NOTA DE TAPA
La artista debuta en su primer protagónico en cine con En el pozo, un film uruguayo que ha llegado a las salas locales con gran suceso. La ganadora de Despedida de soltero junto a su esposo Facundo Santoremedio anuncia además que finalmente la casa que obtuvieron como premio se está construyendo.
-Se acaba de estrenar en Uruguay la película En el pozo, que implica tu primer personaje protagónico en el cine, ¿Cómo se dio tu llegada al proyecto?
-Fue muy loco porque en realidad lo llamaron a Facu (Santoremedio, su esposo) a un casting para uno de los personajes masculinos. Yo lo acompañé y me dijeron que estaban buscando también a la actriz. Hice el casting y seguimos avanzando en las diferentes etapas: Facu no quedó y yo sí para un protagónico en el personaje de Alicia que me llena de orgullo. Estoy feliz con los resultados.
-La película se estrenó en el Festival de Ginebra con buena crítica y aquí, en Punta del Este, se llevó el premio del público...
-Sí, estamos muy contentos. La historia ha prendido muy bien y recorrió varios festivales. Dentro del cine de género está teniendo muchísima valoración. Es un thriller dramático y realista, con un contenido fuerte de género. Otro tema que atraviesa la película es la rivalidad ciudad - interior. En el pozo cuenta la historia de Alicia, una chica del interior que se va a vivir a la capital. Todo comienza cuando ella lleva a su novio capitalino a conocer a sus amigos del pueblo natal. El encuentro se produce en una cantera abandonada donde ellos solían pasar sus días de verano. Lo que empezó como una tarde amistosa de verano, se empieza a poner cada vez más tenso y angustiante. Alicia es la única mujer del encuentro y sufre cierta cosificación y... mejor no cuento mucho más.
-¿Qué sensaciones te dio verla al ver la película completa y editada?
-Fue muy loco verla en Suiza, rodeada de suizos en Ginebra en noviembre pasado. Me emocioné un montón. Hicimos después una conferencia de prensa y no podía creer lo que había vivido. Ver la repercusión de la gente, ver que esa historia puede ser universal...
-Y verte a vos, ¿qué te provocó?
-Es complicado verse. En esta película, por suerte, logré separarme completamente de Alicia, un personaje que vive una situación de violencia y lo vi como una espectadora más. Obviamente, me critiqué como siempre al principio pero pude luego hacer el desprendimiento. Trabajé un montón por ese personaje, lo sentí como una gran responsabilidad, en especial por el trasfondo social que tenía la historia. Lamentablemente este tipo de vínculos enfermizos que se reflejan en la película se dan muy a menudo en la realidad.
-¿Te ha tocado en tu historia personal o laboral atravesar por situaciones de violencia de género?
-Siento que todas las mujeres en algún momento vivimos una situación de violencia, no necesariamente física, sino de abuso de poder. En mi caso, nunca viví nada que me afectara profundamente la vida, aunque sí he sido pasado por circunstancias de manipulación.
-¿El ambiente artístico o el de la moda, donde has desarrollado tu carrera, es más frecuente?
-Sí, el abuso de poder está muy presente lamentablemente. Por suerte, cada vez más la mujeres sentimos el lugar de empoderamiento y tenemos más oportunidades de expresarnos. Nos sentimos apoyadas pero es un trabajo diario compartir el mensaje de igualdad de género, en todos los ámbitos, en especial de la casa para adentro. Es imperdonable que las mujeres seguimos siendo hostigadas, abusadas, discriminadas, asesinadas...
-Con la denuncia de Thelma Fardín a Juan Darthés por violación volvió el tema al tapete...
-Sí, yo la conocí a Thelma. Hicimos Dance! juntas (2010) para Canal 10. Éramos muy chicos y me sorprendió un montón cuando la vi hacer la denuncia. Me incomodó que ella tuviera que justificarse por todos lados, respecto a por qué hizo el video, cómo lo hizo y demás. Ella no tiene que justificarse por haber sentido que era el momento de hacerlo público. No importa si fue 10 años después o con un video producido. No importa eso. Lo importante es lo que vivió.
-En 2017 ganaron con Facundo el reality Despedida de soltero (Telefé y Endemol) pero hasta el momento no cumplieron con el premio de la casa, ¿sigue así la situación?
-No. La casa por fin se está construyendo. Casi todas las semanas nos mandan fotos de los avances en la obra. Es una casa en un barrio privado en Pilar (Buenos Aires) y cada vez que me llegan las imágenes estoy horas haciendo zoom porque no puedo creerlo. Se supone que en mayo estaría pronta. Una vez que la tengamos vamos a ver qué hacemos. Como tenemos proyectos en Uruguay, seguramente seguiremos por acá y la alquilaremos. Pero la idea a mediado plazo es empezar a mirar hacia afuera y vivir en Buenos Aires es una opción.
-¿Hay otras?
-Sí, me encantaría explorar otros horizontes. Aprovechando que ha salido la película y que hicimos contactos en los festivales. España puede ser un buen lugar.
-¿Por qué fue tan demorada la casa?
-Fue un proceso de negociaciones muy largo. Nos ofrecían otras cosas o dinero y nosotros nos mantuvimos firmes en la casa. Como hubo muchas demoras y contratiempos empezamos a presionar por redes sociales, que fue nuestra arma más fuerte. Nos ayudó un montón y no les quedó otra opción que hacer la casa.
-¿Las redes sociales son para ustedes la principal fuente de ingresos?
-Sí. Es una herramienta fantástica sobre la que hay que tener mucha responsabilidad. Hay que generar un contenido concreto en las redes. ¿De qué habla Paula? Se trata de mostrar mi forma de vida de forma natural. En nuestro caso, heredamos más de 100.000 seguidores del programa y tenemos el desafío de mantenerlos con contenido. Lo tomamos como un trabajo y así es que aparecen luego las marcas.
-¿Qué proyectos tienen para el resto del año?
-Con Facu estamos en un proceso creativo para una idea de interacción en bares sobre violencia de género. Calculo que en abril estaremos con eso. Él, por su parte, tiene muchos proyectos teatrales y en un programa en Radio Universal con Andy Vila. Más a mitad de año voy a hacer una comedia con Leticia Fernández, así que este año, por suerte, viene cargadito.