Soledad Ramírez, la vocalista de Mala Tuya, consolida su carrera musical y a su vez se abre camino en los medios de comunicación. “Me gustan los programas descontracturados, y hay oportunidades que tengo que tomar”, afirma.La joven que se ganó al público de la mano de su voz y carisma se anima a su producción más jugada y a una entrevista íntima donde reflexiona sobre la nueva etapa de su carrera y relata su historia de amor con un compañero de la banda.
Soledad Ramírez recibió un mensaje de una amiga de la escuela. Era la foto de una carta que ella le había mandado en su niñez. "Yo nací para ser cantante", rezaba el manuscrito. La profecía se cumplió. Hoy es la voz de Mala Tuya, una de las bandas más populares del Uruguay.
Es que desde su infancia, la dueña de cautivantes ojos verdes y fresca sonrisa ya jugaba a ser cantante con un cepillo en mano frente al espejo. Sin embargo, era sumamente vergonzosa en público. Recuerda que en la clase le hablaba un compañero "y ya quedaba toda roja". Se ayudó con cursos de teatro para dejar la vergüenza y tiempo después poder cambiar el cepillo por el micrófono, y el espejo por enormes plateas.
La timidez es cosa del pasado, y su histrionismo y soltura con el público y frente a cámaras son hoy su marca personal. Así lo demuestra durante la producción fotográfica de esta nota, donde se anima a desplegar sensualidad y hasta a interpretar a una estrella de rock. Eso sí: la condición es que haya música de fondo.
El punto de inflexión en su carrera fue una noche de diciembre de 2012: el día que presentó junto a un grupo de amigos la banda de ritmos brasileros que llamaron "Mala Tuya", en el local Viejo Barreiro. Fue hace apenas dos años y medio, "aunque pasaron tantas cosas que parece que hubiera sido hace mucho más", piensa. Los integrantes quedaron fascinados con aquel toque, y la experiencia sirvió de impulso para dar inicio a un crecimiento meteórico que sigue sin conocer su techo. "Cuando terminamos ese show dijimos la rompimos, pero al año vimos la filmación y había sido un desastre", reconoce sonriente tiempo después.
Mala Tuya es un bicho raro entre las nuevas y exitosas bandas de jóvenes uruguayos. Sin tocar cumbia y esquivando presentarse en boliches, el conjunto alcanzó un disco de platino, llenó el Teatro de Verano, suma millones de reproducciones en Youtube, y hasta cruzó fronteras. La popularidad de la banda prendió en los medios, y la vocalista fue sumando como en un acelerado cuentagotas varias apariciones en pantalla. Su más reciente y contundente paso fue sumarse a la conducción de Chusmas Tv.
Lo que somos.
Soledad explica que Mala Tuya ofrece una fusión de ritmos brasileros basados en la música que escuchan sus compañeros, todos de Tacuarembó. El conjunto también se caracteriza por una estética muy particular, que define "así nomás". Ella sostiene que "nunca se buscó construir una imagen desde lo marketinero" y que el público destaca que sean "relajados, que no haya nadie en una pose". Y memora: "Una vez en Argentina nos dijeron se visten muy como uruguayos. Capaz que era demasiada despreocupación, ahora ponemos más atención en cómo nos mostramos".
—¿Por qué dejaron de tocar en boliches?
—Eso fue el año pasado. Nos dedicamos a componer nuestros temas, y eso nos llevó a bajar la pelota de toques. Por otra parte, éramos 14 músicos y no entramos físicamente en los escenarios de los bailes. Ahora estamos haciendo una gira de boliches y nos pasa eso. También intentamos armar un show con una calidad más exigente, y capaz que la persona que nos contrata no podía cubrir eso. Preferimos hacer menos shows, y trabajar para brindar el espectáculo íntegro que nosotros queríamos.
—¿Hay que tener una personalidad muy fuerte para ser la única mujer en un grupo de hombres?
—Al principio me pasaba que no estaba acostumbrada a imponerme para que me escuchen, entonces cuando quería decir algo se lo decía a uno y esperaba que ese se lo dijera a todos. Además ellos son amigos de toda la vida, y yo entré a conocerlos y que me conozcan. Hoy en día me armé de una personalidad más fuerte para decir "esto me molesta, esto no me sirve". Ellos son muy abiertos a escucharme y me cuidan mucho. Sé que me han visto llorar y se han preocupado un montón.
