NOTA DE TAPA
El comunicador inauguró la nueva temporada de En foco, el ciclo de viajes que tiene hace 18 años. En pocos días parte a Europa del este, zona convulsionada por el conflicto entre Rusia y Ucrania.

-¿Cómo viene el cronograma de viajes para 2022 de cara a la producción de programas de En foco?
-Acabo de llegar de El Salvador. En el último año viajamos a muchos países de Centroamérica. Estuvimos también en Honduras, Guatemala y en otros destinos con costa al Caribe. Para este año planificamos ir varias veces a países de Europa y Asia. En pocos días, salgo para Europa del Este. Por la situación de conflicto en Ucrania estamos monitoreando lo que está pasando pero al día de hoy está confirmado. Estaremos en Polonia, Hungría, República Checa y otros países de la zona. Para más adelante, tenemos planificadas visitas a Jordania, Israel.-¿Dirías que se ha reactivado ya el mercado de los viajes luego de la pandemia?
-Para los destinos de Centroamérica, desde Uruguay, los vuelos están prácticamente completos. Ahora se empieza a reactivar el resto del mundo. Pero el contexto es cambiante. Antes era el covid y ahora nadie habla de la pandemia, sino del conflicto armado. Lamentablemente, el mundo siempre tiene algún conflicto militar. A veces la prensa no nos lo hace llegar: el Congo, África, Oriente Medio... las guerras siempre existen. El tema es qué tanto nos enteramos nosotros.
-A Rusia viajaste varias veces; ¿en Ucrania has estado?
-Sí, pero hace muchos años a principios de los años 2000.
-¿Era un conflicto latente?-En ese momento no. De hecho, era un lugar muy visitado por los rusos y había una buena convivencia entre ambas naciones. Luego la situación se tensionó hasta el grado que estamos viendo, lamentablemente, en estos días. El mundo siempre ha tenido conflictos y si nos ponemos a pensar en la historia de todos los países, incluyéndonos a nosotros, siempre está el conflicto. La definición de las fronteras suelen definirse por los enfrentamientos armados.
-¿En foco no es un programa que se ha dedicado a los conflictos, pero en este caso no te tienta un abordaje?
-No. Me gusta la historia, estudio mucho y dentro de lo que puedo me informo sobre temas históricos. Porque la actualidad siempre refleja lo que pasó en algún momento. En mi familia, por ejemplo, mi abuelo estuvo en la Guerra Civil española hasta que emigró a Argentina y luego terminé yo en Uruguay. En virtud de esa historia particular y del mundo en general, no hay manera de aprobar la violencia en ningún sentido. Estoy en contra de todo tipo de violencia. En la historia de todos los conflictos, unos se acusan a los otros de generar el enfrentamiento y así la historia nunca se termina: todo depende de la actitud de nosotros, en el presente, para decir “basta, vivamos en paz. No tengamos esos rencores”. Porque si no, cada conflicto es un ovillo que gira y gira sin parar.

-¿Cuál es tu forma de abordar cada destino para el programa?
-Estudio mucho antes de ir, pero mi método no implica llegar con un guión a un viaje. Conozco los lugares a dónde voy a ir y en el momento trato de aprovechar la espontaneidad de la situación: sea la conversación con una persona, un edificio, un dato... hasta un animal que se cruza en el camino dispara una historia. Eso me parece más atractivo que leer un guión. A veces son las mismas personas del lugar las que cuentan la historia. Yo trato de hablar lo menos posible y escuchar mucho para que la situación sea contada con otras voces.-Llevás 18 temporadas de En foco en Canal 4 y antes eras el conductor de Fuera de foco, en Teledoce. ¿Cuál sería el sello de tus programas?
-También estuve en Canal X, de Canal 10. Ahí empecé mostrando el viaje de Arquitectura y después hice otras cosas. Pero desde el comienzo y hasta ahora nunca me gustó atarme en un formato. Lo que me gusta es ir probando cosas nuevas, que a veces salen bien y en otras, no tanto. Es una evolución permanente y forma parte de no atarse. Sobre los viajes, me mueve la curiosidad. Uno no solamente se dedica a estudiar la historia, la geografía o la comida de un lugar. La curiosidad puede abarcar las tres juntas, además de otros aspectos de un lugar y una cultura.
-Algunos colegas tuyos que se han dedicado a viajes se declaran en algún momento cansados, porque viajar tanto implica alteraciones en la rutina familiar, entre otros contratiempos. ¿Cómo sobrellevás eso?
