Redacción El País
La modelo de 28 años Yanina Lucas fue coronada el sábado pasado en Paysandú, donde se desarrolló la gala final de Miss Universo Uruguay. Ahora representará al país en el certamen global que tendrá lugar el 16 de noviembre en México. “Estoy muy feliz de tener el honor de representar a mi país”, declaró la joven, que se formó en software en Facultad de Ingeniería y trabaja en ese rubro.

—Fuiste coronada Miss Universo Uruguay, ¿Cómo se vivió el proceso? ¿Tenías expectativas de este resultado?

—Fueron muchas emociones juntas. Sí tenía expectativas, porque realmente trabajé mucho para este resultado. Siento que desde hace años me estoy preparando para este momento y se me dio. Estoy muy feliz de tener el honor de representar a mi país nuevamente en el exterior, porque ya lo representé en otras oportunidades, pero Miss Universo es el concurso de mayor nivel a nivel mundial, así que se cumple un sueño para mí. Voy a dejarlo todo por mi país.

—Los certámenes y Miss Universo en particular no solo ponderan la belleza exterior en términos estéticos, sino desde el punto de vista del contenido, el mensaje, la historia de vida…

—Así es. Los concursos no solo buscan una cara o un cuerpo bonito, sino que van más allá de eso y se han convertido en plataformas inspiradoras para las mujeres. Se valora a la mujer integral que además de la actitud sepa convencer con la palabra. En mi caso me he preparado en oratoria y lo seguiré haciendo. Me formé en la licenciatura en computación de la Facultad de Ingeniería, especializada en software y trabajo en ese rubro en una compañía de seguros.

—Llegaste como representante de Lavalleja, ¿sos de ese departamento?

—Nací en Montevideo pero toda mi familia es del departamento. Mis raíces están en Lavalleja; siempre recuerdo las navidades con toda mi familia. Fue un honor representar a un departamento con el que me identifico mucho.

—¿Cómo fue el camino hacia la corona? ¿Qué te decidió a presentarte al primer casting?

—Estaba a la expectativa porque el concurso fue dirigido por una nueva organización que le dio otra jerarquía y lo convirtió en verdaderamente nacional. Ya había trabajado anteriormente con la organización de CNB y sabía de su profesionalismo. Cuando surgió la convocatoria, no dudé en presentarme.

—¿Qué repercusiones tuviste a nivel de tu círculo íntimo?

—Mi familia está muy feliz. Mis padres pudieron ir a verme y lo vivieron muy emocionados. En redes sociales y medios de comunicación, la repercusión fue bastante grande. Así como hay muchos comentarios buenos también hay gente que hay comentarios negativos, pero nada siempre que quedarse con lo buenos y las críticas constructivas. Los comentarios basamos en el odio, mejor ni leerlos.

—¿Cuáles son los próximos pasos a seguir de cara al Miss Universo de noviembre?

—Se viene una preparación intensa: voy a dejarlo todo en la pasarela, en oratoria y en los demás rubros importantes. Quiero para Uruguay un lugar de destaque y no hay mucho tiempo porque a fines de octubre ya estaré viajando. La gala final será el 16 de noviembre en Ciudad de México.

—¿Como se despertó tu interés en los concursos de belleza?

—Desde niña me encantaba. Siempre veía la TV el Miss Universo y me imaginaba ahí, pero cuando fui creciendo es como que ese sueño se fue apagando. Uno lo va viendo como algo lejano, y además aparecen los miedos y las limitaciones de la sociedad. Me dediqué a otras cosas, a los estudios y no fue hasta los 22 años que comencé en el mundo de los concursos. Aunque hay chicas que empiezan mucho antes, recién en ese momento yo tuve la seguridad y comencé a estudiar un curso de modelaje. Fui avanzando de a poco, a paso de tortuga, para ir fortaleciendo la autoestima.

—¿Estás en pareja?

—No, estoy soltera. Eso también me permite tener mi libertad y los tiempos para concentrarme en la preparación. En el trabajo me apoyan mucho y hay flexibilidad. Están contentos con mi crecimiento personal.