Pablo Atkinson y una carrera que paso de hacer show en boliches a llenar cinco veces el Teatro El Galpón

El actor habla de su carrera, de sus inicios, su llegada a Uruguay, el gran año laboral que tuvo, el éxito de "Humorísimas" y adelanta su debut en el Carnaval junto a Los muchachos.

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Pablo Atkinson.
Pablo Atkinson.
Foto: Juan Manuel Ramos.

Llegó a Uruguay hace 13 años, y de a poco se fue haciendo un camino en los medios uruguayos. Pablo Atkinson, el actor que comenzó haciendo espectáculos en boliches, y luego en teatros para pocas personas, este mes agotó las cinco funciones que se marcaron en El Galpón con la obra Humorísimas 19 (el lunes es la última función del año) que también integran Petru Valenski, Fito Galli y Nacho Cardozo.

En esta entrevista con Sábado Show, Atkinson habla de su carrera, de su familia, dice cómo llegó el transformismo a su vida, también cuenta del éxito de esta obra que mezcla humor y reflexión, y de este año en el que pasó por el magazine de Canal 10 El show de la tarde y que finaliza con su llegada al Carnaval, junto a parodistas Los Muchachos.

Tiene 36 años, y a los 17 ya estaba probando su primer taco aguja, no tan alto como usa ahora, y su primera peluca. “Siempre quisiste ser artista. Ya de niño estaba claro que quería ser actor. Me disfrazaba, imitaba los personajes de la televisión”, cuenta Pablo Atkinson.

Pablo Atkinson.
Pablo Atkinson.
Foto: Juan Manuel Ramos.

Por eso, para cada reunión familiar, fuera Navidad o un cumpleaños, siempre había una mini obra de teatro que hacía con su abuela. “Escribía los guiones y hacía la escenografía”, cuenta. “Todos me fomentaban”, dice el actor que nació en Mar del Plata y llegó a Uruguay en 2003.

Cuando tenía 10 años comenzó a asistir a talleres de teatro, lo que dice que lo ayudó a despertar la pasión por las tablas y los escenarios. En la secundaria pudo estudiar teatro y pasaba todo el tiempo con los talleres para las obras de las muestras de fin de año.

Más grande ya decidió ser actor, se formó como profesor de teatro, también realizó cortometrajes que presentó en festivales. “Todo eso me dio muchas herramientas, y por ejemplo hoy puedo ser el editor de mis videos. En la pandemia, rodé mini cortos de de humor, lo que me sirvió mucho. Y si bien mi familia es de abogados y escribanos, nada que ver con el con el arte, por suerte en ningún momento fue un ‘qué vas a hacer’, sino lo contrario, me incentivaron. Y si bien esa incertidumbre estaba, no me lo transmitieron”.

Pablo Atkinson.
Pablo Atkinson.
Foto: Juan Manuel Ramos.

Al haber nacido en Mar del Plata, todos los veranos iba a ver los espectáculos que llegaban. “Tuve ese bagaje y estudié actuación en Buenos Aires. Más tarde caigo en Uruguay, hace ya 13 años. La mitad de mi carrera la hice acá”, comenta.

Claro que antes que su llegada a Uruguay ocurrió su acercamiento al transformismo. Eso ocurrió cuando todavía no había cumplido la mayoría de edad, pero igual entró a un boliche que, esa noche, tenía un show de transformistas. De inmediato supo que quería hacer eso. Comenzó a acercarse a los referentes, aunque al ser un círculo tan cerrado, no todos le daban consejos.

Así empezó a trabajar, y terminó en Uruguay.

“Los primeros shows que hago acá siempre fueron de boliches. De hecho termino viniendo a Uruguay por la contratación de un boliche. También me empecé a dar cuenta que se podía llevar ese show a un teatro”, cuenta.

Pablo Atkinson.
Pablo Atkinson.
Foto: Difusión.

En ese momento no pudo, porque recién estaba empezando, y “aunque me hubieran dicho que si no hubiera pagar el lugar, ni hubiera podido lograr que la gente vaya. Pero el primer teatro que sí que me dio el espacio fue el Tinglado.

