NOTA DE TAPA
La periodista lleva 17 años en el noticiero de Canal 10, donde pasó por todas las etapas. Recién regresada de Cancún, revela que con su compañero solo hay amistad.
-Llevás 17 años en Subrayado, ¿cómo fueron tus comienzos?
-Empecé con una pasantía. Estaba estudiando comunicación en la Universidad de Montevideo y entré como pasante. Cuando terminaba, supe que se estaba por jubilar la telefonista y le pregunté a Nelson Fernández, que entonces era el director del informativo al igual que ahora que volvió, si podía quedarme en ese rol. Nelson me dijo que sí y me contrataron para atender el teléfono.
-Así que pasaste por todos los roles...
-Sí. Yo atendía el teléfono pero también pedía cancha para otras áreas. Fui asistente de producción y me dedicaba a otras tareas: hacía gráficos o ayudaba con los guiones. Luego empecé a hacer locuciones, como la quiniela o la cotización de la moneda. Más adelante empezaron las notas y las salidas al- aire.
-En una época te dedicaste a la información policial.
-Sí y hasta hoy lo sigo haciendo, aunque menos que en otros tiempos. En su momento teníamos el handy con la frecuencia policial: escuchaba todo el día la radio policial e íbamos corriendo detrás de las noticias. Nos aprendíamos las claves: 24 rapiña, 52 homicidio, 37 accidente con lesionados... me las acuerdo hasta ahora. Fue una linda etapa.
-¿Te fue fácil o costó entrar un poco en el ambiente?
-Es medio difícil. El ambiente de la policía es un poco cerrado aunque de a poco me fui acostumbrando. Cuando se terminó lo de la radio policial, en la administración de Eduardo Bonomi, teníamos que cultivar las fuentes en la policía para enterarnos de las noticias. Si bien ahora el referente en materia de policiales es Diego Píriz, conservo algunas fuentes y cada tanto cubro noticias de este tipo.
-¿Te impactan emocionalmente esas noticias?
-Me acostumbré. Como le debe pasar al médico o en otras profesiones. No digo que perdés sensibilidad pero si es tu función diaria, no te va a sorprender.
-En este tiempo te recibiste además...
-Sí. Además, en 2019 terminé una maestría en dirección de comunicaciones. Está enfocada hacia el área corporativa, un rubro en el que no trabajo pero quería ampliar mis conocimientos y la gama de posibilidades. No quiero cerrarme al periodismo y no sé si quiere ser periodista toda mi vda. Es una actividad muy compleja, estresante y con mucha adrenalina. Algún día tenés que bajar la pelota.
-¿Lo vivís con mucho estrés?
-Sí. Estamos siempre detrás del último momento y no siempre le podemos poner profundidad a los temas. Andar a las corridas puede ser cansador. En algunos momentos he tenido crisis vocacionales también. Por momentos me he preguntado si el rumbo que tomé es el indicado. Creo que a muchos les pasa eso.
-¿Cómo lo resolviste?
-Con mucha terapia. Y mucho mirar para adentro. Ahora estoy en un lindo momento, también con la profesión. Me gustaría también hacer radio o prensa, medios en los que nunca he trabajado. Estoy abierta a esa posibilidad.
-Hasta el año pasado estabas en la conducción de Subrayado primeras noticias, una edición matinal del informativo. ¿Qué pasó?
-Con la pandemia y por razones de contingencia se resolvió levantarlo. Estuvimos más de tres años al aire con Alfredo Dante y José Irázabal. Ahora se emite en simultáneo Informativo Carve. La conducción fue otro desafío: empecé en ese rubro en Subrayado mediodía con la presentación de noticias policiales. Me gusta mucho el rol de presentadora. Ahora no estoy oficialmente en la conducción pero cada vez que hay una licencia al mediodía me convocan.
-Hace poco te fuiste de viaje al Caribe...
-Sí. Vacaciones por fin. Por momentos, pensé que no iba a poder viajar más por la pandemia. Desde 2019 que no salía del país. Ahora se venía mi licencia y necesitaba tomarme unas vacaciones. Cancún, a donde nunca había ido, me pareció el destino ideal.
