El periodista deportivo se retiró del comentario y vive en Piriápolis, donde dedica el tiempo a caminatas, escuchar música y la escritura de un libro sobre el enfrentamiento de los años ‘90 entre Paco Casal y Luis Cubilla.Al actual conflicto de Tenfield con los jugadores de la selección lo califica como “el mayor cimbronazo” para la empresa que tiene los derechos de TV del fútbol. Recuerda aquel episodio cuando fue “bajado” del avión con Mario Bardanca y habla por primera vez de un segundo vuelo en que intentaron dejarlo afuera. Conocé los días de Yannuzzi en su retiro en el Este.
Cuando alguien le pregunta sobre un posible regreso al comentario deportivo, Enrique Yannuzzi responde con humor: "Lo que pasa es que no me quedan más pastillas. Me las comí todas".
A los 66 años, el periodista ex Radio Universal y Estadio uno está convencido de que tomó su mejor decisión al cambiar casi 40 años de fútbol (y pastillas, según su latiguillo que tenía con Alberto Kesman) por la tranquilidad de Piriápolis, el balneario que eligió para su retiro.
Se levanta muy temprano y camina todos los días 4 kilómetros. No pesca, ni es especialmente adepto a la playa. Pero le gusta la vida de Piriápolis. Juega a las bochas en el club local y se integró rápidamente a un grupo de amigos, que se reúne todas las semanas y donde Quique es uno más. Valora que no le hablen de fútbol todo el tiempo. "La gente de Piriápolis me transmite alegría por haber elegido este lugar para vivir", asegura.
Desde que se retiró en diciembre de 2015, volvió al estadio solo en dos ocasiones. En un caso debido a un reconocimiento que le hizo la dirigencia al bautizar con su nombre una fecha del campeonato y la segunda por un pedido de su esposa. "En 30 años nunca me llevaste, así que ahora vamos", le dijo. Compró las entradas y fueron a ver Uruguay - Paraguay a la tribuna Olímpica. Yannuzzi salió radiante, no solo porque en aquella ocasión los celestes aplastaron a Paraguay por 4 a 0, sino por los buenos comentarios que recibió de los futboleros. "Se ve que tan mal no estuve", dice orgulloso sobre su carrera en los medios.
Hoy no escucha radio, ni siquiera a sus amigos de Universal. "Si lo hiciera estaría con el yo haría tal cosa o tal otra. Hay que cortar ", explica. Cuando mira fútbol por TV, local o internacional, lo hace con el volumen en mute. Eso le permite hacer sus propios comentarios, pero esta vez, exclusivamente para él.
Cimbronazo.
La serenidad de su nueva vida le permite a Yannuzzi dedicar tiempo al viejo proyecto de escribir un libro sobre un episodio que para él marcó época: el enfrentamiento entre el entonces DT de la selección Luis Cubilla y Paco Casal en los 90.
"Es un tema que viví muy de cerca. Si bien voy a incluir opinión mía, también estoy recogiendo testimonios de la época", asegura.
Aquel conflicto desencadenó el enfrentamiento del entrenador con los "repatriados" o "los italianos", jugadores que en su mayoría eran representados por Casal. Como consecuencia en cancha, Uruguay obtuvo magros resultados y no clasificó al mundial de 1994.
"Desde aquel momento, me di cuenta de que poder de Casal no se sabía dónde donde podía terminar y que iba a dominar a todo el fútbol", dice Yannuzzi sobre el origen de sus diferencias con el empresario, aun antes del nacimiento de Tenfield, en 1999.
Hoy que está vigente un duelo entre esta empresa y los jugadores de la selección, Yannuzzi opina que se trata del "mayor cimbronazo" que haya recibido Tenfield.
"Desde aquellos partidos con Jordania (2013) ya habían jugadores que querían tener una reunión para tratar el tema de los derechos de imagen. Lo que muchos pensábamos en aquel momento era que iban a acordar con Tenfield pero también es cierto que vi a jugadores en una posición muy firme, entre ellos a (Luis) Suárez", asegura.
Para el periodista, el diferencial de este conflicto radica en que los contendientes de Tenfield esta vez son futbolistas y para dolor de cabeza de la empresa, son los referentes de una selección victoriosa. "Tenfield está acostumbrada a tener pujas con dirigentes, pero lo que nunca imaginaron fue que se iban a enfrentar a jugadores".
El segundo vuelo.
Cuando habla de estos asuntos, tarde o temprano en la charla Yannuzzi siente la necesidad de excusarse. "Yo sé que estar enfrentado con el poder te da crédito en la gente. Pero yo no lo hago por eso, sino por convicción. Así fue toda mi vida y hoy que estoy retirado mucho más", dice.
Recuerda que con Kesman discutió varias veces sobre el poder en el fútbol. "Él dice que yo estoy enconado con Tenfield y no es así", dice en referencia al relator al que califica como su "hermano". Porque por encima de las opiniones siempre está la amistad.
El episodio público más notorio del enfrentamiento del periodista con Tenfield data del año 2000, cuando a él y Mario Bardanca les prohibieron viajar en un charter junto a la selección y el resto de los periodistas a Bogotá. "Fue lo mejor que nos pudo pasar", dice en referencia a que ese episodio catapultó las carreras de Yannuzzi y Bardanca.
Pero ahora Yannuzzi cuenta que hubo un segundo vuelo del que también intentaron bajarlo. Fue unos años después. "Ahora que estoy retirado lo puedo contar. Bardanca dejó de viajar en los charters pero yo iba donde me enviara la radio. No preguntaba. Un día estaba en el aeropuerto de Carrasco y otra vez Yern me quiso bajar. Ahí hubo un gesto de los colegas: la gran mayoría de los periodistas se plantaron y dijeron que si yo no iba, no viajaba ninguno. Finalmente, el que arregló la situación fue (Eugenio) Figueredo. Nos dijeron que había sido un error o una calentura del momento, pero finalmente viajé".
Familia a distancia.
Enrique Yannuzzi está casado y tiene tres hijos: Soledad, Mariana y Pablo. Todos viven en Montevideo. Cuando Yannuzzi decidió retirarse a su casa de Piriápolis, no le iba a pedir a su esposa que dejara de trabajar porque ella aún no tiene edad de jubilación. Los fines de semana ella o él viajan para hacer vida familiar. "Le hace bien a la pareja", dice sobre esta convivencia de sábado y domingo.
En 1962, cuando era niño, Yannuzzi conoció Piriápolis por primera vez y luego veraneó todas las veces que pudo hasta que logró comprar su casa. La llamó "Luna", en homenaje a una perra que fuera su gran compañera y que falleció meses atrás. Es un construcción típica de balneario: pequeña, bien distribuida, blanca, de aberturas verdes.
Después de su caminata matinal, Yannuzzi se dedica a arreglos en su casa y a escuchar música, sobre todo de autores uruguayos. Gran enamorado de Alfredo Zitarrosa, cada vez que alguien elogia su presente piriapolense con la frase: "Acá sos Gardel", él prefiere corregir: "No, acá soy Zitarrosa".
ENRIQUE YANNUZZI