Silvia Kliche es una pionera. Fue la primera mujer informativista de nuestro país, la primera mujer en cubrir la crónica roja, y también es la primera ufóloga del Uruguay. Se trata de una pasión que comienza cuando era niña. “Soy una buscadora de la verdad, por eso soy periodista”, comenta Kliche quien durante 23 años fue periodista activa en Canal 12, y desde su salida de Telemundo, continú de manera independiente. En esa búsqueda de la verdad estudió historia, arqueología, mitos, leyendas, hasta la Biblia. También se ha reunido con referentes de la materia y fue testigo privilegiada de las “momias de Nazca” que fueron presentadas en el congreso de Perú y en México. Sobre su experiencia, su libro “Pachacuti”, los detractores y qué se siente tocar las “momias”, es esta charla con Kliche.
Una vez que finalizó su carrera como informativista, Silvia Kliche no se quedó de brazos cruzados. Comenzó a viajar por el mundo para ir a los lugares más místicos del planeta y ver con sus propios ojos lo que había estudiado a lo largo de tantos años. “Soy de ir a buscar la prueba”, dice.
“Conocí chamanes de la selva, de la montaña y del desierto y ellos me contaban su historia antigua, esa que se transmite de padres a hijos por generaciones, y encontraba que todos me hablaban de dioses que venían de las estrellas”. Esa fue la punta para Pachacuti, libro que publicó en 2018, ya lleva cuatro ediciones y solo se consigue a través del número de Whatsapp 094 46 44 63.
“Y comencé a buscar esos dioses”, dice. “Me encontré que en todas las antiguas culturas del mundo hablan de dioses que vinieron de las estrellas. Hasta el propio Jesucristo dijo que su reino no está en este mundo, así que por lo menos uno más hay. Esta investigación la hice en silencio, de perfil bajo hasta que surge la edición del libro. Ahí comienza la nueva historia, la de difundir lo que he investigado”, agrega.
—¿Pensabas que iba a haber críticas por hablar de este tema?
—Siempre hay críticas. Está bueno, porque las personas tienen que pensar. Cuando se piensa hay gente que está a favor y otros en contra de lo que uno piensa, pero es bueno que ocurra. Eso es el comienzo de una investigación. Los periodistas todo lo criticamos, hasta que encontramos lo que estamos buscando. Y me encuentro con elementos que se repiten en todas partes del mundo, como las pirámides y el oro. Los Sumerios, que son la civilización más antigua del mundo, hablan de dioses que vinieron de las estrellas.
—Y te pusiste a investigar.
—Sí, porque no soy una investigadora de escritorio. Sí leo todo lo que se publica en Internet, estoy al tanto de todo, pero soy investigadora de campo, y eso me diferencia con otros investigadores. Siguiendo la huella de esos dioses es que llego a las momias de Nazca, en noviembre de 2018.
—Eso se aborda en tu libro Pachacuti. ¿Por qué ese título?
—Por una antigua profecía Inca que decía que cuando las dos aves sagradas, el águila del norte y el cóndor del sur vuelen juntas, van a haber grandes transformaciones en la humanidad. Me di cuenta que en el caso de las “momias de Nazca” estaban trabajando de forma conjunta mexicanos cuyo símbolo es el águila, y peruanos que son el cóndor, el ave más sagrada para los incas. Entonces me dije: ya comenzó el nuevo Pachacuti. Porque el último, la gran transformación fue cuando llegaron los conquistadores. Pizarro llegó en 1517, y esto eran 500 años después. Y yo interpreté que Pachacuti ya había iniciado, la nueva gran transformación de la humanidad. Y fijate que no solo por el tema de las momias, estos seres humanoides, también por el tema de la pandemia que significó una gran transformación en el mundo entero. Es decir que no me equivoqué con lo que profeticé.
—Pero en el libro hablás de estas momias de Nazca.
—Sí, mi libro es el primero, a nivel mundial, que habla de este tema.
—¿Cuándo llegaste a conocer de la existencia de esos restos?
—Yo venía haciendo el libro donde iba narrando experiencias con un hilo conductor, siguiendo las huellas de estos dioses ancestrales, y cuando lo estoy por terminar aparece este tema y encaja exactamente en lo que venía escribiendo. Ahí cierro el libro. Y yo aparezco los días previos al congreso con una copia. También me hicieron un reconocimiento oficial en el municipio de Ica donde está Nazca, hacia el libro, mi persona y mi investigación. También por la promoción turística porque he organizado viajes y dado conferencias hablando de esa región de Perú. Imaginate, en 2004 cuando comencé a ir, en Uruguay las agencias de viaje no ofrecían paquetes para viajar a Perú, ni había vuelos directos.
—¿Quiénes estaban en el congreso en Perú?
—Estaba el periodista mexicano Jaime Maussad que tiene un programa muy visto en su país e hizo una transmisión en vivo, el peruano Jois Mantilla. También había biólogos, forenses y médicos que iban a presentar los resultados de las investigaciones científicas que habían realizado a esos cuerpos. A último momento aparece el congresista Armando Villanueva con mi libro abajo del brazo. Después me dijo que no había podido dormir porque se lo había leído todo. Durante esa reunión, los distintos involucrados presentaron con diapositivas, documentación, los resultados de los análisis que habían hecho. Son varios de distintas especies, distintas edades, y lo que ellos afirmaron en ese congreso es que las momias son auténticas. Lo que queda claro a partir de los resultados que dicen científicos y laboratorios de todas partes del mundo (les hicieron pruebas de Carbono 14, de ADN, tomografías, resonancias, rayos X), lo que dicen es que el ADN no coincide con nada conocido en la Tierra.
