Es la máxima diva de la televisión argentina y una de las personalidades más queridas del Río de la Plata. Instalada en Punta del Este hace dos años, Susana Giménez cumple 79 mañana y, con esa excusa, va este repaso a cinco datos ocultos de su historia.
Fue madre a los 17 años
Su única hija nació cuando Susana tenía 17 años. Mercedes Sarrabayrouse es fruto de su relación con Mario Sarrabayrouse, y sobre esa relación Susana dijo: “Era el hombre más lindo, pero también un pobre chico. Embarazada, tuve que casarme con él. Casi me suicido. Todo fue un desastre… En mi casa lo bancaron, sí. Pero esa noche, cuando mi papá llegó y hubo que decirle que estaba embarazada, creí que me mataba”.
La pareja se separó en 1964 y Susana empezó a trabajar como secretaria en la fábrica de su padre. Como se aburría y no ganaba demasiado, decidió incursionar en el modelaje y fue contratada por la agencia de Héctor Cavallero.
Una vidente auguró su fama
El año pasado, durante una entrevista con Sonríe, Susana recordó el día en que una vidente auguró su fama. “Se llamaba Isabel y vivía en Belgrano. No teníamos un ‘sope’ y el colectivo ya nos costaba. Fui con una amiga y a ella no le pasó nada de lo que dijo, pero a mí sí. No te leía las cartas, solo te agarraba la mano”, contó. “Cuando me vio me preguntó si me dedicaba al ambiente artístico. Ni soñando, yo me acababa de casar con mi primer marido. ‘Qué raro, porque acá veo que te dedicás al teatro. Vos vas a ser la mujer más famosa de Argentina. Vas a estar en todos los diarios y revistas. Veo las tapas’”, le respondió.
Sin embargo, Susana no le creyó e incluso se molestó con su comentario. “Esta nos afanó, gastamos tanto para venir hasta acá. Salí enojada, no lo podía creer”, comentó. Tiempo después reconoció que “acertó en absolutamente todo”, así que la buscó para agradecerle. “Cuando me empezó a pasar todo volví, pero ya había muerto. Me hubiera gustado verla”.
Tiene un récord Guinness
Luego de varios años protagonizando obras teatrales, películas y tiras televisivas, Susana Giménez lanzó su propio programa en 1987. Se trató de Hola Susana, un clásico de la televisión rioplatense. Al ciclo le fue tan bien que 1998 entró en los Récord Guinness por la gran cantidad de cartas enviadas por los televidentes: en ocho meses, la diva recibió 32 millones de cartas, 28 millones certificadas por el correo y cuatro millones más que la gente llevó personalmente a Telefé.
Más allá de la televisión, Susana logró otros reconocimientos a lo largo de su carrera. En 1991 publicó Hola Susana!, un álbum que incluía canciones como “Gitano amor” y “Hola Susana!”. Fue un éxito y se convirtió en disco de oro tras vender 30 mil copias solo en Argentina. Por otra parte, lanzó su propia muñeca al estilo de Barbie, tuvo una marca de perfumes, dirige una revista de moda, fue la cara de dos estampitas del correo y hasta le dio nombre a un bingo.
Es maestra y soñaba ser azafata
La vida de Susana Giménez podría haber sido radicalmente distinta. Es que la gran diva de la televisión argentina, antes de convertirse en la celebridad que hoy es, hizo tareas varias y se formó como maestra jardinera. Egresó y tiene su título, pero nunca llegó a ejercer. Pero aunque hizo esa carrera cuando era muy joven, el verdadero sueño de Susana era, por entonces, convertirse en azafata. De hecho, en 1967 recibió un telegrama en el que se le informaba que había sido elegida para ser aeromoza en Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, ese mismo día le ofrecieron participar de una publicidad. Lo hizo, y su historia cambió drásticamente: nunca más se alejó de las cámaras, que estaban en su destino.
Su casa de Uruguay tuvo un misterio
Susana Giménez se instaló en La Mary, su chacra de Punta del Este, justo antes de que comenzara la pandemia del coronavirus. Y no se fue más. Allí atravesó ella misma el covid, disfrutó de las tardes, jugó con sus perros. Y procuró resolver un misterio. “Hace años que me intriga un sendero muy marcado en el bajo que bordea el lago del fondo de casa”, contó en octubre de 2020. Entonces dijo que buscó huellas y que, ante la desaparición de ocho de los patos que tenía en su casa, buscó ayuda con especialistas. El veredicto indicó que podía haber un gato montés -o más- en la zona, animal que podía ser el responsable del singular exterminio. Sin embargo, a pesar del despliegue, nunca resolvieron el caso.