INFORME
El canal se convirtió en un campo de batalla de la "grieta" política. Administración Cosse lo defiende como apuesta de "contenido de calidad" y la oposición lo tilda de "comité de base televisivo".
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“Una apuesta por la calidad en los contenidos” o “un comité de base televisivo”. En el debate sobre TV Ciudad no hay grises. Con o sin la previsión de sus administradores, el canal municipal se convirtió en uno de los principales campos de batalla de la llamada “grieta” política, con el Frente Amplio montevideano afirmado en posiciones de defensa y una oposición multicolor que lanza periódicas embestidas.
Opiniones aparte, algunos datos de TV Ciudad son objetivos. Existe desde 1996 (el 1 de setiembre celebró en el Teatro Solís los 25 años), tiene 149 funcionarios y un presupuesto anual de unos 200 millones de pesos. En audiencia y de acuerdo a Kantar Ibope Media, su promedio global fue de 0,3 puntos de rating en octubre pasado y medido por hogares. Esto significa que el 0,3% de los hogares montevideanos (unos 1.500) siguieron promedialmente la programación de lunes a domingo en el último mes. Como referencia, Canal 10 promedió 6,8 puntos en el mismo período, Teledoce 5,7 y Canal 4, 4,3. La otra señal pública (Canal 5) acumuló 0,5 puntos de rating en el promedio de octubre.
Por casi dos décadas, el canal municipal apuntó a una programación de nicho cultural-urbano e iba por TV cable, con contenido simpático e “inofensivo” como aquellos auto reportajes o el programa sobre ilustradores “La mano que mira”. Sin embargo, una vez que se convirtió en una señal de aire con la TV Digital, en 2015, el gobierno departamental comenzó a dar pasos hacia un canal que saliera a competir en la “cancha grande” en los rubros entretenimiento y periodístico pero siempre con un sesgo “alternativo” a la oferta de los medios privados. Incorporó nuevas figuras (Noelia Campo, Diego González, Ricardo Piñeyrúa, Martín Rodríguez, Jorge Temponi, Lucila Rada, que continúan o Mariano López, Ximena Torres o Mario Bardanca, que tuvieron pasajes más o menos extensos) y compró series o derechos de transmisión de eventos deportivos de interés masivo.
El programa emblema de esta corriente fue La letra chica, idea de Ricardo Piñeyrúa y del exdirector del canal, Federico Dalmaud. Se estrenó en julio de 2020 con el propósito de poner en pantalla “una nueva forma de analizar la realidad buscando sumar una voz diferente y comprometida con la actualidad”, según lo definieron sus autoridades. “Mediante informes, entrevistas y el análisis de destacados especialistas, intentamos día a día conocer el detrás de cada noticia”.
Sobre la sospecha (o convicción) de que el resto de los medios (privados o Canal 5) no presentan una oferta comunicacional completa, se apoya la confesa razón de ser de TV Ciudad. Porque no convendría comercialmente (o por otras razones menos declaradas) los medios privados no colmarían los niveles de calidad y variedad de contenidos que merecería el montevideano.
Luego de un pedido de informes del edil blanco Diego Rodríguez, la Intendencia respondió que el propósito de La letra chica era “garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a los medios y el derecho a la información plural y diversa”.
La asunción de Carolina Cosse en noviembre pasado marcó un renovado impulso en la carrera competitiva y redentora de TV Ciudad.
“El canal duplicará este año las horas de producción nacional y esperamos crecer en ese sentido en 2022. La impronta del canal es hacia la sociedad y allí está todo: la ciudad y su vida propia, los temas de los que hablamos los uruguayos a diario, las políticas públicas que a todos nos cambian la vida, la cultura en el más amplio sentido de la palabra, la necesidad de sumar a las políticas de bienestar para la gente a través del deporte, la alimentación, la salud, la ciencia, la recreación, el acceso libre y gratuito a cine de calidad, música, la solidaridad, el pensamiento crítico para ampliar el debate y acallar el grito”, asegura Alejandra Casablanca, directora del canal desde comienzos de 2021.
Sin fronteras, Relatos, La piel de la ciudad, En otro orden, Sobreciencia, Cocinemos... son algunos de 34 estrenos de TV Ciudad en lo que va del año. Hasta marzo, además, se habían incorporado 16 nuevos comunicadores, tanto al área de producción como de conducción.
