Redacción El País.
Hija y nieta de una familia de artistas y de pioneros de Punta del Este, Mariana Sagasti produce y acompaña en cámara el programa de TV y streaming Perciavalle para creer, con el que el “rey del café concert” volvió al ruedo en esta temporada 2025. “Es un tesoro artístico y cultural. Tiene una lucidez increíble”, dice sobre el actor, que también realiza una serie de presentaciones de café concert en la ciudad esteña.
El nombre de Sagasti también estuvo mencionado en el escándalo de separación de Graciela Alfano con Carlos Bustin como presunta tercera en discordia. Aquí, su respuesta.
—Un verano intenso estás viviendo como productora de Carlos Perciavalle. ¿En qué actividades están?
—Estamos detrás del programa de streaming Perciavalle para creer que va por Canal Once y también por YouTube. Con su título humor él lo bautizó “programing”. Se graba los lunes y los estrenos son el sábado. Es una revista bien de verano, con invitados y el humor de siempre de Carlitos, que es un joya, un tesoro. A su edad tiene una lucidez increíble. También estamos haciendo Café Concert con Carlitos y participaciones especiales de Gerardo Romano. La próxima presentación será el 11 de febrero en Pueblo Narakan.
—¿También estás detrás de otros emprendimientos culturales?
—Sí, siempre activa. En abril se estrena el documental Buscando a Shakespeare, del que soy co-guionista. La dirección es de Gustavo Garzón y la producción de Warner Films. Se va a estrenar en el Bafici, y me tiene muy contenta eso. Además, estoy con otro documental de Jorge Luis Borges. Y, si Dios quiere, tenemos el proyecto de concretar el documental sobre Carlitos. Sobre el teatro, que ha sido siempre lo mismo, produzco Mujeres de la poesía uruguaya. En el país tenemos el privilegio de contar con la mayor cantidad de poetisas en función de su demografía a nivel mundial. Es un privilegio y orgullo para mí estar detrás de esta obra donde mezclamos poesía con música.
—Has sido pionera en el desarrollo de la plaza teatral en Punta del Este, en Maldonado. ¿Cuáles fueron tus comienzos en ese rubro?
—En la época del 2000 me tocó venir y rearmar el teatro de mi familia. Mi padre me llamó: yo en ese momento trabajaba para Endemol en Buenos Aires y era supervisora de cámaras sorpresas. Estábamos en el 1 a 1 y ganaba muy bien. Creía que la vida era eso. Cuando mi padre me llamó, había inversores para la recuperación del teatro en la galería Sagasti. Me pareció una buena idea, tener una vida más tranquila en Punta del Este y enfocarme en ese proyecto. Sin embargo, vino la crisis y el corralito, los inversores se fueron y nos tuvimos que arremangar con mi padre. Me quedé en Punta del Este arreglando un teatrito con mis manos. Lo que pensé que me iba a pasar a 50, me pasó a los 30.

—Tu familia siempre estuvo vinculada a lo cultural.
—Sí. Yo me siento heredera de una tradición familiar de gestores culturales y desarrolladores. Mi abuelo fue quien hizo el Casino Nogaró y traía a las grandes orquestas de su tiempo. En Buenos Aires tenía una agencia de publicidad de donde salieron los hermanos Sofovich. Todo eso forma parte de mi sangre y de mi historia. En nuestro teatro actuó Norma Aleandro, Amelita Baltar, Vinicius de Moraes, María Creusa, y más acá en el tiempo Maxi de las Cruz, Carlitos Perciavalle, entre muchos otros.
—Más allá de la gestión y producción, has estado delante de cámara o sobre el escenario. ¿Qué perfil te gusta más?
—Soy hiperactiva y me gusta hacer muchas cosas, por lo que muchas veces me toca estar delante de cámara. Me encanta, pero prefiero estar en todo el proceso y ante el abordaje de cada proyecto, pienso siempre en términos de dirección, producción o guión.
—¿Qué te provoca que hoy haya una proliferación de teatros y espectáculos en Punta del Este?
—Me encanta caminar por distintos lugares y escuchar que en un lugar está tocando un músico y en otro hay teatro breve, humor u otro tipo de obras. Me llena de alegría que esté armado una plaza saludable de espectadores. Cuando nosotros recomenzamos con nuestro teatro, muchos nos daban el pésame. “El teatro en Punta del Este es la tumba de los cracks”. Por suerte esto no sucedió en nuestro caso ni en muchos otros.
—¿La oferta cultural puede tener continuidad en el año en Punta del Este?
—De a poco se va logrando. Por supuesto que merma porque no tenemos a los 300.000 turistas que vienen en temporada, en su mayoría argentinos. En invierno no tenemos tanta gente, pero mucha gente ha venido a vivir y gradualmente se desarrolla una sana plaza.
—Tu camino en la producción es muy variado, desde las cámaras ocultas, el humor de Coco Silly, a quien produciste en Punta del Este o Perciavalle, a obras o documentales sobre Shakespeare. ¿Cómo se comulga en tu caso lo popular con otro tipo de arte?
—Lo popular es cultura. Para mí no existe la división o la clasificación cultural. Las fiestas electrónicas son cultura, un desfile, el Carnaval… Y a mí me parece que todas las expresiones artísticas reflejan lo cultural. Me gusta la comedia, me gusta el stand up y también la poesía y la literatura. No siento ningún tipo de contradicción.
—Perciavalle atravesó por un año turbulento: casamiento con Jimmy Castilhos y luego separación. También un conflicto con su vecino. ¿Cómo los has visto últimamente?
—Lo veo muy bien. Él se hace cargo. Uno puede transitar la vida echándole la culpa al otro siempre, pero no es el caso de Carlitos. Es una persona resiliente.
—¿Cómo se lleva con la nueva modalidad del streaming?
—Muy bien. Estudia, pregunta, se asesora. Miró un montón de streaming para tener referencias y hoy se mueve como pez en el agua. En la producción estamos con Santiago Mansur y Alberto Olmedo. Cada uno en el equipo aporta lo suyo y funciona muy bien. Estamos muy contentos: tenemos buenas visualizaciones y mucha repercusión.
—¿Para ti también es una experiencia nueva?
—También. Yo he hecho series de televisión, documentales o ficción pero en el streaming soy nueva. Es un aprendizaje para todos.
—Hace unas semanas tu nombre surgió en medio del escándalo de separación de Graciela Alfano y Carlos Bustin. ¿Cómo tomaste esas versiones que te señalaron como “tercera en discordia”?
—A veces el silencio es mejor que aclarar. Los hechos están a la vista. Yo hablé con Graciela y ella sabe la verdad. Incluso ella estuvo en el streaming con nosotros: es simpatiquísima, una diosa. Me lo tomé con humor: cuando daban la noticia sin nombre decían que era “una joven productora”. Si bien tengo menos edad, Graciela parece más joven que yo. Ella es una estrella y yo estoy detrás de cámara. Todo lo hablé con ella y ella entendió perfecto. Parece que fue fortuito todo. No suelo estar mencionada en ese tipo noticias, pero bueno, son cosas que pasan.
—Circuló un video de una fiesta de fin de año en el que estabas con Bustin…
—Sí y con mucha gente más. Estaba mi hijo también. En cierto momento se dijo que estaba agarrando la mano de Bustin y era la de mi hijo. Por eso, digo que en este caso el silencio es lo mejor.