Redacción El País
Paula Chaves dio sus primeros pasos en el reality Super M 2003, donde resultó ganadora, aunque nunca se creyó la fama ni el éxito. El modelaje, en realidad, le sirvió para meterse en los medios y poder colaborar con su familia, ya que en ese entonces estaban recuperándose de una gran crisis económica y no tenía tiempo para vanidades.

Dos años más tarde, debutó como conductora de Princesas por El Trece, en 2009 participó de la tira infantil Nini, y saltó a la fama como participante del Bailando 2010. En el reality de Marcelo Tinelli, además, se enamoró de Pedro Alfonso, su esposo y padre de sus tres hijos.

Más adelante, la mediática pareja compartió escenario en distintas obras de teatro. Paula, además, condujo Este es el show, Bake Off y su nombre sonó como posible conductora del Cantando 2024; al final no será.

El 6 de setiembre cumple 40 años y por este motivo van cinco cosas que quizás desconocías de la modelo y conductora argentina.

Corría 2013 cuando tuvo que poner límites a un grupo de fanáticas, y en especial a una que la llamaba por teléfono a cualquier hora. Según contó a PrimiciasYa, la situación se volvió insostenible cuando las seguidoras fueron hasta su domicilio y le tocaron timbre con insistencia: le pedían que bajara para entregarle unos regalos. No les abrió y les explicó amablemente, a través del portero, que no iba a salir.

“Agradecemos el amor de la gente, pero a la salida del teatro y en la calle, que no es nuestra casa”, expresó. Si bien aclaró que la mayoría eran respetuosas, dijo: “Espero que no pase más esto, ni lo de esta chica que me manda mensajes a cualquier hora”.

La crisis del 2000 trató muy mal a la familia Chaves. Su padre era textil, se fundió, y Paula, con 18 años, salió a trabajar como modelo para contribuir con la olla. “Desde chica tuve que hacerme cargo de cosas de grande, pero así me salía”, dijo a Infobae. Perdieron todo cuando ella tenía 16 años, se mudaron a Lobos, y se instalaron en una casa prestada que se llovía. La desconexión fue tal que hasta le perdió el rastro a su mejor amiga.

“La pasamos pésimo porque no había plata, no había una heladera llena. A la distancia digo, menos mal que me pasó, porque hizo que hoy sea quien soy, con los pies sobre la tierra, valorando lo que tengo, enseñándole a mis hijos a agradecer tener salud, un techo, una cama calentita”, indicó a Para Ti. En entrevista con Infobae confesó que su padre no se escondía para llorar y que su madre se las tenía que ingeniar para alimentar a cinco bocas con 20 pesos. “Nos vi tan lejos y desprotegidos... Nunca vamos a olvidar ese momento en que papá nos dijo: ‘¡Conseguí trabajo!’ Lloramos tanto”, dijo.

Foto: @chavespauok

Eran inseparables e incluso Zaira es la madrina de Filipa, la hija más chica de Paula, pero el vínculo se quebró cuando la menor de las Nara inició una relación con Facundo Pieres, el polista que fue pareja de su amiga 13 años atrás. Según declaró Paula a Socios del espectáculo, hubo “cosas previas”, aunque le anticipó a Zaira lo que finalmente pasó: “Le dije ‘nos vamos a terminar separando y no me estoy sintiendo cómoda por cómo vos estás reaccionando’”.

Agregó que se cansó de “remar” la amistad y que sintió un freno del otro lado: “Intenté un montón de tiempo y después decidí dar un paso al costado, porque me estaba sintiendo incómoda en una situación que a ella también le incomodaba compartir conmigo”.

Confesó que de no haber entrado en los medios, hubiese sido partera, y en vez de dejar su vocación por el camino, decidió hacer un curso de doula para poder acompañar a otras mujeres en el embarazo, el parto y el puerperio. Tiene tres hijos y, según dijo a Teleshow, la maternidad la atravesó, desarmó y descolocó. Tanto que la llevó a sanar el vínculo con su madre, investigar cómo había sido su llegada al mundo, y por si fuera poco, sintió el llamado irrefrenable de ser soporte emocional de sus pares en la gestación.

Sucedió en un ritual energético con una tribu de mujeres, donde conectó con sus ancestras y fue un despertar de conciencia. “Me encanta acompañar a las mujeres en estos procesos, siento que hay un ámbito descuidado que no se cuenta. Eso de romantizar la maternidad y que todo está bárbaro, no: es reoscura la maternidad, nos refleja con nuestra propia sombra y herida de cuando somos chicos”, reflexionó.

A Paula le tocó bailar con la más fea tras el divorcio de sus padres. Su madre cayó en depresión, se hizo adicta al alcohol y los fármacos y la hoy modelo debió hacerse cargo de sus hermanos. Fueron tiempos turbulentos y tardó en comprender que su madre había entregado su vida entera a ese matrimonio y la crianza de sus hijas, y que de un día para el otro se quedó sin nada. “Me acuerdo de ir con mi panza enorme embarazada de Baltazar a internarla a una clínica para adictos, y decía, ‘¿por qué me está pasando esto?’. Dije: ‘esta es la única forma para sacarla adelante’. Ese día hizo un clic y me dijo, ‘me voy a curar, lo voy a hacer por ustedes’. Se dio cuenta, pero fueron muchos años”, contó a LM Neuquén.