-Los vuelos muy largos y las diferencias de horario son lo más cansador. Antes, yo llegaba de un viaje y al otro día estaba olímpico. Ahora, cuesta algunos días más la readaptación, sobre todo cuando para volver a la rutina familiar con niños que requieren otra atención. En lo emocional también puede ser difícil. Por ejemplo, yo estuve dos veces en el Congo y viví situaciones que hoy me afectarían de otra manera porque no tenía hijos. La última vez que estuve, una mamá me regalaba a su bebé para que me lo traiga a Uruguay porque era la forma que ella veía de que el niño saliera de situación durísima en la que vivía. Hoy, si me pasara eso, no sé cómo reaccionaría.
-¿En algún momento consideraste viajar menos?
-Desde que tengo hijos, lo que hago es planificar mucho más. Antes, los viajes salían de forma más espontánea. Pero hoy ya tengo un año o dos de viajes: con fechas de salida y regreso y con espacio entre ellos para estar en mi caso. Eso, en parte, me lo impuso mi familia. Llegamos a ese acuerdo porque de otra manera era imposible. Mis hijos lo tienen incorporado: cada vez que me voy de viaje, le explico unos días antes a dónde voy a ir y les muestro en un mapa.
-Desde hace un tiempo se te vio en otra faceta, por tu rol en Los 8 escalones. Allí has sorprendido a muchos por tu dominio de los temas de cultura general...
-Soy una persona a las que le gusta estar informada. Me gusta aprender cosas nuevas y todo eso lo vuelco en los programas. Soy así como aparezco en Los 8 escalones: capaz que a mucha gente le sorprende porque nunca había mostrado esa faceta. Pero tengo varias facetas “ocultas”.
-Por ejemplo...
-Soy informático y trabajé muchos años en el área de redes. Hice casi toda la carrera de arquitectura, entré a la Facultad de Ingeniería y cursé tres años en Bellas Artes. Me gustan muchas cosas y quizás todo eso se mezcla a la hora de contar una historia. Cada vez que aparece alguna oportunidad de hacer algo nuevo, me gusta aceptarlo. Es el caso de Los 8 escalones. Pero también hice un calendario hace unos años. Todo es experiencia. Cuando no está mal y no molesto a nadie, me gusta probarlo.
-Los participantes por lo general te evitan...
-¿Cómo reaccionás cuando no sabés la respuesta? ¿O nunca te pasó?
-Me pasa, claro. Pero cuando no tengo idea intento a hacer asociaciones y trato de sacarla por deducción. A veces sale bien y a veces no. Lo importante es el ejercicio de pensar.
-Otra de tus facetas refiere al trabajo manual o de construcción. ¿Cómo surgió?
-Siempre tuve mucha manualidad y me gusta arreglar y construir cosas. He construido casas completas. Lo primero que hice, al entrar a una Facultad de Arquitectura, fue una reforma junto a otro compañero. Decíamos: “No puede ser que el día mañana tengamos que dirigir una cuadrilla de obreros y no sepamos poner un ladrillo”. Todo hay que saberlo.-¿Dirías que tu vida en los medios empezó de casualidad?
-No, yo lo busqué. Antes de ir al viaje de Arquitectura quería hacer un programa de TV con ese viaje. Pero era una época muy estructurada. Fui a hablar a canales y a agencias con la idea pero la respuesta fue “no” en todos lados. Pero como soy bastante terco, lo hice igual. En el medio del viaje compré una cámara y grababa. Como estaba solo y no podía estar anotando mientras filmaba, cada vez que terminaba de hacer tomas, daba vuelta la cámara y contaba lo que estaba pasando en ese lugar. Cuando hice el primer envío de cassettes para Canal 10, me dijeron que era raro hablarle a la cámara, pero “seguí haciéndolo”. En un momento (2001) en que la palabra “selfie” no existía en los escenarios, fui el primero en emitir un programa de TV en esa modalidad.
-Otra decisión importante en tu carrera fue dejar la productora que trabajaba para Teledoce y pasar a producirte vos mismo para Canal 4.
-Como todo en la vida, las cosas no son fáciles. Muchas veces te encontrás con escalones para subir y en vos está seguir subiendo, a pesar de las consecuencias y de levantarte después de tropezarte varias veces. Me ha pasado de tropezar porque yo no venía de los medios de comunicación y no estaba acostumbrado a la interna de los medios, lo que hizo que tuviera varios tropezones. Eso hizo que decidiera producirme solo, ahora no, porque ya somos un equipo grande.