Redacción El País
“Peñarol y corran perros”, “esas cosas que tiene el Indio”, “Peñarol es formidable, Peñarol es colosal”. Con esos latiguillos y una imitación muy lograda del tono de voz, hay otro presidente de Peñarol que sale en radio y streaming y que con las armas del humor, amenaza con dar “un golpe de Estado” carbonero.
Ignacio Ruglio, el verdadero, visitó la semana pasada a su personaje en el segmento Deportgol de La mesa de los galanes (Del Sol FM). No era el primer cruce pero sí de los más significativos, al otro día de la coronación de Peñarol. El actor detrás de la máscara es Germán Silveira, reconocido humorista que comenzó con esta imitación hace unos dos años y le viene dando muchas satisfacciones.
“Me di cuenta desde el principio que era un personaje que iba a rendir”, asegura. Ignacio Ruglio, el verdadero, comenta: “Somos amigos con Germán hace muchos años y me gusta que haga el personaje. Me resulta gracioso. Lo hace muy bien, me entretiene”.
Silveira, que integra Locos por el fútbol y Los mismos locos, sumó a Ruglio a su galería de personajes, entre ellos “Ranchero” y el “Doctor” en referencia a Jorge Da Silveira.
Ruglio, el real, comenta que en virtud del vínculo entre ambos, Silveira le ha pedido “piques” para sacar el personaje. Más allá de que en el fútbol no siempre el ambiente está propicio para el humor, el presidente de Peñarol (el verdadero) valora la risa.
“Hace una buena sátira del personaje. El humor es importante todo momento. Hay que reírse de uno mismo porque de última el fútbol es un deporte, un juego y no deja de ser fútbol, aunque para los hinchas de los equipos gran parte de nuestra vida pasa por si entra o no una pelota”, asegura el dirigente real del aurinegro.
Silveira cuenta el proceso para tomar la tonada y giros idiomáticos de Ignacio Ruglio. “Desde el principio, vi que era personaje que podía ser muy rico. Lo empecé a grabar y a escuchar mucho en las notas que daba. Lo primero fue sacarle latiguillos (como “esas cosas que tiene el indio), lo que es fundamental. Lo mío es una imitación pero sobre todo una parodia y se necesita de esas frases que apuntalen al personaje”, asegura el actor.
Silveira es, además, gran hincha de Peñarol, lo que tenía la ventaja de conocer bien la cultura y la interna aurinegra y la contra de que cualquier cosa que dijera, como Nacho Ruglio falso, podría generarle críticas.
A los latiguillos, Silveira sumó la exageración de los logros que suele contar Ruglio (el real) sobre los progresos en la “ciudad deportiva” y en la “casita de los juveniles”. Así, el personaje puede contar que inauguró seis cortina de baño para los vestuarios de las formativas y los “gurises de captación”.
En el remate, invariablemente, está el Indio (Olivera). “Esas cosas que tiene el Indio”, dice el personaje.
“Mientras lo escuchaba (al verdadero Ruglio) me di cuenta que nombraba mucho al Indio contando cosas de él que no eran extraordinarias pero él le ponía emoción. Ahí encontramos una veta para el personaje, que por supuesto exagera todo”, comenta el humorista.
Sobre las repercusiones del personaje de Ruglio, añade: “Cayó simpático y le gustó a la gente”.
De todos modos, él mide el humor de la gente y en especial de los hinchas de Peñarol para salir con el personaje. Si los resultados deportivos no acompañan, prefiere no hacerlo. “Todo el mundo sabe que soy hincha de Peñarol y muchos pueden tomarse a mal cosas que diga el personaje. Además, en el tren de la improvisación puedo decir cualquier cosa, como me ha pasado con otros personajes, así que hay momentos en que es mejor no hacerlo”, comenta.
De hecho, el encuentro del lunes pasado en La mesa de los galanes entre los dos “Ruglios” no se hubiera podido celebrar si Peñarol no se hubiera consagrado campeón el día anterior. “Él (por el verdadero Ruglio) siempre nos dio para adelante con el personaje”, comenta Silveira.
Con Daniel Banchero, el periodista deportivo que inspiró el personaje Ranchero, hubo un cortocircuito que llevó a un corte de la relación hasta el momento. “En el marco de la improvisación, dije cosas que no le gustaría. Tenía razón. Le pedí disculpas en algún momento pero quedó distante la relación. Una lástima”, relata Silveira.
El próximo desafío del humorista estará en Carnaval y en la murga La Trasnochada, a la que se incorpora para la fiesta de febrero 2025. “Estamos a full con los ensayos y se viene un espectáculo muy potente. Para mí es todo un desafío porque nunca salí en un conjunto así, tan profesional y con tantos seguidores”, asegura.