“Ahí empezamos con una temporada de Humorísimas Music Hall en el 2015. Hasta este show, actuaba en boliches, algo como un café concert o un show a las 3 de la mañana. Hice todo lo que había para hacer en ese momento. Después, tímidamente estuve en Azabache, pero sabía que estoe ra para que lo viera todo el público. Necesitaba llegar sin televisión, apenas con un Youtube que estaba empezando y sin acceso a los medios”, dice.

La primera temporada en el Tinglado fue un éxito. “Tuve que construir una carrera de cero porque no me conocía nadie acá”, comenta. “Fue volver para atrás y terminar de construir lo que quería. La carrera con otro tipo de público, otro estilo de humor. Yo elegí estar acá. Caí por esa circunstancia pero luego elegí instalarme y hacer mi carrera acá”.

Pablo Atkinson.
Pablo Atkinson.
Foto: Juan Manuel Ramos.

—¿Qué te decía la gente cuando decías que querías hacer un show de transformismo en un teatro?
—Me decian que no se podía, que nadie lo había hecho antes y que no se podía hacer. En esos años me decían: para qué te venís de Argentina a Uruguay.

—Se piensa que la proyección es de Uruguay hacia Argentina.
—Sí, y creo que a muchos les costó porque ese precconcepto, que no se iba a poder hacer. Viniendo de afuera me chocaba que todo era no, que para hacer esto ahbía que ir allá. Yo lo pude hacer y siendo un extranjero. Igual hoy me considero un uruguayo más, pero me pasaba que era muy fuerte la negación, el no. Ahora es más fácil, hay otra apertura, ya lo hice, como otros abrieron el camino antes. Pero era eso de que no se puede. Por eso en este espectáculo digo al final: ‘¿cuántas veces les dijeron que no se puede? Estamos acá, es un lunes y la sala está llena’.

—¿Cómo pasás de una sala como El Tinglado a El Galpón?
—En El Tinglado fueron muchas temporadas, siempre cambiando el contenido pero imponiendo la marca Humorísimas. En un momento empecé con esto de festejar aniversarios. Estábamos saliendo de la pandemia y hubo fechas que no pudimos hacer, y como no quería esperar a los 20 años, lo hicimos. ahora. La ida era hacer una fecha en un lugar grande. En El Galpón había trabajado en 2020 por un llamado que hicieron para 40 obras. Me presenté y quedé con una obra que hacíamos con otro transformista. Nos fue bien, llenamos la sala con el poco aforo que había, y teníamos un acercamiento a esa sala. Se programó una fecha y la lanzamos cuatro meses antes, sin saber el contenido completo. No era un show complejo de armar porque la idea era poner los momentos que más gusta el público, y pusimos dos por uno en todos lados. Cuatro meses antes de la función se agotó sin publicidad en ningún lado. Pensamos en agregar otra fecha, pero no había mucho margen, y la programamos para un miércoles. Se llenó también.

—¿Y qué hicieron?
—Tuvimos que programar una función el martes, un día antes. Ya ahí ves que hay un interés, y si se llegaba a llenar, se agregaba otra función. Agregamos la fecha y se llenó también, pero la gente no sabía qué iba a ver porque no se había estrenado. No es común que se agoten cuatro meses antes, y desde ahí empezamos a preguntar por más fechas, pero no había,. Agregamos la función del 3 de diciembre y el 18 que me daba miedo agregar porque es cerca de Navidad, pero se vendió todo también. La gente eligió despedir el año un lunes 18 de diciembre con nosotros. Y encima me enteré que hay gente que ya lo fue a ver dos veces.

—¿Por que no hay más funciones?
—Porque se termina el año. No lo pudimos preveer, para la próxima haremos una temporada. Nos sorprende porque no somos figuras, pero para que se sorprendan Petru o Nacho, es para atender.

—Además de todo esto vas a debutar en Carnaval.
—Sí, entre todo esto también hago Carnaval. Tenía muchas ganas de hacer carnaval desde hace muchos años. Tuve alguna propuesta que por ahí o no me convencía o no pude aceptar por los tiempos. La propuesta de Los Muchachos me gustó y enseguida dije que sí. Ya empezamos con los ensayos para el Teatro de Verano.

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