Montaner: el "milagro" en Uruguay que cambió su vida, el músico que lo influenció y el bullying en la niñez

La música le salvó la vida, dio sus primeros pasos en una banda de rock y muchas de sus baladas son himnos. Sus hits sonaron en 27 telenovelas. Es uno de los cantantes latinos más importantes de la historia, y mañana cumple 67 años. Por eso, esta nota.

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Ricardo Montaner. Foto: Instagram @montaner

Redacción El País
Nació en Argentina y allí vivió hasta los ocho años en extrema pobreza, en una habitación con sus padres y su hermana Norma. Los Reyes Magos le trajeron su primera guitarra con seis años y no hubo marcha atrás. Esa mañana, Ricardo Montener cantó "Alegría", de Palito Ortega y su flechazo con la música fue inmediato.

Se mudó con su familia a Venezuela con ocho años porque su padre entendió que allá tendrían más oportunidades. Si bien hoy se siente venezolano, el primer tiempo en Maracaibo lo padeció. Sufrió bullying y la música que lo rescató. Empezó a tocar la batería en una banda de rock llamada Escalas, hasta que un día le tocó cantar porque faltó el vocalista, y nunca más salió de ese lugar.

Compuso un sinfín de hits y sus canciones musicalizaron 27 telenovelas. Se casó con Marlene Rodríguez hace más de tres décadas y cada años renuevan en un destino diferente. Son padres de Alejandro, Héctor, el dúo Mau y Ricky y la también artista Evaluna, casada con Camilo.

La vida familiar de este clan es de gran interés para el público y los seguidores, tanto que la han mostrado en la exitosa docuserie Los Montaner, producida por Disney+. Mañana Ricardo Montaner cumple 67 años, y por eso van cinco cosas que quizás no sabían del cantante y compositor.

Vivió un milagro en Uruguay

Cuando en 1993 llegó a Uruguay para presentar "Tan enamorados" y "La cima del cielo" a estadio lleno en el Centenario, tenía el ego por las nubes. Lo primero que hizo al aterrizar en el aeropuerto de Carrasco fue pedir que lo llevaran a un hospital público.

Cayó en el Pereira Rossell, pidió para entrar a terapia intensiva y dio con Mauricio, un niño de 9 años que estaba por ser desconectado producto de una infección que le había llegado al cerebro. Montaner solo sabía el Padre Nuestro, así que colocó sus manos en las piernas del chico, rezó y pidió a Dios que entrara por esa puerta. Antes de dar el show, llamó a su esposa Marlene, que estaba embarazada y le dijo: “quiero que nuestro hijo se llame Mauricio”.

El niño se salvó y durante años, cada vez que actuaba en Montevideo, los padres le llevaban a Mauricio al camarín. Volvió a Caracas con el ego por el piso y convencido de que la fama no servía para nada. Le pidió a su esposa que lo ayudara a recibir a Cristo en su corazón y empezó a practicar la religión evangélica.

Palito Ortega lo influenció

Recuerda como si fuera hoy aquella mañana del 6 de enero de 1963, cuando en su cama apareció su primera guitarra. Se la habían traído los Reyes Magos y apenas la agarró empezó a tocar sin tener idea de cómo hacerlo. “No lo sabía, pero tenía la música en mi ADN. Tenía la fantasía de que me llegaba la guitarra y hasta soñé cuál sería la primera canción que iba a tocar apenas la tuviera”, dijo en entrevista con Yordi Rosado.

El tema en cuestión y el primero que cantó a sus 6 años fue “Alegría” de Palito Ortega. “Gracias a Dios, con los años me hice amigo del que fue mi primer ídolo y le confesé esa debilidad que tenía por su música y cuánto influencio él mi vida y mi decisión de ser músico”, reveló.

La música salvó su vida

La infancia en Valentín Alsina, Argentina, fue dura: sus padres, él y su hermana Norma vivían hacinados en un cuarto. Cuando Montaner cumplió 8 años, a su padre le salió una oportunidad para mejorar en Venezuela y no dudó en irse. Toda la familia se mudó y ese niño padeció el desarraigo. Engordó, se enfermó de la vista, pasó a sentirse el más feo del grupo y sufrió mucho bullying. Le decían “chanchito” y “cuatro ojos”.

Al cumplir 13 años, su padre le regaló una batería con miras a motivarlo. Se acercó a unos compañeros y formaron la banda de rock Escalas. Con ellos tocaba en una iglesia de Maracaibo. Un día, el cantante faltó porque tenía paperas y Montaner prestó su voz. Lo hizo con miedo porque la batería, según dijo en entrevista con Yordi Rosado, le servía como escudo.

Al ver que el publico le sonreía, todo cambió. Pasó a ser el vocalista y recuperó la autoestima: “Me di cuenta de que la música te embellece, te da un aura que atrae”.

Le dedicó una canción a Maradona

No todos saben que el hit que en 2010 Marcelo Tinelli eligió como cortina musical para el Bailando, Montaner lo compuso para homenajear a Diego Maradona. Según reveló tras la muerte del ídolo argentino, escribió “Soy feliz” para que la selección albiceleste tuviera una canción que acompañara y alegrara a Diego Maradona y su equipo en el Mundial de Sudáfrica 2010.

“La escribí cuando Argentina iba al Mundial con Maradona, para alentar a la selección cuando estuvieran en el vestuario o en el micro viajando a cada partido”, contó el músico. El 10 supo ser gran admirador de Montaner, se conocieron cuando el artista cantó en Ritmo de la noche en 1992 y se hicieron muy amigos.

Es dueño de un restaurante

Café Ragazzi se ubica en Surfside, una de las zonas más exclusivas de Miami, y lo frecuentan desde Lionel Messi a Thalía. El propio Montaner era habitué del local gastronómico antes de ser su dueño. Fue en 2008 que se enteró que estaba a la venta, decidió comprarlo y armó una cita romántica con su esposa Marlene para darle la buena nueva. Mientras cenaban a la luz de las velas le dijo: “El restaurante es un regalo para ti”.

El menú incluye la pizza que le gusta a su yerno Camilo y la pasta favorita de su hijo Ricky. Entre las especialidades de la casa está el osobuco, el plato que siempre pide Montaner. Parte del atractivo de los comensales es ir y pedir los platos preferidos de sus ídolos.

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