La coconductora de Dr. en casa y movilera de Buen día Uruguay (Monte Carlo TV) se consolida en su cuarto año de pantalla. Ahora explota su faceta de periodista con la elaboración de informes para el magazine de Canal 4, casi siempre con una impronta social o buscando historias de superación.
Antes de los medios, Marianela Lugano trabajaba en una empresa que manejaba los derechos de imagen de muchos futbolistas uruguayos por lo que vive muy de cerca el conflicto que se desató sobre este punto contra Tenfield. “Esta lucha lleva años”, atestigua. También aborda la relación con su hermano Diego Lugano y cómo toma él estar fuera de la selección. En amores, Marianela se declara en pareja desde hace un año y medio.
—Además de los móviles en Buen día Uruguay, has incursionado en los informes, ¿cómo surgió esa posibilidad?
—Empecé hace un par de años con un espacio llamado "Mano a mano", donde contaba una historia y además les daba una mano. Me tocó por ejemplo recrear la historia de uno de los primeros refugiados sirios. Además de la nota, trataba de hacer de nexo con empresas o donantes particulares para conseguir elementos que estuvieran necesitando. Luego eso fue derivando en los informes en la actualidad. Tocamos muchas temas: uno de los que más me impactó fue sobre obesidad y el bypass gástrico. Todos lo vinculado a la salud me resulta interesante, pero este en particular. Lo emitimos hace un par de semanas y recibí muchísimos mensajes de personas emocionadas y sensibilizadas con la temática.
—Es una faceta más periodística...
—Sí y me da mucha felicidad. Desde niña quería ser periodista. Siempre me han interesado las historias de vida. Soy muy curiosa; he estado en muchos grupos de aficionados a muchas cosas, a diferentes deportes, a la astronomía. Inclusive gané concursos. También me interesa mucho la parte de meditación, yoga, la respiración. La vida sana, no solo en lo físico sino en lo espiritual.
—En tu familia hay una larga historia con el deporte, no solo por tu hermano Diego. En tu caso, ¿qué disciplinas practicás?
—En este momento hago mucho aparatos y aeróbica. Pero en la vida hice ciclismo, básquetbol, voley, salto largo, lo que te imagines, además de bailar en el ballet municipal de Canelones desde los seis hasta los 15 años.
—¿Fútbol femenino?
—No, nunca hice. No me llama el fútbol para practicarlo.
—¿Cómo ha tomado la gente de Canelones tu expansión en los medios? Que seas una famosa de la localidad...
—Bien, aunque en mi opinión lo de famosa es relativo. Yo no creo en las historias de celebridades uruguayas. No. Somos como un trabajador más. Yo estudié comunicación, soy licenciada de la UM y es mi profesión. Ganamos en dinero como cualquier otro trabajador promedio. Me toca de cerca el caso de mi hermano, que va a Turquía y lo conoce a todo el mundo o en Europa, en Brasil... Eso es ser un referente. Lo nuestro es ser intermediarios entre las historias que contamos y los televidentes del otro lado. Los importantes son las personas que cuentan las historias y quienes la reciben. Nosotros no.
—Durante varios años trabajaste con la imagen de los jugadores, un tema que hoy está en el discusión. ¿Cuál es tu posición?
—Es cierto. Antes de entrar en el canal trabajaba en una empresa que se dedicaba a manejar la imagen comercial de los futbolistas, muchos de ellos de la selección nacional. Me consta que estos jugadores vienen luchando por derechos profesionales porque en el mundo del fútbol su reconocimiento es algo normal. Se trata de que ellos puedan decidir sobre su imagen. En los contratos que se hacen Europa, por ejemplo, se negocia y queda establecido en cada caso si la imagen la va a manejar el club o el futbolista. Se le pregunta y él toma la decisión.
—¿Quiere decir que en las publicidades en las que participan los futbolistas siempre está de intermediario Tenfield?
—No. Si se trata de su imagen individual, eso lo maneja el futbolista con el representante que elija. El tema se genera cuando él aparece con la camiseta de la selección. Ahí lo maneja Tenfield. Y las marcas muchas veces piden que esté con la camiseta, pero nuestro servicio no ofrecía eso. Si la hacía con nosotros, era sin camiseta.
—Si bien no está actualmente en la selección, tu hermano ha tomado un rol muy activo en la lucha...
—Sí y por supuesto que nosotros lo apoyamos en todo desde la familia. Otra cosa que hay que dejar en claro es que la reivindicación de los futbolistas no es por un rédito personal, sino por el bien del fútbol. Ellos van a volcar el dinero hacia eso.
—¿Cuáles son tus aspiraciones en los medios?
—Tengo muchas ideas de proyectos. No las bajé a tierras todavía, pero me encantaría en el futuro encarar un proyecto personal. Igual, creo que es un proceso, si bien estoy en dos programas, todavía me falta.
—¿Creés que estás en juveniles en TV, para hablar en términos futbolísticos?
—Sí. No me puedo comparar con mis compañeros. Con Soledad Ortega Federico Paz o Christian Font, que hace una vida que están en los medios. Tengo mucho más para aprender y para dar aquí. Tenemos todos muy buena onda y se trabaja muy bien en Buen día... y también en Dr. en casa. Es un clima ideal para seguir aprendiendo.
—Este año estuvo bastante frío, debés haberte engripado bastante con los móviles...
—No, porque me di la vacuna. Aproveché uno de los móviles desde el Ministerio de Salud Pública y me la di. Igual yo prefiero el frío que el calor para mi trabajo a la intemperie
—¿Cuánto te ha pesado el apellido?
—Al principio tal vez había gente que pensaba que estaba acomodada. Pero hoy me parece que está superado eso. Después de cuatro años en pantalla, todos los días, me parece que no hay acomodo sostenible. Algo hay que demostrar.
—¿Cómo vive tu hermano los partidos de la selección ahora que no está?
—Con mucha pasión. Me ha tocado ver partidos con él y se da un clima muy particular. Le habla al televisor como si estuviera ahí. Como por suerte nos está yendo bien, no hay mucho sufrimiento.
—¿Debería volver?
—Todo futbolista tiene un proceso y él lo entiende. Más allá de eso, siempre está en permanente contacto.
—Todos en Buen día Uruguay tienen hijos. Ahora Soledad Ortega está embaraza, ¿cuándo será tu turno?
—(Risas) No, por ahora no. El tiempo dirá. Estoy muy bien, en pareja desde hace un año y medio con alguien que no es del medio. Nicolás se llama y trabaja en finanzas. Estamos conviviendo y todo va muy bien.
Entrevista