—¿Y hay que tener cierta personalidad masculina para convivir con ellos?
—Sí, la tengo. Todos mis primos son varones y siempre jugaba con ellos a la pelota. No me cuesta relacionarme con hombres. En el grupo hablamos cualquier cosa, y a veces yo soy más ordinaria que ellos. Antes se cuidaban y si se les escapaba algo decían "ay perdón, estás vos, Sole". Hoy soy uno más. Capaz que hay temas impensados si hay una mujer, y en la banda se hablan igual. Yo también cuento cualquier cosa, somos una familia. En ellos tengo todo lo que preciso.
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Amores como el nuestro.
Mala Tuya no sólo encauzó a Soledad en una prometedora carrera musical. La morocha también encontró el amor en el grupo. Está de novia desde hace más de un año con el percusionista Santiago Chiappara.
Cuando ella se integró al conjunto de varones que conforma la banda, entre ellos hubo "una cláusula" para que ninguno se acercara a Soledad con otras intenciones. "Siempre fue así, me sentía muy respetada y los veía a todos como amigos", recuerda. Pasó el tiempo, y un día Santiago se animó a romper el pacto. "Yo nunca me había fijado en ninguno de ellos, pero de un momento para el otro hubo un click y me empezó a gustar. A él le pasó lo mismo", relata.
—¿Cómo te dijo que le gustabas?
—Fue una noche que habíamos tenido un show. Nos quedamos festejando, tomando algo. Hay cosas que no puedo contar (risas). Todo fue esa noche, porque hasta esa tarde no había pasado nada. Después llevó un proceso de una semana hasta que hablamos sobre lo que nos pasaba. La inseguridad era con los demás y con la banda.
—¿Cómo cayó la noticia en la banda?
—Fue una revolución: "¡nos vamos a pelear entre todos!". Había miedo, porque cuando se mete el amor… Ahora ya es normal. Incluso ayudó mucho. Cuando estaba en crisis y no aguantaba más, él estaba ahí. Fue un soporte. Si yo no hubiera estado con él en esos momentos, capaz que hoy no seguía en Mala Tuya. Todo sucede por algo.
Pase lo que pase
Paralelamente a su carrera musical, Soledad cursa la licenciatura en comunicación, y despunta ese interés en el programa Chusmas Tv (Pop Tv). Se trata del principal paso de la morocha como comunicadora, tras esporádicas participaciones en otros ciclos. No obstante, sostiene que la banda seguirá siendo su prioridad.
—¿Cómo evaluás el estrecho vínculo con los medios que ha tenido la banda y vos en especial?
—Siempre fuimos un grupo con mucha presencia en los medios. A partir de esa exposición me empezaron a surgir cosas a mí. Me gustan porque están relacionadas a lo que estudio y al perfil que siempre me gustó tener. Son oportunidades que tomo si me lo permitan los otros compromisos. En Pop tv fue todo un desafío porque significaba verme en un rol distinto, y me descubrí haciéndolo de forma muy natural. Además me sentí cómoda desde el primer día con Mery (Slinger) y Belén (Marenales).
—¿Tus apariciones mediáticas te hacen imaginar un giro en tu carrera más volcado a la comunicación en algún momento?
—No siento ganas de hacer algo distinto, lo que pueden surgir son cosas paralelas. Estoy muy feliz en Mala Tuya y si pudiera perdurar, elegiría seguir en esto. Mala Tuya no es un escalón para llegar a otra cosa, es un proyecto que es prioridad para mí.
—Tu compañera Belén Marenales de Chusmas Tv, ¿está enamorada de vos o es un chiste del ciclo?
—Habría que preguntárselo a ella. Yo no la conocía, una vez hizo un comentario sobre mí en Twitter, y un conocido de las dos me etiquetó y puso "Belén, ojo con Sole que la conozco". Yo no entendía nada. Después fui a Fuga de Cerebros de invitada, y ella estaba entre las conductoras. Ella tiró otro tuit: "viene Sole Ramírez, hoy no zafa". Yo me subí a la joda y puse "va a ser una nota interesante". Cuando llegué al estudio, la saludé y ella agachó la mirada. Todo lo lanzada que era en Twitter, en persona era un pollito mojado. Yo le hablaba y ella estaba toda tímida, nerviosa. Arrugó. Cuando salió la posibilidad de hacer el programa juntas, nos conocimos, y nuestra relación es con ese chiste constante.
Entrevista