Maru Botana: la vez que perdió a su hija en Nueva York, su amor de película y sus ganas de trabajar en Uruguay

Heredó de su madre la pasión por la cocina y fue Mallmann el que le dio la primera chance. Estudió Administración, abrió su primer local en 1993, y jamás pensó que viviría de la gastronomía y la comunicación. Hoy cumple 55, y por eso, esta nota.

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Maru Botana. Foto: Captura de Instagram.

Redacción El País

Heredó el amor por la cocina de su madre. Maru Botana empezó a hacer sus primeras tortas a familiares y amigos con apenas 12 años, pero nunca imaginó que su futuro era vivir de la gastronomía y los medios. Por eso y a falta de escuelas de chef en la época que terminó el secundario, se anotó en la universidad a estudiar Administración de Empresas.

Su mayor sueño era ser mamá y tener una familia numerosa. Lo consiguió: se casó con Bernardo y tuvieron ocho hijos (perdió a Facundo en 2008 por muerte súbita).

Francis Mallmann le dio la primera oportunidad al contratarla para ser ayudante en su cocina. En 1993 abrió su primer local llamado Magic Cakes con ayuda de sus padres, y este año amplió el negocio a Barcelona. Ha participado en distintos programas de TV en la vecina orilla: Todo dulce, Sabor a mí, Maru a la tarde, Siempre dulce, entre otros.

La mediática chef y comunicadora argentina que sueña con trabajar en Uruguay hoy cumple 55 años y por eso te contamos cinco cosas que quizás no sabías de ella.

Casi la expulsan del colegio

Iba al Colegio Nuestra Señora de la Misericordia y supo ser una de las alumnas más traviesas de su generación. Una vez tiró una bombita de olor y casi la echan. En otra ocasión se llevó un rezongo de una monja porque la fue a buscar un chico a la puerta y estaba prohibido.

Su rebeldía se aplacó al terminar el secundario. Se anotó en la facultad de Belgrano para hacer la licenciatura en Administración de Empresas porque en ese entonces no había escuelas de chef. No imaginó que iba a poder linkear la carrera con la cocina. “Pensaba que iban por carriles separados”, dijo quien hoy aplica todo lo que aprendió en la universidad a su negocio.

Le gustaría trabajar en Uruguay

Pasar las vacaciones en José Ignacio se ha convertido en un clásico. Disfruta de la tranquilidad del balneario y la belleza de la costa con su multitudinaria familia, y elige Punta del Este para recibir Año Nuevo. En una nota con La orilla infinita expresó su deseo de hacer televisión en nuestro país (ha participado como invitada en Masterchef), y dijo estar abierta a recibir propuestas:

“Me encantaría hacer un programa divertido, de entretenimientos en Uruguay. Es un país que quiero mucho y dentro de mis sueños siempre estuvo tener un programa en la TV abierta de ese país”. Dijo, además, que también le gustaría que la convoquen para participar de alguna tira de ficción y poder demostrar que puede ir por más.

Su historia de amor es de película

Su fantasía era casarse y tener una familia numerosa: “Cuando veo a una mujer embarazada pienso que no hay nada más grande”, dijo a Crónica quien es mamá de ocho hijos (en 2008 perdió a su hijo Facundo). Era bien Susanita y en cierto momento pensó que su anhelo no se iba a dar. Trabajaba de sol a sol (en su local y la TV), no tenía tiempo para la vida social, y encontró el amor en la persona menos esperada.

Conocía a Bernardo desde niña: vivían a una cuadra de distancia y era amigo de su hermano: ellos estudiaron juntos agronomía y hasta ahí no se miraban. Todo cambió la noche en que Maru preparó una cena especial por el recibimiento de su hermano. Llegó agotada de tanto trabajar y según dijo, se sentía fea. “Cuando volvía a mi casa, Bernie empezó a hablarme y me fue comprando. Nos enganchamos muchísimo y hoy tenemos un matrimonio muy lindo, con mucha onda y diversión. Somos cómplices”, contó. Y dijo que su objetivo principal es que sus hijos sean felices.

Perdió a una de sus hijas en Nueva York

Cualquier similitud con la película Mi pobre angelito es pura coincidencia. Maru Botana la pasó pésimo la tarde que perdió a su hija Lucía, que en ese entonces tenía siete años, en el Rockefeller Center de Nueva York. Zafó gracias a que la nena llevaba una muñeca en brazos, Maru le dio ese dato a la policía y lograron encontrarla. En otra ocasión, dejó a uno de sus hijos en un café, a otro en un aeropuerto, y se olvidó de Agustín en la casa de Catherine Fulop. El nene era compañero de una de las hijas de la esposa de Ova Sabatini, lo llevó a un cumpleaños y Cathy la llamó para advertirle: “Me recontraolvidé. Ella, divina, me mandó un chofer. Pero Agustín se quería matar”, contó la mediática chef.

Cómo convenció a Francis Mallmann

El gusto por la cocina lo heredó de su madre, que junto a su padre le dio un empujón para que abriera su primer local llamado Magic Cakes, 31 años atrás: hoy tiene cinco sucursales en Argentina y una en Barcelona. Empezó a vender tortas a vecinos y amigos con apenas 12 años. A los 15 se presentó a un concurso en la Expo Gourmandise y ganó por la mejor torta.

Un amigo le presentó a Francis Mallmann y el reconocido chef la convocó a una entrevista para ser moza del restaurante Patagonia. Ella le dijo que su intención era estar en la cocina, le presentó unas muestras de repostería y arrancó como ayudante de pastelería en un espacio donde eran todos hombres. Al mes la invitaron una stage en Francia y se quedó dos años trabajando allá. Desde entonces, no para de crecer. Este año decidió ampliar su negocio y abrió un local en Barcelona: “Sentía que en Argentina lo había hecho todo”, dijo a Info Negocios Madrid.

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