Hace dos años que viajó a México por un par de shows y para conocer el ambiente. Le gustó y decidió mudarse. Es el sitio en el que trabajaba su equipo y donde se encuentra el circuito musical que le permite ir detrás del objetivo de consolidar una carrera solista después del suceso de su banda Toco para Vos. A la distancia, Meri Deal está satisfecha con esta “experiencia enriquecedora” y continúa su búsqueda a la vez que lanza nuevos temas y prepara un segundo disco. En diálogo con El País, habla de este rumbo de aplausos, descubrimientos, altibajos y "desilusiones", comenta el paso de su primo Bautista Mascia por Gran Hermano y hasta revela que se encuentra en pareja.
-¿Cómo es tu vida en México, donde estás viviendo hace dos años?
-Me mudé porque es donde está mi equipo y donde grabo mi disco, pero por suerte también me surgen muchos shows y acciones con marcas en Uruguay, así que viajo todo el tiempo. Me encanta México. Me impresionó lo bien que me adapté porque soy muy arraigada, pero me llevé bien con el cambio, que era un desafío muy grande para mí. Encontré un grupo de gente en México que es como mi familia y me hace sentir súper cómoda. La mayoría son uruguayos y argentinos porque la cultura tira. Hoy estoy muy adaptada a la rutina de mi vida en México.
-¿A nivel cultural hubo algo que te haya costado?
-Es totalmente distinto. El lenguaje es muy diferente. Me divierte mucho aprender acentos y conocer comidas nuevas. Así que en ese sentido me gustó mucho. Tienen otra manera de trabajar y son muy cariñosos. En general se dice que el mexicano es machista, pero yo no me encontré en situaciones en las que la haya pasado mal. Me pasó lo contrario, de ver que sean muy caballeros al punto de incomodarme. Es un país muy rico culturalmente y a nivel musical también, así que intento absorber todo lo que pueda.
-Tu último tema A kilómetros de casa habla de esa adaptación.
-Un día de lluvia fui al estudio a componer y estaba melancólica. Tenía la sensación de extrañar, por más que este nuevo lugar ya lo convertí en mi casa. También había algo que me decía “yo puedo estar dónde quiera, pero tengo la convicción de que quiero estar acá”. Vine la primera vez porque tenía dos shows y a probar. Me fui quedando y me encantó. Es un desafío que disfruto aunque tenga sus altibajos. Me parecía interesante empezar de cero, aunque sé es mucho más difícil. Cuando voy a Uruguay sigo recibiendo mucho cariño del público, por eso también voy muy seguido y lo quiero mantener.
-Fuiste telonera de varias estrellas internacionales, ¿cuál te impactó detrás de escena?
-Conocí a Ed Sheeran que me pareció un amor de persona. Otro artista del que soy muy fanática y pude conocer fue Joaquín Sabina, por más que no abrí su show. Me pareció divino. Fue un encuentro cortito porque no le quise robar mucho tiempo. Me pareció tal como se muestra en el escenario.
-Abriste el show de Luis Miguel, ¿a él no lo pudiste saludar?
-No, nadie lo vio detrás de show. Hablé con mucha gente que trabajó en el espectáculo y nadie pudo hablar con él (risas).
-Mostrás un perfil más naif que otras artistas de tu generación, ¿es un estilo buscado?
-Nunca inventé un personaje. Luché para que no me impusieran algo que no tuviera que ver conmigo. Siento que me respeté mucho. Sé que hay que impactar con los outfits y eso es parte de ser artista, pero a mí lo que más me importa es la música. Ensayo y estudio mucho el canto y los instrumentos, que es lo que más me importa. Dejo para el final todo lo que es la decoración y me vuelvo loca porque recién ahí decido qué ponerme. Eso me pasa porque realmente el enfoque lo tengo en otro lado.
-¿Te resististe acompañar algunas tendencias?
-Sí. Hay una lucha entre lo que la gente espera de mí, lo que yo quiero hacer y lo que quiere la industria o la disquera. Es una búsqueda en la que yo trato de ser lo más fiel posible a mí misma y no ir detrás de las tendencias porque no me interesan.
-¿Te pasó de encontrarte haciendo algo con lo que no te sentías identificada?
-Sí, me pasó en algún videoclip con un disfraz reguetonero o con alguna canción que no tenía nada que ver conmigo. En su momento hubo otras cosas que no me representaban pero ya no. Cuesta más encontrar gente que quiera jugársela y romperse la cabeza pensando algo nuevo que gente que quiera ir a lo que ya suena. Por suerte conozco muchos productores muy talentosos que son como yo y tienen esa inquietud. Pero también me he encontrado con lo otro y cuesta salir de ese camino obvio.
-¿Tenés previstas colaboraciones con otros artistas?
-Tengo una colaboración con una artista mexicana muy buena, otra con una argentina, otra con un artista uruguayo y otra con un brasileño que me tiene muy entusiasmada porque amo la música de ese país y la canción es muy linda. Hubo otras veces que quería hacer colaboraciones y mi equipo entendía que no era el camino, al final no se hicieron y me arrepentí. Quiero que las colaboraciones sean por el lado artístico más allá de los números que tenga la otra persona.
-¿Con cuál estrella dirías que soñás con hacer una colaboración musical?
