Tras 12 años alejada de los medios y dedicada a su faceta de empresaria, Marixa Balli se sumó como panelista del programa argentino LAM y volvió a ganarse la atención del público. Acá, cinco curiosidades de una vida singular.
Trabajó manejando un tractor
Fue fugaz, pero es una de las tantas historias insólitas que hacen a la vida de Marixa Balli.
Este año, en una dinámica realizada fuera del aire del programa LAM (América) que integra, la panelista fue interrogada acerca de su primera experiencia laboral, la que le dio el primer ingreso, y sorprendió al entrevistador con su respuesta: “Manejé un tractor”. “Te lo juro”, insistió Balli ante las dudas generadas, y dijo que incluso apareció una foto suya en Clarín en ese singular contexto.
Según relató, era muy jovencita, quería trabajar en una exposición de ganadería, se postuló como promotora y terminó conduciendo un tractor. Quién diría.
Se formó en el Teatro Colón
Aunque su faceta mediática y su camino como bailarina en programas de televisión y cantante de música tropical son sus aspectos más conocidos, antes de convertirse en un ícono popular, Marixa Balli se formó en el Teatro Colón y se proyectaba como bailarina clásica.
“Nada que ver, otro perfil. Arruiné la vida de mis padres”, dijo en su paso por el programa argentino PH cuando Andy Kusnetzoff quiso indagar en su pasado.
“Viste que siempre sale una hija así, más complicada”, comentó, para recordar que aunque sus padres la vieron bailar en la prestigiosa institución porteña, nunca la acompañaron a “la bailanta”. Al final, eso sí, terminaron por apoyar su vocación.
“Cuando estudiaba en el Colón ya venían a buscarme (de la industria), entonces a los 16 empecé a hacer pequeñas participaciones en telenovelas. En ese momento yo no quería”, le contó a Infobae sobre aquella transición. Más tarde diría que, por su cuerpo voluptuoso, se fajaba el busto para acercarse al estándar del ballet y la danza clásica.
Tuvo muchos amores famosos
La historia de Marixa Balli está repleta de romances famosos, muchos conocidos y tantos otros que quedarán para su vida privada.
A su sonado noviazgo con Rodrigo, el cantante de cuarteto que fue uno de los grandes amores de su vida, hay que sumarle nombres de la talla de Marcelo Tinelli, con quien mantuvo una relación pasional tras la separación de Soledad Aquino y antes de que él comenzara a salir con Paula Robles.
Balli también salió con el actor e imitador Martín Bossi, de quien aseguró que, en la intimidad, bailaba su éxito musical “Cachaca” desnudo; Bossi se hizo cargo de todo, menos de esto último.
Otro romance confirmado es el que la morocha mantuvo con el periodista Beto Casella, cuando él no era reconocido y ella estaba en las filas del Colón. Según el conductor de Bendita, la familia de ella no aprobaba el vínculo, y dijo de Balli: “Sigue siendo la misma chiquilina que yo amé de chico”.
Cambió los medios por La Salada
“Volver no estaba en mi cabeza. En 2010 di un paso al costado porque me agoté. Le tenés que dedicar mucho tiempo a la profesión para discutir, pelearte, defenderte, y me cansé”, dijo Balli en una reciente entrevista con La Nación, sobre el momento en que decidió correrse de la órbita mediática para dedicarse a sus proyectos. Emprendedora y diseñadora, comenzó en el rubro en 2005, se instaló en la feria La Salada, tuvo un local en Flores y ahora montó un showroom en Palermo, todo con su marca de zapatos Xurama.
Hoy dice que esa es su pasión y los medios, un hobby. Sin embargo, su regreso a la tevé y su rol en LAM la volvieron a ubicar como un personaje fascinante de la farándula del país vecino.
Sueña con vivir en Europa
Ahora que está de vuelta en la conversación pública, que llena las horas de televisión con sus mil anécdotas y que sigue atendiendo sus frentes de empresaria, Marixa Balli confiesa que su cuenta pendiente es instalarse en Europa y comenzar una nueva vida.
“En algún momento tengo ganas de empezar una vida en Europa”, dijo a La Nación en una entrevista publicada este mes, y ante la pregunta de qué se viene. “En algún momento voy a vender todo lo que tengo para irme, tirarme en una playa y vivir. No sé cuánto falta porque ahora está mi mamá y me voy a quedar con ella. Pero cuando no esté necesito escaparme un poco de todo esto y hacer otra vida disfrutando sin laburar, porque trabajé toda mi vida”.