Desde su primera aparición en La Culpa es Nuestra en 2006, Noelia Etcheverry emprendió un camino de crecimiento paso a paso en los medios frente a los ojos del público. Animó un ciclo de trasnoche como Desvelados, hizo coberturas periodísticas para Subrayado, móviles de color en La Mañana en Casa, el seguimiento de Got Talent en Amamos el Talento y se convirtió en una de las figuras al frente de Sonríe y La Voz Kids. Este año enfrenta su mayor desafío: hará su primera conducción en soledad y al frente de un big show como La Voz Uruguay. “Es una responsabilidad y un logro profesional”, destaca la comunicadora, que no disimula las ganas que tenía de asumir este rol. Sin embargo, no olvida que durante el recorrido hubo altibajos que la llevaron a plantearse la posibilidad de “dedicarse a otra cosa”. La conductora habla sobre su carrera y anticipa los detalles de la nueva temporada del concurso estrella de Canal 10.

-¿Qué se va a ver en esta nueva temporada de La Voz Uruguay que estrena el lunes a las 21 horas por Canal 10?

-La gente se va a sorprender con el nivel de los participantes y con sus historias. Hay mucha gente del interior que viene a Montevideo por primera vez para estar en el programa y también gente de otros países que vino especialmente para participar. Este año se suma la opción del bloqueo, que le permite a un coach anular a otro cuando sospechan que un participante se puede ir con él. Eso le da frescura al programa y genera una competencia divertida entre ellos que está buenísima.

-Y se incorpora Luana como coach.

-Es la revelación de esta edición de La Voz. La rompe. Es explosiva, fresca, graciosa y divertida. Más allá de lo profesionales que son todos los coaches, en el programa dejan ver su costado humano y conectan mucho con el participante. Y Luana es un torbellino. Yo amo su intensidad. Tiene una linda rivalidad con Agustín (Casanova), como si fueran hermanos. En La Voz Kids la gente la pedía en redes y cuando se anunció que iba a estar en esta edición tuvo mucha aceptación. Es muy querida.

-¿Qué fue lo que más te sorprendió en las grabaciones?

-La cantidad de jóvenes con tanto talento que dicen que es la primera vez que cantan y uno no lo puede creer. También hay mucha gente que cantó en algún momento de su vida pero después se dedicó a otra cosa y esta es la oportunidad de cumplir el sueño de volver a cantar.

-¿Esperabas el ofrecimiento para asumir la conducción de La Voz?

-Uno trabaja para que las cosas le sucedan. Cuando entré por primera vez a hacer una nota para Subrayado en el estudio de La Voz pensé “qué increíble esto, me encantaría tener la oportunidad”. Y trabajé para tenerla. Cuando hice La Voz Kids pensaba que si en algún momento se daba la oportunidad de que otra persona condujera La Voz lo podría hacer yo. Al final Nati (Oreiro) no iba a estar en esta edición y me llamaron a mí. Acepté enseguida. Un poco me la veía venir, sabía que mi nombre iba a estar sobre la mesa.

-¿Cómo fue asumir semejante desafío?

-Es una responsabilidad y un logro profesional. Trabajé mucho mi rol y busqué la forma de potenciar mi trabajo. Me ayudaron muchos productores. El laburo que tuve con ese equipo para crecer es de lo más importante que me llevo. No soy la misma conductora que empezó a grabar La Voz.

-¿Tomaste el trabajo de Natalia Oreiro en la conducción como referencia?

-Ella es una referente. Cuando ella hacía Got Talent y yo iba a cubrir las giras, me sentaba en los teatros y la miraba ensayar. La veía estudiar y prepararse para sus programas. Me tomaba un tiempo para observarla y aprendía de ella. Su profesionalismo, cómo trabaja los guiones, cómo trabaja su rol. Es una gran conductora e hizo muy bien Got Talent y La Voz. No es fácil hacer estos formatos y ella los hizo de una forma increíble. Además se preocupa y mira todo. Me mandó un mensaje para desearme éxitos, y eso que no es una conductora que me cruzaba todos los días en el canal. Tiene don de gente.

-¿Cuál dirías que es el mayor desafío en comparación a tu trabajo en La Voz Kids el año pasado?

