"Vivo momento a momento", define Natalia Lobo sobre su vida durante el pop up de Tuket Vintage en Osaka José Ignacio. La actriz que alcanzó la popularidad a través de innumerables ficciones televisivas hoy está alejada del medio. Pegó el portazo seis años atrás, antes de que la pandemia de Coronavirus provocara un antes y después en la sociedad argentina y en particular en la industria audiovisual.

"Un día sentí que había cambiado todo y que no quería estar más ahí, entonces cambié yo. Lo sentí en el alma. Me sorprendí a mí misma con esta decisión", expresa la artista a El País, mientras revisa las prendas que están en exposición en el evento al que asistió con amigos. Lejos de la pantalla, cuenta que hoy está dedicada a "estudiar coaching y trabajar con la familia".

Lobo asegura que "no extraña nada" de la televisión: ni el trabajo ni la popularidad que le daba estar frente a cámaras. Incluso asegura que también se alejó de la industria como espectadora. "Voy poco al teatro y no consumo nada de televisión. Miro algo de Netflix, como Envidiosa que me encantó. Pero de televisión abierta nada, en casa ni siquiera tengo", expresa la artista que supo protagonizar exitosas tiras en los canales más importantes de la Argentina.

Pese a haberse alejado del medio y asegurar que está "en su mundo", Lobo advierte que con la pandemia "la industria cambió muchísimo": "La ficción se fue a las plataformas y los canales se dedican solo al entretenimiento. No hay más tiras ni series. A los actores les quedan solo las plataformas y el teatro", lamenta.

Instalada en el Este uruguayo por sus vacaciones, Natalia Lobo disfruta de "caminar temprano en la playa, meterme al agua, andar en bicicleta, leer y ver amigos". "Soy muy introspectiva, pero también me gusta ir a eventos y encontrarme con amigos", indica sobre su verano en el exclusivo balneario.

Lobo insiste en que le gusta "todo de Punta del Este" al punto que había comenzado a organizar su casamiento en un bosque de Maldonado para 2020. Aquel plan finalmente se frustró por la pandemia y terminó contrayendo matrimonio dos años después en un ámbito de bosque y río pero en la provincia de Buenos Aires. La boda fue con el empresario Ariel Polaco, de quien se separó al año siguiente.

Foto: Franco Brea