La oposición política estima que el presupuesto también se duplicará. Laura Raffo, candidata multicolor en Montevideo en los últimos comicios, manejó la cifra de 227 millones de pesos anuales destinados al canal. El exdirector Federico Dalmaud estimó que hasta su salida a finales de 2020, trabajaba con un presupuesto anual de unos 90 millones de pesos.
El edil nacionalista Diego Rodríguez, uno de los más acérrimos críticos a TV Ciudad, considera que el canal no debería existir. “Esto no es contra los trabajadores. Me parece que un canal municipal no tiene sentido. En el contexto de una ciudad abandonada, sin obras, con barrios sin saneamiento, destinar ese dinero para informar y hacer publicidad partidaria, no me parece justo con los montevideanos. Por lo menos, es un debate que tenemos que darnos”, considera.
"TV para amueblar la cabeza"
Alejandra Casablanca es una periodista de extensa trayectoria en medios privados y públicos. Antes de ejercer la dirección de TV Ciudad era la coordinadora de prensa de las radios públicas, cargo al que renunció a poco de asumir las nuevas autoridades del Secan, encabezadas por Gerardo Sotelo. Además, se desempeñaba como productora general de La letra chica.
“La Negra”, como se la conoce en el ambiente, había tenido unos sonados cruces en redes sociales con Victoria Rodríguez (2016) y con Ignacio Álvarez (2019)sobre el abordaje de algunos asuntos periodísticos.
“Los medios públicos son medios de comunicación sin intereses comerciales a los que se les da una responsabilidad: llegar a la ciudadanía con el compromiso de la mayor calidad posible en sus contenidos y sumar esas otras voces y propuestas que no son hegemónicas o mayoritarias desde lo informativo, educativo o de entretenimiento, por eso el debate es permanente sobre ellos e incluso las voces de aquellos que sostienen que todo debe regularlo el mercado y que no deberían existir”, asegura Casablanca en una entrevista vía correo electrónica para este informe.
“Por más que todo canal público o privado quiere llegar a más televidentes, el ser y el quehacer de la televisión pública no se subordina a las lógicas de consumo, del mercado, de la fama. Si Canal 5 no pusiera en pantalla la maravilla de espectáculos del Auditorio del Sodre los viernes de noche, ¿cuántos uruguayos podrían acceder a ellos? ¿Solo “el cogollo” de aquellos que pudieron acceder a estar en Montevideo y poder comprar una entrada? “¿Si TV Ciudad no hiciera lo propio con espectáculos de nuestro teatro Solís por poner un ejemplo, o shows en las distintas salas? ¿Eso trae una ganancia económica para Canal 5 o TV Ciudad? No, ninguna, trae un costo que lo vemos como una inversión y no un gasto, algo imposible de pensar en el negocio privado que calcula en base a ganancias económicas propias y no a ganancias sociales”, añade sobre los propósitos de la TV pública.
Casablanca cita el concepto de “amueblar la cabeza”, de la periodista Leila Guerriero como una consecuencia deseable para el espectador de TV Ciudad. “Si alguien tiene acceso público y gratuito a historias de otras vidas y de las cercanas a las propias, políticas públicas, deporte, literatura, debate, ideas, música, cocina, ciencia, cómo se mueve el mundo que seguramente no conocerá físicamente o en sus posibilidades de viaje, seguramente tendrá su cabeza mejor amueblada y eso repercute en la sociedad toda”, escribe.
Frente a los cuestionamientos por sesgo político en los contenidos, la jerarca los desmiente con este párrafo: “Mi respuesta es que nunca miraron el canal... Me encantaría que al menos parte de aquellos que nos critican sobre todo en redes decidieran ver TV Ciudad. No miraron el canal”.
"La Intendencia hace el contragobierno desde TV Ciudad"
En efecto, es estadísticamente muy probable que los detractores de TV Ciudad no miren el canal. Pero tampoco sus defensores parecen darle muchas chances en el control remoto.
Hubo un día histórico para La letra chica. El 22 de julio de 2020, el programa tuvo picos de 8 puntos de rating medido por hogares y le arrebató el tercer lugar a Canal 4 en esa franja horaria. Nunca antes TV Ciudad había ganado en audiencia a un canal privado, ni por cinco minutos. La previa del programa se había recalentado con cruce de declaraciones entre el director de entonces (Dalmaud) y el edil Rodríguez, con un pedido de informes de por medio. En redes y grupos más o menos militantes de izquierda circuló un llamado a transformar a La letra chica como lo más visto del día.
