ENTREVISTA A JULIETA ZYLBERBERG
Entre los personajes que regresaron para la segunda temporada de El Jardín de Bronce está Lidia Blanco, la policía interpretada por Julieta Zylberberg que este año tiene una relación más estrecha con el protagonista, Fabián Danubio (Joaquín Furriel). Juntos investigan un nuevo caso de desaparición.
Julieta Zylberberg (36 años) es de esas actrices que siempre están. Sea en un rol protagónico, en un personaje secundario o en alguna participación, no hay año que esté ausente de las pantallas, tanto la grande como la chica. Este viene siendo su año en cadenas internacionales de TV, ya se la vio por TNT en Otros pecados y desde hace dos semanas está en HBO con la segunda temporada de El Jardín de Bronce (domingos, 21 horas).
La oficial Lidia Blanco está de vuelta en esta historia que sigue los pasos de Fabián Danubio (Joaquín Furriel), un hombre que se empeña en desarrollar su profesión de arquitecto pero la vida lo pone una y otra vez en el rol de detective. En la primera temporada fue para encontrar a su hija Moira (Maite Lanata), desaparecida durante diez años; en esta nueva temporada, es para ayudar a Andrea (Paola Barrientos) a dar con su hijo de 15 años, desaparecido tras el asesinato de su padre, líder de la barra brava de Boca Juniors.
En ambos casos, Fabián ha contado con el apoyo y la ayuda de Lidia, a quien conoció en la primera temporada y con la que ahora mantiene una estrecha relación personal que los dos prefieren que no trascienda. “El vínculo evoluciona de la primera a la segunda temporada. Claramente en la primera andan con más cuidado entre sí, con menos confianza. En la segunda temporada, ya se muestra desde el primer capítulo que tienen una relación con mucho más conocimiento del otro, más confianza, más amparo. Es una relación extraña, no es decididamente amorosa. Es una relación de compañía, de mucho sostén, sexual por momentos también. Pero es compleja, no sé si diría amorosa. Eso lo hace interesante me parece”, dice Julieta en diálogo telefónico con Sábado Show.
La oficial comienza la temporada trabajando para el Departamento de Prensa de la Policía, pero su deseo de ayudar al protagonista en el caso de Martín Cosme hace que sea trasladada al Departamento de Búsquedas. Rápidamente se arma una dupla de investigación Fabián-Lidia que se convierte en motor de la historia.
“En esta temporada, mi personaje está mucho más en el barro. Estoy absolutamente metida y en el medio de todo. Lidia sale a la calle más, encara más, se anima a ir más por fuera de la Policía. Se anima más a utilizar la institución en lo que los ayuda a ellos (Fabián y Andrea), en lo que puede servir, pero sin tanto resquemor como en la primera temporada. Esta divertidísimo eso”, apunta la actriz.
Eso le ha demandado participar mucho más de escenas de gran despliegue físico. “Tengo bastante más acción que en la primera temporada, bastantes escenas con armas. Aprendí a usarlas pero, de todas maneras, en el set estaban permanentemente los chicos de efectos que manejan las armas para que fuera verosímil, lo que me parecía súper importante”, dice quien preparó “desde la caminata hasta la manera de disparar o cómo el cuerpo recibe el impacto de bala”.
Si bien está ese lazo afectivo que la une a Fabián, la actriz aclara que no le tocan muchas escenas con Moira, la hija del protagonista que, tras diez años viviendo en un paraje aislado con su padre biológico, tiene problemas para relacionarse con la gente y con su entorno, su padre adoptivo incluido. “No tengo mucho vínculo con Moira, no está en esa línea, de hecho es como que tiene cierta tensión con eso porque es un personaje súper introvertido. Son personajes que dicen mucho, pero claramente a Fabián le queda una frustración por no haber podido encontrar a Moira a tiempo. Eso es un tema no resuelto y está en la serie, no es que tiene un vínculo sencillo con ese tema”, explica.
El Jardín de Bronce está basada en la exitosa novela homónima del autor argentino Gustavo Malajovich (Muerte en Buenos Aires, Los simuladores), quien la adaptó para la televisión junto a Marcos Osorio Vidal. Eso significa que el personaje de Lidia venía perfectamente delineado de un libro, algo que no impidió que Julieta tuviera libertad creativa para darle vida en la pantalla. “Siempre que hay un buen libro de fondo y unos directores bárbaros como son los que tuvimos, es muy sencillo. Lo leés y lo tenés cerca, y después conversé un montón con los directores”, cuenta sobre el trabajo desplegado con Hernán Goldfrid y Pablo Fendrik. “Los dos son muy amorosos, muy talentosos y muy distintos entre sí. Pude sacar lo que me gustaba de cada uno y pude armarme un solo director entre los dos”.
