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Migue Granados: el origen de Olga, su encuentro con Lionel Messi y el vínculo con el público uruguayo

El comediante e hijo de Pablo Granados nunca soñó con trabajar en medios. Llegó de casualidad a Sin Codificar y siguió con Últimos Cartuchos y ESPN Redes. Hoy está al frente de Olga, el canal de streaming que es furor.

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Migue Granados en el lanzamiento de "Takis" en Montevideo.
Migue Granados en el lanzamiento de "Takis" en Montevideo.

Es la cabeza y la cara visible del canal de streaming que en menos de un año se volvió líder del rubro. Migue Granados está al frente de Olga, un tanque de contenidos en internet que marcó un antes y un después en la industria y que acaba de renovar su grilla con espacios que bien podrían envidiar canales de televisión abierta. De paso por Montevideo para animar el lanzamiento de los snacks Takis, el conductor hizo de las suyas en el evento con bromas tan picantes como el producto que promocionaba. “Me llamaron por ser el gordo que come snacks”, ironizó al abrir su presentación. En diálogo con Sábado Show, el comunicador, músico y comediante habla del fenómeno de su canal, de su mano a mano con Lionel Messi y de la época en la que acompañaba a su padre, Pablo Granados, al viejo Videomatch. “Tinelli era Dios”, recuerda.

-En Uruguay se consume mucho tu canal de streaming Olga, ¿estás pendiente de los registros de audiencia y de las características de tu público?

-Chusmeo los números y los comentarios. Muchas veces veo uno que manda un mensaje lindo, entro a su perfil y es de Uruguay. Los uruguayos siempre tiran muy buena onda, y no solo lo veo en Olga sino con los contenidos argentinos en general. Me sorprende. Un país vecino podría subirse a alguna pica boluda y eso no pasa ni en pedo. Los uruguayos son muy permeables a lo que hacemos nosotros. Nos gustaría venir en el año a hacer algo a Montevideo.

-¿Cómo fue la primera reunión que dio origen a Olga?

-Fue con Luis Cella, que es uno de los socios. Me dijo que había visto lo que habíamos hecho en Últimos Cartuchos (Vorterix) y que tenía la idea de armar algo nuevo. Al principio yo no quería laburar todos los días y después me fui cebando. Yo le dije que me gustaba pero solo si podía tomar decisiones. Quería poder decir “este equipo está bueno así“ y ser el que lleve la filosofía, el concepto, la onda que le queríamos dar y el estilo de gente que pudiera representarlo.

-¿Cómo era ese estilo que querías para el canal?

-Un estilo más border, bizarrón, con gente un poco más grande, talentosa, que tenga cosas para decir, con una búsqueda de ambición para lo que pueda exigir la gente. Y era importante que pudieran mostrar algún talento.

-¿El estilo también buscaba diferenciarse de Luzu, que hasta ese momento era el único canal de streaming independiente que estaba muy instalado en la audiencia?

-Nico Occhiato es un amigo y un genio total. A mí no me gusta comparar. Está bueno que la gente vea que son conceptualmente diferentes y que están buenas las dos búsquedas. Lo mejor que nos puede pasar es que la gente consuma los dos.

-¿Pero al momento de llevarlo a cabo tenían presente el fenómeno en el que se había convertido ese otro canal?

-Luzu demostró que se podía hacer eso. Ellos me llamaron para estar en Luzu pero yo no quería hacer nada. Después fui 20 veces y hasta reemplacé a Nico cuando se fue de viaje. Ellos pavimentaron el terreno de hacer un canal independiente. Se mandaron solos sin rueditas. Después hubo otros que lo intentaron pero se la recontra pegaron. Tiene que suceder la magia entre los que lo hacen y los que lo consumen.

-Olga después fue una punta de lanza para que surgieran muchos otros canales.

-Todo el mundo dijo “esto yo lo puedo hacer”, pero la realidad es que no lo puede hacer cualquiera. Si no te calza la camiseta de lo orgánico y de hablarle a ese público a través de ese medio por más que lo fuerces y seas un empresario millonario que quiera su canal de streaming te la vas a pegar. Vas a llamar gente por los seguidores y no funciona así. El grupo de Luzu tiene millones de seguidores pero se complementan. Uno tiene que pensar su equipo por el grupo humano, no solo traer gente que tracciona. Eso lo aprendí armando Olga.

-Hablás de la importancia del grupo humano, ¿en este rubro es especialmente importante que haya buena relación entre los integrantes de cada programa?

-Tiene que haber química, que la energía fluya. En Cartuchos hubo rispideces y dijimos "paremos". Yo estaba cagado por la pandemia, ellos querían hacerlo igual y empezaron a haber roces. Pero quedó todo bien y somos más amigos que antes. Si laburás tres horas por día hablando en vivo se ven los hilos. Vos no podés caretear algo que no hay.

Migue Granados en el lanzamiento del nuevo snack "Takis" en Montevideo.
Migue Granados en el lanzamiento del nuevo snack "Takis" en Montevideo.

-A menos de un año de su creación Olga tiene una grilla que podría envidiar un canal de televisión abierta y además llegó a entrevistar a figuras como Lionel Messi, ¿esperabas un crecimiento tan rápido?

-Lo esperaba pero no creía que fuera a pasar. Es verdad es que había cola para hacer nota con Messi, pero esa gente elige a las personas, no a los canales. Si yo hubiera hablado con Messi para hacer esa misma nota para Telefé me la hubiera dado porque me la dio a mí. Obviamente yo quise que fuera para mi canal.

-¿Cómo fue ese encuentro teniendo en cuenta que no sos muy futbolero?

-Creo que me dio la nota por eso. Él sabía que de mi lado nunca iba a haber mala leche futbolística. Él me seguía hacía mucho tiempo y me contestó directamente. Fue un flash. Creo que se pudo dar por eso mismo: yo nunca le fui obsecuente ni fui a hacerle preguntas para que los demás digan “mirá cómo fue al hueso”. Yo solo quería hablar con un pibe de mi misma ciudad, Rosario, mi misma edad, que hizo otra carrera y le fue un poquito mejor (risas). Antes de entrar estaba un poco cagado. Pensé que cuando me abriera la puerta me iba a dar un cachetazo de energía, pero enseguida se mostró como un pibe más y me relajé rápido. Me cayó muy bien.

-¿Heredaste de tu padre Pablo el humor y la música por igual?

-Sí, y de mi abuelo. Mamé la buena música de mi viejo, que escuchaba mucho rock nacional. Pero yo nunca imaginé que iba a trabajar en los medios. No fue una búsqueda ni un sueño. En un momento quería laburar y terminé en Sin Codificar porque conocía a los productores desde chiquito. Me empezaron a meter al aire y yo me animé porque los conocía. Eso prendió y me sorprendí.

-¿Qué recordás de tu infancia acompañando a tu padre durante el furor de Videomatch?

-Estaba en un parque de diversiones. En el colegio se hablaba todo el tiempo de eso. Yo era de Rosario, no estaba en Buenos Aires, entonces cuando volvía a mi ciudad era como que hubiera estado con los Rolling Stones.

-¿Qué era lo que más te hacía reír de tu padre en los programas?

-Todo me gustaba. Él estaba en un grupo con mucha producción y eso era lo que más disfrutaba. Era un momento abundante del país en el que Tinelli era Dios. Llamabas de parte de él y conseguías un avión y un barco. Tinelli corría una maratón e iban todos a Nueva York. Era la época de vacas gordas.

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