“Gracias a mí, un día se vio TV Ciudad”, asegura Rodríguez. Los números volvieron luego a una normalidad entre el 0 y 1 en gran parte de los horarios, con algunos picos de prime time. En agosto de 2020, TV Ciudad logró su mejor promedio global mensual con 0,5 puntos de rating. Esto es: el seguimiento del 0,5% de los hogares de Montevideo, de acuerdo a Ibope.
El legislador departamental considera que la Administración Cosse busca hacer de TV Ciudad el brazo televisivo de su aparato político. “Desde los nombres de los programas (“La letra chica, En otro orden”) hay una intención de generar contraste, de hacer el contragobierno. Es una forma de decir: acá estamos los frenteamplistas, con nuestro relato. El tema es que no los miran ni los propios compañeros. Capaz que a los frenteamplistas les gusta más Masterchef”, dice.
Esta batalla ha tenido sus perlas. En junio pasado y por 13 segundos, salió al aire un gráfico en Informe Capital que aseguraba: “Carolina Cosse - Su majestad”. Días después, un tuit (eliminado más tarde) desde la cuenta de La letra chica sumaba el hashtag “YoFirmoContraLaLuc”.
Tras un pedido de acceso a la información del colorado Andrés Ojeda, la comuna dijo que no hubo investigación administrativa sobre ninguno de los dos casos, aunque se individualizó al o los responsables yhubo una sanción que no se especificó.
Denisse Legrand se fue de La letra chica en medio de una polémica con Alejandra Casablanca, a quien denunció por violencia laboral, un caso que fue archivado por el área jurídica de la Intendencia. Pero el origen de las diferencias radicó en posturas distintas sobre el contenido de La letra chica. La conductora señala que al menos hubo siete episodios (en cinco meses) en los que no estuvo de acuerdo con el abordaje del programa sobre ciertos temas porque, a su juicio, pesaba más lo político que lo periodístico.
En marzo pasado, cuando el programa abordó presuntos casos de abuso policial, hubo tensión en la interna. “En el guión se me quería hacer decir que había habido un abuso policial cuando la justicia negó tal abuso. Lo que pedí para ese programa fue que tuviera un abordaje adecuado y sin incurrir en racismo policial”, asegura Legrand y añade que finalmente la producción incluyó otras visiones para equilibrar el contenido.
En otra ocasión, se preveía una entrevista sobre el conflicto en Medio Oriente, únicamente con la visión “anti Israel”. “Me negué a ser parte de una postura antisemita”, declara y finalmente el segmento no salió al aire
Casablanca evita referirse a la denuncia de Legrand. “Tengo 53 años y trabajo hace más de 30 en distintos medios de comunicación. Hasta mi llegada a la dirección de TV Ciudad, desde que comencé a percibir un salario como periodista, estuve en cada uno de los sindicatos de los medios en los que trabajé (25 años en medios privados y 6 en públicos). Como dirigente sindical ante una denuncia de un trabajador contra un jerarca defendí a capa y espada la confidencialidad, porque eso es lo que le da garantías al trabajador, no al jerarca. En ninguna de las notas sobre este tema hay una sola declaración mía y así seguiré. Un cargo eventual no me hace borrar con el codo lo que escribí a lo largo de 30 años con la mano. Hay un expediente con 300 páginas de una investigación en la que declararon 19 personas que concluyó desestimando la denuncia”.
Alejandra Casablanca: "Apostamos a seguir sumando programas de producción propia"
- ¿Qué situación de fortalezas y debilidades te encontraste al asumir la dirección de TV Ciudad?
-La mayor fortaleza del canal son sus trabajadores. En este tiempo de gestión en medio de una pandemia que se complicó aún más en los meses en que comenzábamos a mostrar nuestra programación 2021, todo lo que logramos fue gracias al compromiso de los trabajadores en todas las áreas, sufriendo incluso la muerte de un compañero por Covid. A lo largo de 25 años de historia cada director y directora que pasaron por el canal dejaron su impronta, todos pensando que estaban haciendo la mejor gestión posible, con aciertos y errores. No está en mi forma de ser hablar de debilidades con las que pude encontrarme al asumir, prefiero trabajar, trabajar y seguir trabajando.
