Natalia Oreiro: a 30 años de convertirse "Paquita", cómo vivió ese día y la polémica sobre su llegada al casting

En mayo de 1993, la uruguaya se coronó en "El show de Xuxa", en lo que fue su primer triunfo internacional. Tenía 16 años y el director de agencia que la recomendó, reclama reconocimiento.

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Natalia Oreiro al recibir la galera de "Súper Paquita".

La carrera deNatalia Oreirotuvo varios momentos bisagra, pero seguramente el más trascendental ocurrió a finales de mayo de 1993. Entonces, la joven modelo y actriz oriental tenía 16 años recién cumplidos y en Buenos Aires logró llevarse la corona (o la galera blanca) de “Súper Paquita” en el programa El show de Xuxa. Por su belleza, soltura y simpatía, la joven uruguaya conquistó a la animadora brasileña, que entonces tenía su ciclo en Canal 13 de Argentina, además de Globo en Brasil.

Si bien Oreiro nunca ejerció como “Súper Paquita”, debido a que Xuxa enfermó ese año e hizo un alto en sus actividades, el concurso fue una palanca para su confianza y también en lo económico. La joven uruguaya vendió el Fiat 147 que obtuvo como premio para financiar sus primeros tiempos de estadía en Buenos Aires. Para 1994 ya había conseguido sus primeros papeles laterales en ficciones de TV (Alta comedia, Aprender a volar, entre otras) y a partir de allí, la carrera de la uruguaya no paró de crecer.

Para el certamen internacional, Oreiro apareció en estudios con un traje típico vestida de gaucha: habló de sus sueños, de familia y se mostró desenvuelta en todo momento.

Consultada por Xuxa sobre por qué quería llevarse la galera de “Súper Paquita”, la uruguaya respondió: “Tendría más confianza en mí. En mi liceo hay gente que no me conoce bien, piensa que soy diferente, porque yo hago muchos comerciales en mi país. Pero no es así. Yo soy Natalia, la de siempre, y seguiré siéndolo”.

Al concurso asistió con su hermana Adriana y unos 30 chicos del Club de Fans de Xuxa en Uruguay. “Me alentaron en todo momento, fue muy emocionante no sentirse sola”, dijo Oreiro a Sábado Show poco después de haber sido coronada, en junio de 1993.

Durante la charla de presentación con Xuxa, Natalia Oreiro también mencionó a una familiar suya con discapacidad (dijo “discapacitada”, como era el estilo de la época) que adoraba a Xuxa. “Su sueño es verme a mí contigo en la televisión”, comentó Oreiro en cámara para emoción de todos en el estudio.

Además de la galera, Natalia Oreiro se calzó la bandera uruguaya, bailó y se emocionó en los festejos.

“Lloré por lo inesperado... Me emocioné mucho cuando me dieron la bandera de Uruguay: sentía que no solo había quedado elegida yo, sino que representaba a mi país porque competía toda América. Además veía llorando a los gritos a mi hermana y era realmente conmovedor”, revivió la uruguaya en una entrevista de 2011.

Polémica por su llegada al casting

A 30 años de aquel concurso, subsiste todavía una polémica. Antes de su coronación en Buenos Aires, Natalia Oreiro ganó el certamen de “Paquita” a nivel local, que fue organizado por Teledoce, el canal que emitía el programa de Xuxa en Uruguay.

Jorge Giordano, histórico productor de Teledoce, recuerda que el concurso se organizó a nivel interno: no fue televisado y participaron 12 concursantes. “Pedían chicas que fueran rubias platinadas y tuvieran soltura ante cámaras”, rememora. El productor se comunicó con diferentes agencias de modelos para que enviaran aspirantes. Por la agencia de Marcelo Bernasconi llegó la joven Natalia, quien ya era muy conocida por las publicidades que había protagonizado desde los 13 años, entre ellos el recordado comercial de tampones. Aunque no era rubia, estaba dispuesta a usar peluca o eventualmente teñirse.

“Es verdad que no era rubia, pero todos nos dimos cuenta de que era la ganadora”, recuerda Giordano, en virtud de las condiciones histriónicas de Oreiro. Lo hablaron con el representante de Globo que viajó para hacer la selección y también estuvo de acuerdo en hacer una excepción al requisito del color de pelo.

La polémica se mantuvo “dormida” hasta 2015 cuando la expuso Marcelo Bernasconi. El director de agencia de modelos hizo público que fue él quien envió a Oreiro al casting en Canal 12, ante el llamado de Giordano. Además, insistió en que era la ideal, a pesar de que tenía el cabello castaño. Sin embargo, según el testimonio de Bernasconi, nunca hubo un reconocimiento público de Oreiro, o su familia, hacia él.

Hoy, Bernasconi reafirma su papel clave (y olvidado) en la carrera de Oreiro. “Ella dio notas de toda índole y nunca me mencionó. Tuvo la gran oportunidad cuando Telefé cumplió 25 años (en 2016) y se dio el reencuentro con Xuxa, pero no solo no lo hizo, sino que mencionó a otra agencia”, asegura el director de la agencia Bernasconi.

En Uruguay, Oreiro también trabajaba para Valentino Bookings, la agencia liderada por Carlos Cámara.

En 2020, en el programa Los mammones, Oreiro dio otra versión sobre su llegada a ese casting en Teledoce: “Fui para acompañar una amiga y quedé yo”, dijo.

Bernasconi niega este relato y asegura que su reclamo no pasa por lo económico, sino por “orgullo”. “Como profesional en el rubro, me parece importante que la historia sea contada como fue”, agrega.