-Viajaste con tu compañero Marcelo Scaglia, ¿cómo surgió ese plan?
-Empecé a preguntar en la redacción quién tenía días libres y estaba con ganas de viajar. Marcelo me dijo que le parecía interesante la idea y al otro día me confirmó. Compramos los pasajes y nos fuimos. Ninguno de los dos había ido a un all inclusive, así que fue una buena experiencia. Fue toda una travesía, una aventura.
-¿Por qué?
-Porque la pasamos muy bien, nos matamos de la risa, conocimos lugares, descansamos...
-Surgió la suspicacia de un romance...
-Sí, surgió, pero nada que ver. Los dos estamos solteros y se dio la posibilidad de hacer el viaje. No más que eso. Con Scaglia nos matamos de la risa. Lo que sí nos pasó fue que afianzamos la amistad. Porque si bien nos conocemos hace 17 años (él entró el mismo año que yo a Subrayado), pasar esa semana en Cancún fue relindo. Es una persona excelente, con buenos principios y valores. Lo quiero mucho pero no hay nada entre nosotros.
-La suspicacia estaba apoyada es que no es lo más común que viajen dos compañeros de trabajo una semana a un all inclusive.
-Puede ser, pero creo que tenemos que tener la cabeza más abierta. Me parece que puede ser algo normal. Te digo más: compartimos habitación porque así nos salía más barato. En camas separadas, pero la misma habitación. La verdad es que nos amoldamos el uno al otro. Nos matamos de la risa. La amistad se mantuvo como tal.
-¿Desde cuándo estás soltera?
-Cinco o seis años.
-¿Qué ha pasado? ¿Sos muy exigente?
-No. Creo que el mundo y la forma de vincularse es tan distinta a cuando éramos más chicos que no me logro adaptar a ese cambio. O no encontré a la persona.
-¿En qué notás el cambio?
-En que las relaciones son más efímeras, superfluas. Hoy estás y mañana no. A la primera pelea, todo se termina. A mí me gusta más construir relaciones a futuro. Si una va en ese plan, salen volando. A la primera, se toman los vientos. O si aparece una dificultad, chau. Creo que por eso estoy sola desde hace cinco años.
-¿Cómo te llevás con la soltería?
-Bien. pero en este momento de mi vida me gustaría tener un compañero. Alguien con quien compartir mi vida, el camino y hacer cosas juntas que nos lleven a un progreso en común.
-¿Scaglia no tiene chance?
-No, ni lo planteamos. Tiene mucho sentido del humor. En el viaje se hacía pasar por mi esposo y cuando, por ejemplo entrábamos a una tienda, me decía: “Dejá de gastar mi plata”. Nos divertimos mucho y repetiría la experiencia.
-Tenían rutinas parecidas o cada uno hacía lo suyo.
-Hacíamos casi todo juntos. Teníamos bastante conexión. Noche metíamos, a pesar de que no queríamos.
-En Subrayado da la sensación de que se cultiva la amistad, ¿es así?
-No hay competencia. Nos ayudamos entre nosotros. Mi último novio trabaja en el informativo. Es editor. Seguimos trabajando juntos y todo bien. Siempre supimos separar las cosas y ser profesionales.
-¿Qué te parecen las redes sociales para conocer personas?
-Una porquería. He tenido malas experiencias. Creo que no son uno buena herramienta para conocer personas si una busca algo comprometido. Si querés pasar el rato, genial. Es una buena opción. Pero creo que no tiene mayor utilidad que esa. Es verdad que hay gente que se ha conocido por Tinder y se terminan casando. Aunque parece que son las excepciones.
-¿Tuviste o tenés Tinder?
-No, por mi condición de persona conocida de la televisión. Si fuera una persona anónima, quizás en algún momento de mi vida hubiera tenido. Es como tener Instagram. No me parece nada malo.
-¿En algún punto esa condición de ser persona conocida complica en algo los vínculos?
-Yo creo que no. Al menos desde mi visión. Capaz que para la otra persona es diferente. Yo soy una persona reauténtica y no me siento que “salgo en la tele”. Soy la misma. Quizás la otra persona lo vive de otra manera.