-Me gustaría hacer una colaboración con Wos; me encanta lo que hace y musicalmente sería interesante ver cómo se ensamblan nuestras voces que son tan distintas. También me gustaría hacer algo con Paco Amoroso y Catriel que están haciendo algo distinto y muy bueno. Con Jorge Drexler me encantaría poder hacer algo desde lo melódico.
-En tu tema La Cuenta hablás de una desilusión muy fuerte, ¿a qué hace referencia?
-En todo tipo de vínculo nos podemos sentir traicionados. Me gusta hablar especialmente de lo laboral porque me ha pasado de confiar mucho en alguien que después me desilusionó. Viví muchas experiencias difíciles en ese sentido que me hicieron más fuerte. En mi caso tuvo que ver con ser mujer y marcar los límites, pero no quiero entrar en detalles.
-¿Qué tipo de desilusiones son las más comunes en tu trabajo?
-Me ha pasado de confiar en personas que querían trabajar conmigo, prometieron cosas y después cuando no estuve a favor de algunas cosas o puse límites desde el plano personal, la otra persona cambió las reglas de juego y la forma de la que trabajaba sobre mi proyecto. Ahí es cuando puse freno y salí de esa situación. No pasó nada terrible pero hubo cosas que no me gustaron. Yo soy muy confiada, pienso que la gente es honesta y me encariño, pero hay relaciones que tienen que ser más frías porque a veces las cosas no son como se dicen y después se caen las caretas.

-¿Y a nivel de pareja has tenido alguna desilusión o te han roto el corazón como cantás en tu tema Trapo de Piso?
-He tenido. Me gusta vivir la vida con intensidad y esas situaciones se dieron por haber vivido algo intenso y lindo antes. No es que necesariamente me rompieron el corazón, sino que se dio una situación en la que no llegamos a un punto en común. En el momento sí tenía el corazón roto, pero no fue por nada malo sino por algo que se habló y terminó siendo de mutuo acuerdo. Nunca terminé mal un vínculo, me llevo bien con todos y no me queda ningún resentimiento.
-¿Ahora estás enamorada?
-Sí, estoy en pareja. Empezó a distancia y fue todo de a poco. Mi vida personal por ahora prefiero mantenerla en mi intimidad; soy muy reservada. Tuve algún vínculo que pudo haber sido mediático pero no quise que eso pasara. No me gusta estar en boca de la gente por algo que no tiene que ver con mi música. No me siento cómoda.
-¿Cómo se sostiene el vínculo a distancia?
-Yo viajo bastante y las distancias se van acortando. Mantener una relación de verdad a distancia no lo veo posible. Le estamos buscando la vuelta para que no sea así. El año pasado había mucha distancia y ahora la estamos acortando.
-El año pasado muchas bandas de la llamada “cumbia cheta” hicieron remixes de sus clásicos y vos también terminaste haciéndolo con Toco para Vos, ¿cediste ante la presión?
-Fue impresionante. Tuve que dar una respuesta a eso que fue tan fuerte. La cumbia me divierte y no reniego de ella. No es mi género de cabecera ni lo que me sale naturalmente cuando me siento a componer, pero me encanta. Yo vengo de ahí y volver a sacar cumbias me divierte. Es válido mostrar un abanico de cosas que te representan. La industria hoy tiene una cintura suficiente como para no encasillar a un artista en un solo género.
-¿Te gustaron más las versiones nuevas o las originales?
-Las anteriores me gustan más. El remix me encanta, sobre todo por las colaboraciones que tenemos que son de artistas grosos. Hicimos una versión muy distinta y mi voz me gusta más ahora, pero la original es mágica.
-Hace tiempo emprendiste un camino nuevo, ¿te preocupaba que volver a los temas clásicos pudiera ser contraproducente?
-Sí, por un lado está lo de “yo vengo de acá y la gente lo pide” y me encanta hacerlo, pero por el otro también digo “cómo hago para que la gente escuche lo nuevo sin volver a eso”. Mi primera reacción fue “hagámoslo”. Era imposible que esa canción saliera sin que yo formara parte.
-¿Viste Gran Hermano, donde ganó tu primo y excompañero de banda Bauti Mascia?
-Lo vi.
-¿Te gusta el programa?
-No, lo vi por él. Se mostró muy natural, tal como es él. Nunca hizo un personaje. Estuvo muy tranquilo. Cuando él se pone un objetivo en la cabeza va detrás de eso y no titubea. Él estaba seguro de lo que quería y fue con todo. Cuando salió de la casa, en cambio, lo vi vulnerable. Me ponía en su lugar y pensaba que sería una locura ver a la gente después de estar siete meses encerrado. Yo estaba en Miami grabando y tenía ganas de viajar a verlo. Me conecté a un streaming para sorprenderlo y me puse a llorar de la emoción. Al poco tiempo nos vimos en Buenos Aires y me contaba que era muy loco pasar de estar aislado a que todo el mundo lo conociera. De todos modos enseguida se adaptó a la súperfama que tiene ahora. Lo aprovechó bien.
-¿Te convocaron para hacer alguna participación?
-Sí, pero no se terminó de concretar. Era complicado por fechas. Me hubiera divertido ir a visitarlo y estar un rato con él ahí, pero no me hubiera quedado. Eso de tener cero intimidad no me gusta, no aguantaría.
-¿Soportarías eso de compartir un mismo baño con todos los participantes, por ejemplo?
-Me mato. No me gustaría para nada.