Con ambos fue dándole vida a Lidia, “un personaje súper introvertido y muy económico a la hora de mostrarse, de mostrar sus emociones y sus sentimientos. Era importante para mí tenerlo en claro aunque no se dijera. Después, todo lo que es acción, habla por sí mismo, pero todo lo que le pasa al personaje por dentro creo que era importante tenerlo claro”, destaca.
“En la primera temporada estaban muy conflictuados con el personaje porque tenía que tener muchas capas. Por un lado, debía ser una mujer de armas tomar, literal y metafóricamente porque está en un ambiente absolutamente machista. Se tenía que imponer, hacerse su lugar, y pelearse con monstruos totales y con hombres que estaban en la institución hacía mucho tiempo y con mucho poder. Pero a la vez, tenía que tener sensibilidad porque es una mujer que empatiza con los conflictos que en la primera temporada atraviesa el personaje de Fabián y en la segunda el personaje de Andrea. Debía ser una mujer con mucha fortaleza, pero con mucha sensibilidad”, agrega.
Proyección internacional.
Julieta debió pasar por una prueba para ganar el personaje de Lidia, y acceder a trabajar para una cadena del tamaño y la importancia de HBO. “Claramente es una estructura enor me para lo que estamos acostumbrados en Argentina. Se trabaja con mucha comodidad, con muchas facilidades, lo cual es un placer total. Las facilidades se reflejan desde la factura técnica, que es realmente impresionante cómo está hecha y el tiempo que hay dedicado en pensar las escenas. La estructura también te da tiempo y eso se renota”, destaca la actriz.
Algo similar le ocurrió con Otros pecados, ficción que, como El Jardín de Bronce, tuvo a Pol-ka como productora argentina asociada. La ficción está siendo emitida por TNT y consiste en capítulos individuales, de historias que comienzan y terminan, cada una con su elenco. Julieta fue parte del episodio La caldera, donde interpretaba a la hermana de la protagonista -Coni-, una mujer despechada que no ha podido superar el abandono de su pareja aunque ya han pasado diez años. El rencor que guarda resurge en todo su esplendor cuando su ex se aloja en la posada en la montaña, propiedad de su hermana y su pareja, y en la que la protagonista se encuentra trabajando.
Casualmente, Coni es interpretada por Paola Barrientos que, en El Jardín de Bronce, encarna a Andrea. “La grabamos el año pasado”, recuerda Julieta. “Estuvo relindo, buenísimo. Era interesante el planteo, la idea de episodios separados, de elencos rotativos… Fue un placer hacerlo”.
Vínculo uruguayo. Julieta es una actriz muy vinculada a Uruguay. Fue protagonista, junto a su ex pareja, Esteban Lamothe, de El 5 de Talleres, película del director argentino radicado en Uruguay, Adrián Biniez, más conocido como “El Garza”. También participó en otro film de este último, Las olas, y gracias al realizador tuvo una pequeña participación en la serie de televisión uruguaya Todos detrás de Momo (TNU). “Cada vez que me llama el Garza, para mí es un placer porque lo adoro y me fascina lo que hace. Él me parece muy genial. Me encanta ir a filmar a Uruguay”, dice.
En Uruguay rodó también Mi amiga del parque, película escrita, dirigida y actuada por la argentina Ana Katz, otra talentosa realizadora muy relacionada con nuestro país (es pareja del uruguayo Daniel Hendler). “Me encanta filmar con ella, somos muy amigas. Me encanta lo que hace”, apunta y anuncia que en agosto volverá a trabajar con ella en “una película muy divina”.
Hoy el cine la tiene viajando bastante a Chile, donde ya realizó una participación para un film y en julio va a rodar otro con Alfredo Castro como protagonista, “un actor que me encanta”, acota.
En cuanto a la televisión, si bien aún no hay nada firmado ni confirmado, estaría siendo parte de Separadas, una comedia de Pol-ka escrita por Marta Betoldi para la que se maneja un elenco integrado por Celeste Cid, Agustina Cherri, Marcela Kloosterboer, Julieta Nahir Calvo, Gimena Accardi y Florencia Bertotti. “Tengo reganas de volver a hacer una tira en la tele. Me hace mucha ilusión, me parece muy divertida. No puedo contar mucho todavía. Es una historia de mujeres relinda, mi personaje va a ser muy divertido. Se empieza a grabar a fin de año. Será para el verano o para diciembre, porque salen bastante rápido”, cuenta.
Multifacética.