—¿Son momias extraterrestres?
—No son momias, son cuerpos disecados porque están cubiertos con tierra de diatomeas, eso fue lo que los preservó. O sea, tienen todos sus órganos. Pasa que son conocidas como “las momias”, pero son cuerpos disecados. Algunos de esos cuerpos tienen implantes metálicos. También hay manos sueltas con dedos largos que tienen implantes metálicos. Además de los cuerpos enteros hay piezas. El tema, y esto es reciente, es que esos implantes contendrían Osmio. El tema es que el Osmio es uno de los metales más raros, que es un derivado o residuo del platino. Esto es lo que investigaron en los implantes que están sobre la piel, pero no están sostenidos por nada.
—¿Y qué edad tendrían estos seres?
—Entre 800 y 2000 años, pero parece que todo, incluso los implantes, coincidirían con el resto del estudio de Carbono 14 de los seres. Es que son varios seres. Hay unas más pequeñas que son las que aparecieron primero y después está la “momia María” que mide más de un metro sesenta, y la característica que tienen todos estos seres es que tienen tres largos dedos en pies y manos. Ahora, algunos de estas momias chicas, tienen en su interior huevos, incluso habría un embrión en gestación. En el último tiempo se les han hecho punciones a esos huevos, y son elementos blandos, no son piedras como de dijo.
—¿Por qué no se les dice extraterrestres?
—Te voy a decir lo que me respondió José de Jesús Zalce, que es médico cirujano forense y jefe del departamento de Medicina Legal y Forense de México cuando le hice esa misma pregunta. Me dijo: “No puedo afirmar que son extraterrestres, porque no tengo un extraterrestre para comparar. Sí puedo afirmar que el ADN que contienen no corresponde a nada conocido en la Tierra”. Me pareció una respuesta muy científica. Ahora, con las tomografías que se han hecho después del congreso de México, el resultado es que los cuerpos son enteros, no están unidos con nada. Otra cosa interesante de estos cuerpos biológicos es que si estuvieran armados con huesos animales, cuando se hace el estudio de ADN salta que hay ADN de perro, llama, alpaca, pájaro, y eso no ocurrió.
—¿Qué pasó luego que se presentaran estas momias?
—Después que se presentó todo esto en Perú comenzó un pandemonio. Salieron detractores hasta debajo de las piedras diciendo que las momias eran armadas. Llegaron a decir que estaban armadas con papel maché. Otras personas dicen que son cabezas de alpacas dadas vuelta, pulidas y qué se yo. Los primeros que saltaron, cuando se presentaron en el congreso de Perú, fueron las autoridades oficiales.
—¿Por qué saltaron?
—No sé, me llamó la atención que autoridades y estas personas que dicen que son falsas, no las vieron. Y ese es el tema. A pesar de que está el Instituto Inkari metido y ahora Mussad pide que se investigue, sin embargo y sin verlas ni analizarlas, dicen que son falsas, que esto es un fraude. Si es un fraude, es de los más grandes de la historia.
—Lo mismo se dijo de Roswell.
—Sí, pero esa autopsia fue armada, era un muñeco y por eso quedó todo en la nebulosa. Acá hay cuerpos para ser analizados, y es la primera vez que ocurre eso.
—¿Por qué se querría ocultar que existe la vida fuera de nuestro mundo?
—Porque así estamos bien. Cambiarían muchos paradigmas, para empezar los libros de historia habría que tirarlos todos a la basura y empezar de nuevo. Porque si estos seres existían hace dos mil años, convivían con los nativos americanos. Aparte, hay evidencias de estos seres tridáctilos en muchas partes del mundo. En Perú, en Japón, en isla de Pascua, por eso hay una historia en común de estos dioses que vinieron de las estrellas que traspasa el tiempo y espacio, porque están en todos lados. El reconocer a estos seres como reales, es mucho. Tal vez por eso haya tantos detractores.
—¿Será que no estamos preparados para saber eso?
—Hay alguna intención en ocultar que no estamos solos, y creo que eso queda demostrado cuando tres militares norteamericanos, juraron bajo juramento en el Congreso que Estados Unidos hace muchos años que posee cuerpos y naves ocultos al resto del mundo. Entonces, alguna razón tendrán para eso. Siempre ha sido así, se ha ocultado la verdad, o se han quemado bibliotecas como la de Alejandría. Ahora, creo que para saber la verdad, el ser humano está preparado. Somos adultos, tenemos más de 18 años, podemos votar, podemos saber la verdad también.
—Estas famosas momias vos las pudiste ver y tocar. ¿Cómo son?
—Las chiquitas son livianas, pero porque están disecadas. Yo me manejo mucho con la intuición y sentí algo muy especial cuando estuve frente a esos cuerpos. Tuve el privilegio de poder conocerlas, tocarlas, un privilegio que hemos tenido muy poquitos en el mundo.
—¿Por qué serían reales?
—Por las pruebas científicas que presentaron en el congreso de Perú y México. Si fueran de papel, no creo que el doctor Zalce que trabaja para la marina de México, el instituto Inkari o el mismo Mussad que se ha dedicado la vida a esto, vayan a presentar muñecos de papel o armados con huesos de perros. Es sentido común, no van a tirar sus carreras y prestigios, como los laboratorios y científicos que también participaron. Además, en estos tres últimos años, algunos de estos cuerpos están en la Universidad de Ica, y están siendo investigados por científicos y docentes de esa institución. Si estos cuerpos son armados, en la primer semana de haber entregado los cuerpos los habrían tirado a la basura. No van a seguir investigándolos.