ENTREVISTA
Los periodistas deportivos hablan de su relación de amistad, cuentan anécdotas juntos y cómo se preparan para hacer "Cámara celeste" por VTV
El programa Cámara celeste comenzó con el primer partido oficial de Tabárez al frente de la selección. Cubrió el cinco a cero contra Bolivia por las eliminatorias, en 2007. Desde entonces, el programa se convirtió en un espacio de deportes distinto, donde se mezclan jugadas y goles con la mirada y reacción de los espectadores desde la tribuna. La pandemia hizo que se replantearan algunas cuestiones del ciclo, y Sergio Gorzy, su eterno conductor, entendió que tenía en Lali Sonsol un compañero para estar al frente del ciclo. Aquí, la dupla cuenta la historia.
Se conocen de toda la vida. “Yo lo vi nacer”, dice Sergio Gorzy, y cuenta una anécdota de un encuentro con un pequeño Lali Sonsol.
“Él tenía cuatro o cinco años y jugamos al tenis. Había ido con sus padres a un hotel en Colonia, y yo también al mismo lugar de casualidad. En la cancha salí a jugar el tenis y estabas con la raqueta, rompiendo las bolas”, recuerda Gorzy.
“No me acuerdo, pero debe ser la última vez que jugué al tenis en mi vida”, dice Lali entre risas.
—Que Lali Sonsol se sume a Cámara celeste, ¿se siente como la continuación de una alianza con su padre, Alberto?
—Gorzy: Para mí tiene una simbología muy especial, porque hice toda mi carrera en paralelo a la de Alberto, e incluso en más de una ocasión en la calle me decían Sonsol, y a él le decían Gorzy, porque se acostumbraron a vernos juntos. En los últimos años cada uno tomó notoriedad, sobre todo Alberto por Canal 10, pero igual nos seguían confundiendo. Por eso, cuando estaba comiendo en algún lugar y me decían Sonsol, no les daba propina para dejarlo pegado. Y Alberto me decía que hacía lo mismo conmigo.
—Sonsol: Los recuerdos que tengo de Sergio son desde muy chiquito, porque primero eran compañeros, después amigos, después socios y lo veía permanentemente en el aire con papá, ni que hablar de La hora de los deportes, también en Aquí está el fútbol que era un programa que salía los martes de noche. También estaba en casa, en los cumpleaños, porque era una relación que trascendía lo laboral, y cuando yo empecé a meterme en el mundo este, hubo un programa que salía en Canal 10, Cortita y al pie, que lo hacían papá con Sergio y Pedro Abuchalja en la producción. Yo era parte del equipo y a la primera de cambio que faltó, creo que papá, fue el propio Sergio el que le dijo a mi viejo: “Lali está pronto, vamos a tirarlo a la cancha para que empiece a hacer algo”.
—Gorzy: Alberto no estaba muy seguro. Es como con los jugadores de fútbol, no podés quemarlo antes y tenía ese miedo. En ese sentido yo me arriesgué un poco más.
—Sonsol: También pasa que al hijo lo querés blindar un poco más, y mandarlo a la cancha cuando tengas todas las garantías que va a funcionar. Sergio se animó, mi viejo accedió y tenemos además de muchos recuerdos, fotos y videos de esos programas que eran mis primeras salidas al aire en televisión. También me acuerdo que cuando papá se va, Sergio en contacto permanente con la familia dijo: “yo te pido por favor que sigas en mi camino porque necesito seguir teniendo algún Sonsol en mi carrera”. Esto fue mucho antes que surgiera la posibilidad de Cámara celeste.
—Gorzy: Creo que Alberto tenía reparos, porque iban a decir está porque es mi hijo. Son las dos cosas, blindarlo y pensar: si lo dice otro, lo voy a aceptar. Igual, Alberto no se te quedaba callado y lo criticaba mucho más que yo. Esas cosas suman para el crecimiento.
—¿Qué ves en Lali?
—Gorzy: Siempre va a aparecer alguien que va a querer endilgar que porque tenés apellido o sos el hijo de; pero está lleno de hijos de y no todos tienen oportunidades que se las van brindando no porque esté su papá abriendo la puerta. El apellido es el apellido, y Diego, el hermano de Lali, tal vez sepa más de fútbol porque jugó y es comentarista, como Alberto sabía más que yo y jugaba mejor que yo, porque jugábamos en Hebraica al mediodía y Alberto era de los que pisaba y elegía, y yo era de los que elegían al último y él trataba de no elegirme, pero nosotros lo que sabemos es de entretenimiento. Nosotros hacemos un programa que es de fútbol, pero lo hacemos entretenido. Después te rodeas de especialistas. Hay que juzgar a Lali por lo que él da, y no por ser el hijo de alguien.