La carrera de Julieta se ha nutrido de los más variados géneros, lo cual le permite afirmar con propiedad que no tiene uno como predilecto. “Me gusta la bendición que tengo de ir de un lado a otro. Es una suerte, porque a los actores se nos suele encasillar bastante cuando gusta algo que hacemos. A mí me pasa que me cruzo con gente que me dice ‘bueno, vos que estás acostumbrada a hacer comedia, ¿cómo es hacer drama?’ y otros que me dicen ‘vos que estás acostumbrada a hacer siempre drama, ¿cómo es hacer comedia?’. Depende quién, si me ve más en cine, si me ve más en la tele, me tienen de una manera u otra, y para mí eso es genial. Creo que uno es todo. Siempre es la visión de uno ante el mundo, y uno elige qué teclas tocar y qué usar de uno, para un trabajo u otro. Está buenísimo que me llamen para hacer distintas cosas”, destaca.
Por eso es que en su carrera acumula muchos personajes y muy variados, y confiesa que son varios los que la han marcado. “El de La mirada invisible, la película que hice con Diego Lerman, que fue muy importante para mí; Mi amiga del parque, la película de Ana (Katz), también fue muy importante; un programa de tele que hice hace muchos años en Pol-ka, Enséñame a vivir (2009), que era una comedia y fue de lo más divertido que hice… De lo que hice en la tele, es algo de lo que me hablan mucho y me divierte porque a mí también me gustaba”, apunta.
La larga lista de trabajos incluye en televisión a la reciente ganadora del Martín Fierro de Oro, 100 días para enamorarse (hizo una participación como una mujer que quería conquistar a Laura, el personaje de Carla Peterson); El marginal; Educando a Nina; Guapas, y Farsantes (nominada al Martín Fierro a Actriz de Reparto). Mientras que en cine, están Relatos salvajes, El rey del once, Aire, Los Marziano y La niña santa, por solo nombrar algunos.
Uno de los más recientes y recordados de la pantalla chica fue la sitcom Loco x vos (2016), adaptación argentina de la americana Mad about you (Paul Reiser, Helen Hunt), en la que compartió protagonismo con Juan Minujín. “Me encantó. Me quedé con un poco de ganas porque hicimos toda la segunda temporada, que es espectacular, y no salió y creo que no va a salir por cosas de empresas, de los canales… ni idea. No sé bien a qué responde. Fue una experiencia muy linda, nos llevamos muy bien, el programa era hermoso, la historia era hermosa. La segunda temporada fue realmente muy linda y me da mucha pena de que no la hayan sacado al aire”, se lamenta y agrega que no quiso ver la original para componer su personaje. “Yo nunca veo los originales cuando hay algo así porque soy muy esponja y no tenía nada que ver con la nuestra por el momento, por el año de una y otra, la idiosincrasia de una cultura, de un país. Logramos hacer algo súper propio con eso, que estaba buenísimo”, explica.
Madre de un niño de 7 años, producto de su relación con Esteban Lamothe, Julieta es una de las tantas integrantes de Actrices Unidas, el movimiento de la vecina orilla fundamentalmente enfocado en conseguir la legalización del aborto. “La agrupación tiene distintos lugares de participación, hay distintas comisiones. Si estás muy ocupada, se participa desde otro lugar. Pero estoy siempre en conexión y colaborando en todo lo que se puede. Está buenísimo”, señala.
Y ocupada ha estado y mucho. Sobre todo en las últimas semanas, con el lanzamiento de El Jardín de Bronce, serie que no se sabe si irá más allá de la segunda temporada, algo que para la actriz es absolutamente viable. “Para mí da para saga directamente porque Fabián y Lidia se convierten muy en dupla de investigación. Toma un tono megapolicial, ultradetectivesco, que puede ser infinito. Pero bueno, veremos, no lo sé”, cierra quien, sea en El Jardín de Bronce o en otra historia, seguramente volveremos a ver. Porque Julieta Zylberberg siempre está.
Con Paola Barrientos
Las actrices coincidieron en dos series estrenadas este año en cadenas internacionales, con producción de Pol-ka. En El Jardín de Bronce (HBO), el personaje de Julieta ayuda al de Paola en la búsqueda del hijo de esta última. En Otros pecados (TNT), hicieron de hermanas en un episodio dedicado al rencor y el despecho.
Trabajos en Uruguay
En nuestro país, filmó las películas El 5 de Talleres y Mi amiga del parque, y la serie Todos detrás de Momo.
Reconocimiento para Lidia
Por la primera temporada de El Jardín de Bronce, fue candidata al Premio TATO como Actriz de Reparto junto a Norma Aleandro.