-Es la primera vez que conduzco sola. Siempre he estado en equipos. Cambia mucho. Tener un compañero es lo más lindo que te puede pasar porque sirve para apoyarte, ayudarte y salvarte.

-O todo lo contrario.

-(Risas) Pero esas cosas también te ayudan. No es que me haya pasado pero a veces uno no está tan en sintonía. Capaz que uno tiene una forma de trabajar distinta a la otra persona y no fluye tanto. Yo soy muy exigente con mi laburo y eso puede ser un defecto.

-Además de La Voz seguís al frente de Sonríe, ¿cómo viviste el cambio en el programa con la salida de Iñaki Abadie y la incorporación de El Piñe?

-Estoy muy contenta con su incorporación. Los quiero mucho a los dos, pero lo que me pasa con El Piñe es que yo empecé en Canal 10 con él, cuando hacíamos La Culpa es Nuestra. Es emocionante y sumamente significativo estar conduciendo juntos un programa. Siempre lo quise hacer. Es una revancha porque me quedó el sabor de que me hubiera gustado seguir más tiempo en aquel programa y ahora lo estoy haciendo. El Piñe es divino y siempre está preocupado de que uno esté bien.

-Tu carrera ha sido muy paso a paso frente a cámaras hasta llegar a la conducción de un show como La Voz, ¿cuánto valora la gente ese recorrido?

-Me pasa mucho que la gente me dice “yo te veía en tal programa”. La gente conecta con mi historia. Soy honesta con lo que siento y lo que digo. En general el público se alegra y me dice “qué bueno que llegaste”. Yo digo que para mí era un sueño y lo estoy logrando. Está bueno decir cuando uno quiere algo y se le está dando. Yo quería ser conductora de este programa, trabajé para eso, lo estoy haciendo y estoy agradecida.

-¿Haber hecho móviles en vivo ayuda a generar esa cercanía con el público?

-Los programas en vivo dan mucha cercanía. La Mañana en casa me permitió acercarme mucho a la gente y con los móviles ni que hablar.

-¿Te tocó vivir alguna mala experiencia en alguno de ellos?

-Alguna agresión en una marcha cuando estaba haciendo un móvil para el noticiero. Fue una de Irma Leites. Nos tiraron piedras y nos graffitearon la cámara. Fue bastante complejo, es duro ser agredido. Tuvimos la inconsciencia de hacer una salida al aire más. Después nos fuimos, mi vida no vale dos minutos más de aire. Todos los compañeros del noticiero supieron acompañar y estaban muy pendientes de lo que pasaba.

-Con la perspectiva de hoy, ¿cómo recordás los tiempos en los que llegaste de Trinidad a abrirte camino en los medios de Montevideo?

-Cuando llegué me sentía un poco perdida. Me abrumó. Ahora hay más cercanía con el interior pero hace 20 años no. Yo pasé de trabajar en un estudio chiquitito con dos cámaras a trabajar en Canal 10. Llegué con 17 años. Recuerdo esa etapa con mucho cariño, pero me di muchos porrazos por no saber dónde estaba parada. Fue un aprendizaje.

-Empezaste trabajando con lugares destacados en programas importantes y después tuviste un período afuera del aire, ¿te llevaste muchas frustraciones?

-Sí, estuve un tiempo afuera de la televisión y hubo un momento en el que pensé “tengo que dedicarme a otra cosa”. Me puse a hacer otros cursos como analista en marketing. Mandaba mi currículum a laboratorios y call centers y me decían “disculpá pero tu experiencia es en televisión”. Estaba frustrada porque no podía trabajar de lo que amaba pero antes de todo soy una laburante. Lo que me pasaba era que me había recibido, tenía experiencia en medios y las cosas no se me daban. Pero las cosas se dan cuando se tienen que dar.

-¿Qué características del interior del país conservás?

-Todo, es mi esencia. Viví más años en Montevideo que en Trinidad pero en la capital me sigo perdiendo. Tengo muy presente mis raíces y voy muy seguido. Volvería a elegir el lugar en el que nací.

-¿El interior está bien representado en la televisión de Montevideo?

-Falta. La televisión está muy centralizada en Montevideo y es una pena porque cuando uno va al interior es impresionante cómo la gente consume los canales de la capital. La gente no nos ve solo en Montevideo, y está bueno que el resto del país también se pueda sentir representado. Tengo un proyecto que tiene que ver con eso.