Las diferencias entre el empresario y Oreiro comenzaron ya en aquel 1993. Bernasconi relata que antes de aquel casting en Canal 12 tenía una “muy buena relación” con la joven. Además de manejar la agencia, el empresario se desempeñaba como relacionista público de varias discotecas, a las que la adolescente solía asistir con amigas y como invitada.

Natalia Oreiro

“Desde que se fue a Buenos Aires, nunca más tuve contacto”, dice Bernasconi. El empresario relata que una vez que Oreiro ganó el concurso de “Súper Paquita”, continuó ejerciendo como una especie de representante en las negociaciones con Globo, el canal madre de Xuxa.

“Lamentablemente aquellas comunicaciones eran vía fax, lo que con el tiempo va perdiendo la tinta. Tampoco se me ocurrió hacer fotocopias (de los documentos), ni hacerle firmar un contrato a ella o su familia”, dice Bernasconi.

El empresario dialogaba principalmente con los padres de Oreiro, dado que ella era menor de edad, y con ellos se acordó una remuneración para el representante una vez que Natalia comenzara a trabajar con Xuxa. El premio (aquel Fiat 147) sería 100% para ella.

Luego, se confirmó que el programa de la brasileña no volvía aquel año y la “Súper Paquita” nunca ejerció, tomando otros rumbos. Bernasconi, entonces, quedó completamente afuera de la carrera y la vida de Oreiro.

“Nunca más hablamos ni nos cruzamos. Yo hacía eventos benéficos y para uno de ellos pensé en invitar a Natalia, que ya estaba en Buenos Aires. Supuse que estaba todo bien y busqué contactarla, aunque no tenía su teléfono. Hablé con el padre y me dijo que tampoco tenía su teléfono. Que hablara con su representante. Eso hice pero nunca me respondió”, recuerda Bernasconi.

“Nunca me agradecieron nada, a pesar de que les cambié la vida”, dice el empresario. También da cuenta de un encuentro posterior con los padres de Natalia Oreiro en un restaurante en Montevideo pero, según Bernasconi, “se hicieron los que no me vieron y no me saludaron”.

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"¿Quién es esta uruguaya? Denle un personaje"

En una entrevista para Sábado Show en 2011, Natalia Oreiro recordó aquella coronación de Xuxa como una catapulta internacional. Poco después ya estaba instalada en Buenos Aires buscando oportunidades en la actuación.

“Era una chica que invirtió sus ahorros en irse, entre ellos la venta del auto que había ganado en el concurso de paquita de Xuxa y salí a perseguir mi vocación. Empecé a estudiar teatro desde muy chiquita en Uruguay y desde siempre estaba convencida de que quería ser actriz”, dijo la artista uruguaya.

Sobre sus primeros pasos en Argentina, contó que se fue a vivir a casa de una señora que le alquilaba la habitación y era como su tutora. “Cuando era chica no me paraba nadie. Tenía muchas ganas y creo que eso es la principal motivación. Para mí primero van las ganas y después el resto. Me sobraba energía, ganas de hacer y de aprender. Si bien había estudiado, mi desarrollo más grande sucedió en Argentina gracias a que mucha gente con la que trabajé me cuidó, me enseñó y me vieron pasta. Notaban que yo le ponía mucha garra y les caía tan simpática que me terminaban dando letra porque no paraba de hablar, maquillarme y actuar. Decían, ‘¿quién es esa uruguaya que no deja de moverse? Denle un personaje”.

“No me acuerdo qué pensaba en ese momento. A veces me dicen, ‘ay eras tan chiquita y sufriste’ y la verdad que no. Yo estaba yendo a cumplir un sueño, era todo nuevo, era lo que quería hacer, tenía el apoyo de mi familia, era fantástico. Con mis padres viajábamos una vez por año a Buenos Aires y yo caminaba por calle Corrientes, veía los teatros, las luces y estar ahí era soñado. Dejé a mis amigos, terminé con un noviecito, extrañaba a mis padres, pero estaba tan contenta que nunca lo tomé como un pesar. No tuve ningún momento doloroso en esa transición”, añadió respecto a los primeros tiempos en la capital argentina.

Reencuentro con Xuxa

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Natalia Oreiro y Xuxa en 2016.

En 2016, Telefé celebró sus 25 años y la fiesta fue escenario del reencuentro entre Natalia Oreiro y Xuxa, quien acudió al Luna Park de Buenos Aires donde se desarrolló la celebración.

Super paquita Natalia Oreiro linda como siempre”, comentó la brasileña al compartir una selfie con la uruguaya.

El vínculo entre la brasileña y la uruguaya ha sido esporádico en los últimos años pero siempre muy intenso y respetuoso. Se prodigan un gran respeto mutuo.

En 2017, cuando Natalia Oreiro cumplió 40 años, Xuxa le envió un sentido mensaje de cumpleaños.

“Mi súper paquita: te deseo lo mejor”, le dijo para luego cantarle una canción en portugués. “Sos muy importante en mi carrera y en mi vida”, fue la respuesta de la uruguaya.

Luego de varios papeles secundarios en 1997 le llegó la oportunidad de un protagónico en la telenovela Ricos y famosos.

Al año siguiente, Natalia Oreiro se convirtió en estrella de Telefe en 1998, cuando el canal que por entonces conducía Gustavo Yankelevich apostó por ella para interpretar a “la Cholito”, el personaje que marcó su carrera en Muñeca brava. Fue seguramente la telenovela más importante para ella: se vio en 50 países y le abrió las puertas de mercados impensados, como el de Rusia, donde la uruguaya acumula millones de fans.

De hecho, sacó la ciudadanía de ese país y suele organizar giras de presentación musical por distintas ciudades del país.

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