La hermana de Sebastián “Loco” Abreu atraviesa la etapa más madura de su carrera como modelo. Dicta clases a chicas que quieran un camino en la pasarela, tiene una marca de ropa y está cursando el segundo año en la escuela de Comedia Musical dirigida por Valeria Lynch.
“Me gusta mucho, estoy aprendiendo y creciendo”, dice la morocha, que le gustaría centrar su actividad mediática en la actuación. En entrevista con Sábado Show, Clarisa Abreu (25 años) critica el nuevo Gran Hermano, recuerda sus tiempos en “la casa”, responde a aquellos que la critican en las redes sociales y revela que en cierta ocasión recibió una propuesta indecente. También se declara feliz con su talla de mujer curvilínea, aunque esa le limita posibilidad en su profesión y dice que nunca hizo dieta, pero lleva un estricta rutina de entrenamiento.
—¿Cómo te sentís en la docencia?
—Muy bien. Tenemos bastantes alumnas por suerte. Además de Montevideo, estamos en Flores y en Florida.
—¿Qué le transmitís a tus alumnas?, ¿qué es lo principal?
—Trato de transmitirles mi experiencia. Yodoy la parte de pasarela y también hay un docente de asesoría de imagen, otro de publicidad y un nutricionista. Muchas chicas no llegan al curso con el objetivo de ser modelos sino de verse más femeninas.
—¿Qué es lo más difícil de ser modelo?
—Caminar con tacos a mí me costó mucho. Más que yo me puse mis primeros zapatos de taco alto a los 18 años. Pero todo se aprende.
—¿Qué te parece la nueva edición de Gran Hermano?
—Lo miré y no me gustó. Es un formato nuevo. Es raro que entren a la casa personas que ya se conocían o que eran famosos. Cuando participé yo, en Argentina no era conocida y en Uruguay apenas. Aparte, las mujeres son todas divinas, todas con lomazos. No hay gente normal.
—¿Te queda algún contacto de aquel tiempo?
—Sí. Justo estos días nos mandamos mensajes en un grupo de Whatsapp que tenemos en común con todos. Ahora estamos muy activos porque empezó este nuevo Gran Hermano pero no nos escribimos mucho. Es difícil el vínculo por la lejanía. Si viviera en Argentina capaz que me llevaría con todos.
—¿Y nunca pensaste en vivir en Argentina?, ¿probar allá?
—Estuve dos meses o tres. Y me volví porque extrañaba y no me adapté. El ambiente era raro. A veces íbamos a presencias en boliches y mucha gente podía pensar que estabas para otra cosa. Algunas chicas lo hacían: se iban del boliche con alguien. Era raro.
—¿Decís que tuviste propuestas indecentes?
—No, propuestas directamente no. Pero por momentos parecía que las cosas no estuvieran claras.
—Más allá de este caso, ¿tuviste algún tipo de propuesta indecorosa a lo largo de tu carrera?
—Solo una vez, por mail. Me preguntaban si yo estaba interesada en salir con un señor, que pusiera un precio. Respondí que estaban confundidos y quedó por esa.
—Tienes mucha actividad en las redes sociales y a veces, algunos te lanzan críticas. ¿Cómo te llevas con eso?
—Es normal. Uno no le puede caer bien a todo el mundo. Me ha pasado con varias personas que me hacían críticas muy ácidas en Twitter y yo les respondía con humor y buena onda. Y en muchos casos me empezaron a seguir y se generaron lindos vínculos. Desde hace un tiempo intento dar vuelta la energía y me funciona. Salvo que me insulten mal.
—¿Cómo dirías que se compone el ranking de críticas?
—El clásico es que "sos negra" o "parda" o el "te colgás de la fama de tu hermano". Me río porque por lo general lo escriben personas que no te conocen y no saben quién soy, lo que hago o lo que he hecho para estar en mi lugar. Antes saltaba feo, pero con el tiempo una va aprendiendo. Me divierto mucho en Twitter.
—¿Dirías hoy que puedes vivir de tu profesión?
—Sí, por suerte con las clases, los desfiles, la marca y la publicidad me puedo dar una vida digna. Al principio costó mucho porque en Uruguay es muy difícil.
—Otro de las cosas que se ha dicho es que te mantiene tu hermano, ¿qué dirías a eso?
—(Risas) Es una buena idea, pero no es el caso. Como en cualquier familia, ha pasado de necesitar unos de los otros y él me ha prestado, como también mis padres. Pero a mí nadie me paga las cuentas. No soy ninguna mantenida.
—Estás estudiando comedia musical en la escuela de Valeria Lynch, ¿te interesa ese rubro?
—Sí, sí. Estoy cursando el segundo año. Me gusta mucho: estoy creciendo, y aprendiendo. Entré principalmente por las dificultades de vergüenza que tenía. Aunque no parezca, soy muy tímida. Me llevas a un cumpleaños y aparezco de atrás, escondiéndome, tratando de pasar desapercibida. Entonces con la escuela trato vencer esas barreras. En las clases de teatro me esfuerzo contra el pánico escénico. Con la danza no me llevo muy bien por ahora y canto muy mal. Le canto a mi sobrina para dormirla y en realidad la altero.
—Hace unos días criticaste a la banda Rombai, ¿no te gusta?
—Me copa Rombai. Salgo a bailar y lo escucho. Lo que no me copa es cómo canta ella. Parecido a mí... (risas) con la diferencia de que yo no me animaría a cantar en público.
—El teatro es lo que más te gusta de la comedia musical, ¿estás pensando en alguna obra?, ¿un monólogo?
—La idea es hacerlo. Muchos lo hacen aún sin estudio, así que puede hacerlo cualquiera... Un stand up podría ser... Me gusta, pero no sé. Pienso que todavía me falta. Hasta que no esté muy segura no lo haría.
—Tienes un perfil de modelo con curvas. ¿Cómo le va en el mercado a las chicas como tú?
—Depende. Hay desfiles para los que no nos llaman, porque buscan otro perfil: esa modelo más flaquita sin lolas y sin cola. Yo no me estreso porque tampoco pagan mucho ni te cambia la vida esa clase de desfiles. Además, estoy orgullosa de mi cuerpo. No me hice cirugías, ni me haría por ahora.
—¿Haces dieta?, ¿cómo cuidas tu imagen?
—Nunca hice dieta. Solo hice porque tengo colesterol alto, Mi alimentación ha sido (y sigue siendo) muy mala. Como fritos, comida chatarra. Pero también entreno mucho. Todas las mañanas voy al gimnasio y estoy haciendo pole dance, el baile del caño.
—¿En el ambiente tienes amigos?
—No, no tengo. Yo creía que sí en un momento, que se podía tener amigas pero luego te das cuenta de que el mismo medio no te permite hacer amistad.
—Enemigos, ¿sí tienes?
—Sí, (risas) tengo un par... Pero en realidad muchas veces me peleo y a los dos o tres meses me olvido. Nos volvemos a saludar y todo bien.
—O sea que a Fabiana Leis la saludás...
—No, pero en verdad nunca la crucé. Solo una vez en un evento y de lejos. Si es una persona muy conocida y metí la pata, está en mí acercarme y pedir disculpas. Pero las personas que no representan mucho para mí no me importan.
Pelo: Machado Nauar. Make up: Ivana Rodríguez. Producción: Steven Vázquez. Vestidos: Paola Santos. Uñas: Natalia Jaime uñas esculpidas. Botas: Black Style.
Clarisa Abreu