papá era una persona hermosa de día, y hacía lo que podía de noche”, contó en 2019. Esa época marcaría el resto de su vida: “A veces siento que esto que hago, de alegrar la noche, tiene que ver con esas noches que a mí me costaban mucho. Es un horario de mucha soledad y de mucha gente enferma que necesita ayuda, y uno ni se da cuenta de que le hace compañía. Creo que durante muchos años me hice compañía a mí mismo”.
Creó una maratón en su ciudad natal
El padre de Tinelli, que era periodista deportivo y dueño de un diario de Bolívar, cargó con el alcoholismo hasta su muerte, a causa de cirrosis, cuando Marcelo tenía 10 años. “Yo no sabía que mi papá estaba así, pero sí lo había visto más amarillo”, contó en 2019. “No le habían detectado el cirrosis a tiempo, o en ese momento no tenía cura”. Para ayudar a su familia tras el fallecimiento de su padre, el futuro conductor de Showmatch trabajó como lustrador y vendió helados. Años después, en 1998, creó la Maratón Internacional Dino Hugo Tinelli, que se celebra cada año en su ciudad natal y toma el nombre de su progenitor. Suele correrla todos los años, incluso en 2018, cuando sufría de serios dolores en la pierna derecha. “Quería homenajear a mi papá”, dijo ese año. Pero esa no fue el único aporte de Tinelli a su ciudad natal: en 2002 fundó el Club Ciudad de Bolívar, que tiene un equipo de fútbol y otro de voleibol. Este último resultó exitoso: triunfó ocho veces en la Liga Argentina.
El inesperado éxito de "Videomatch"
Marcelo Tinelli empezó su carrera en Radio Rivadavia, y en 1983 desembarcó en la televisión con Badía y compañía, donde se desempeñó como panelista y periodista deportivo. También trabajaba en la revista deportiva El Gráfico, pero en 1990 una llamada cambió su vida. Gustavo Yankelevich lo contactó para que condujera Videomatch, un ciclo que originalmente emitiría bloopers deportivos e incluiría análisis de partidos. “Era conductor de un noticiero deportivo y, en ese momento, era una persona muy tímida y cauta”, comentó años después. A aquel Videomatch original -que se emitía al cierre de la programación de Telefé- no le fue muy bien, así que a los meses se decidió hacerle un cambió de enfoque. Así surgieron las parodias, las cámaras ocultas, las secciones de chistes y los sketches que, hasta 2004, con la transición a Showmatch, lo convertirían en uno de los programas más vistos de la televisión rioplatense.
Lanzó dos discos junto a Los Gomas
En 1991, cuando Videomatch se había convertido en un éxito televisivo, Gustavo Yankelevich invitó a Marcelo a conducir Ritmo de la noche, un programa con música en vivo que se emitía todos los domingos en Telefé. Duró tres años y allí se presentaron figuras como Brian May, Bon Jovi, Kiss y Roxette; también había espacio para cámaras ocultas, juegos y sketches. El ciclo fue tan exitoso que incluso se llegaron a editar dos discos de un proyecto llamado Marcelo Tinelli y Los Gomas: Gomazo (1991) y Ritmo de la noche (1992). Y si bien Tinelli figura como intérprete en canciones como “Que nos tiren los galgos” y “Hoy duermo afuera”, el verdadero cantante era el uruguayo Carlos Nilson.
Su costosa chacra en Uruguay
La casa uruguaya de Tinelli está ubicada en el complejo residencial La Boyita, a unos kilómetros de José Ignacio, y se llama Guanahuani. Se la compró al financista Willy López en 2002 y la remodeló completamente a su gusto. La propiedad cuenta con cinco hectáreas de terreno y una bajada directa a la playa; la casa principal tiene 2216 metros cuadrados que se dividen en nueve habitaciones, una piscina climatizada y hasta una sala de cine. El argentino pasa mucho tiempo allí, e incluso ha sido multado por el Ministerio de Ambiente por realizar obras sin autorización ambiental (un gimnasio y una cancha de fútbol). Actualmente, la chacra está en venta y la cifra sorprende: cuesta 10 millones de dólares.