—Sonsol: Agregando a lo que dice Sergio y más allá de la etiqueta que voy a cargar siempre por ser el hijo de Sonsol, que no la tomo como una carga sino como un elogio y una bandera, siempre dije: cualquier hijo de panadero o cocinero tiene más chances de ejercer la misma profesión que su padre que un hijo de otra cosa. Eso no quiere decir que no lo pueda hacer, pero el hijo de un periodista tiene más chances de seguir ese camino porque lo mama de chiquito. Eso no garantiza el éxito, tampoco el apellido lo garantiza. Sí reconozco que el apellido puede abrir puertas, pero para mí la ventaja de ser hijo de papá, más allá del apellido, es haber tenido a uno de los mejores profesores las 24 horas a mi disposición. Porque cada vez que salía en radio o televisión, atrás venía él a decirme: bien acá, mejorá esto, resolvé aquello. Y además de esas horas de aire, donde tenía automáticamente su crítica, las horas que compartimos mirando o escuchando programas donde él me decía por qué le gustaba tal o cual periodista, por su forma de expresar, tal opinión o forma de hacer un programa. Esas cositas, sin darme cuenta también me fueron formando y después elegí hacer la Licenciatura en ciencias de la comunicación en la Universidad Ort que me potenció mucho. Y entre esas cosas sigo haciendo mi camino.
—Gorzy: Por ser Sonsol hay oportunidades que le van surgiendo, pero Lali tiene algo, sino no te dejan pasar la puerta de ningún canal.
—Eso de mezclar deporte y entretenimiento es parte de Cámara celeste.
—Sonsol: Sí, con el deporte como eje, se procura mucho más entretener que informar. Hay información y análisis, pero siempre buscando la sonrisa en el otro lado. Eso, creo yo es la escuela que nos dejó papá.
—¿Cuándo pensaste en sumar a Lali al equipo del programa?
—Gorzy: Cámara celeste había tenido un impasse por la pandemia, porque el programa estaba muy jugado a los viajes. Por el programa pasó mucha gente, Rafa Cotello, Maxi Perez, Maxi de la Cruz, Gaspar Valverde, Karina Vignola, Yamandú Cardozo y a mí me gusta estar con alguien más, aunque muchas veces viajé solo. Durante la pandemia me dije: esto va a volver y no está fácil viajar ni hacer nada. Entonces pensé que si tengo que buscar a alguien, no voy a buscar afuera, porque con Lali no es buscar afuera, es de la casa. Además, como ambos estamos con mucho trabajo, nos vamos a turnar a ver quién va, pero a Qatar vamos los dos porque Uruguay está clasificado, ya te lo digo.
—Sonsol: Cuando me llamó Sergio fue tremenda satisfacción por varios motivos. Hace tiempo perdí el amor por los colores y me hice hincha del drama porque cuando uno se transforma en relator, como decía papá, lo que uno quiere es que la transmisión sea lo mejor posible, y si hay un gol en la hora el partido va a ser más recordado por quien lo está escuchando, que un cinco a cero, gane quien gane. Donde no negocio es con la celeste, ahí sí me transformo en un enfermo. Toda la vida lo palpé así. Y me pasa que con los futbolistas de la selección, soy cholulo. Es por verlos como referentes y defensores de los colores que amo.
—¿Cuál es la meta que se ponen con Cámara Celeste?
—Sonsol: Ir más allá del partido, del rival y del resultado. Lógicamente si Uruguay gana, la gente mire con más ganas el programa, pero el partido tiene que ser una excusa, porque el programa va a tener que salir igual y tiene que ser divertido. Entonces no nos podemos aferrar solo al resultado.
—Gorzy: Fijate qué cruel que es el fútbol, porque el pasado partido contra Ecuador en el Campeón del Siglo. Yo le estaba haciendo notas a la gente, y si no entraba esa última pelota, hubiese sido otra nota. Imaginate la calentura de la gente, son cosas que uno no puede planificar.
—Lali: Esto pasa con Cámara celeste como con cualquier viaje; podés ponerle toda la onda y empeño, pero cruelmente el viaje queda marcado por el resultado del partido. Y cuando se trata de un mundial, cada partido es una final. Un partido contra Italia o Inglaterra, más allá que Uruguay no salió Campeón del Mundo, a esos partidos, no se los olvida nadie.
—Gorzy: Nuestro objetivo ahora es Qatar. Uruguay va a estar en Qatar y Cámara celeste va a estar ahí, nuevamente con la dupla Sonsol - Gorzy.