-¿Qué objetivos han planteado para tu gestión?
-Los objetivos están planteados en los lineamientos de la dirección de Comunicación e Información de la que depende TV Ciudad y son públicos, fueron presentados en la Junta Departamental a mitad de este año. Podría definirlos en tres áreas: programación e innovación, inversión, recursos humanos
En programación apostamos a seguir sumando programas de producción propia en todos los formatos posibles y de coproducción con otros canales, productores nacionales y organizaciones sociales y culturales. También a sumar sinergias con áreas fundamentales de la cultura a través del trabajo en conjunto. Pegada a esta apuesta está la innovación, que muestra que el encendido de pantalla es cada vez menor en el Uruguay y el mundo y que la gente decide mirar TV de distintas formas, dispositivos, aplicaciones, redes, en eso estamos trabajando ampliando los programas multiplataforma (de dos el año pasado pasamos a siete este año, con un equipo específico de profesionales para eso) y también la innovación nos permite ser más eficientes en todas las direcciones del canal, optimizando recursos y bajando gasto.
En materia de inversión presentamos un plan austero pero necesario para equipos que son claves para la televisión de hoy y todas las posibilidades que se abren a través de la tecnología y que el canal o no tenía o tenía al borde de su vida útil sin posibilidad de recambio o actualización. En recursos humanos, por primera vez en su historia TV Ciudad se sumará a los Compromisos de Gestión que cada unidad y área de la Intendencia lleva adelante y transparenta lo que se hace a los ciudadanos.
-En lo personal ¿cómo has vivido el proceso de pasar del periodismo a la gestión?
-De contínuo aprendizaje. La dirección de prensa en las radios públicas me ayudó a aprender en varias áreas de la gestión y los procesos burocráticos necesarios para por un lado dar toda la transparencia frente a cómo se cumple con la función pública y por otro entender de tiempos y urgencias de un medio de comunicación. Creo ser una esponja que absorbe e intenta aprender y estudiar todos los días. Ver qué hacen desde la gestión otros canales públicos de las capitales de los países de nuestro continente y del mundo. Estoy rodeada de un grupo de compañeros técnicos en dirección con mucha experiencia y esperticia en sus áreas, sumo oído y ojos abiertos permanentes en los distintos rincones del canal con la gente que mueve el corazón de la pantalla y si puedo me sumo a los distintos equipos de vez en cuando para “embarrarme las patas” y salir del escritorio.
- A nivel de programación hubo varios estrenos (Relatos, La piel de la ciudad, En otro orden...) ¿La impronta del canal debe volcarse más hacia lo periodístico?
El canal duplicará este año las horas de producción nacional y esperamos crecer en ese sentido en 2022. La impronta del canal es hacia la sociedad y allí está todo: la ciudad y su vida propia, los temas de los que hablamos los uruguayos a diario, las políticas públicas que a todos nos cambian la vida, la cultura en el más amplio sentido de la palabra, la necesidad de sumar a las políticas de bienestar para la gente a través del deporte, la alimentación, la salud, la ciencia, la recreación, el acceso libre y gratuito a cine de calidad, música, la solidaridad, el pensamiento crítico para ampliar el debate y acallar el grito.
.¿Cuáles fueron los desencadenantes para el final de "La letra chica"? ¿Volverá el año próximo?
-En 2020 La Letra Chica sorprendió y se convirtió en el programa más visto en la historia de TV Ciudad. Inicialmente se había asegurado su continuidad por tres meses con la opción de seguir un cuarto mes. Duró cuatro meses y un quinto con lo mejor del ciclo, sin una de las conductoras que tenía otros compromisos personales y no podía seguir más allá de octubre. En este 2021 el ciclo duró siete meses, culminó el último día de setiembre cerrando el mes aniversario del canal. Los programas en todos los canales del mundo tienen ciclos concretos. Volverá en 2022? Y yo creo que sí.
-¿Cuál debe ser la función de la TV Pública? ¿Y de TV Ciudad en particular?
-Los medios públicos son medios de comunicación sin intereses comerciales a los que se les da una responsabilidad: llegar a la ciudadanía con el compromiso de la mayor calidad posible en sus contenidos y sumar esas otras voces y propuestas que no son hegemónicas o mayoritarias desde lo informativo, educativo o de entretenimiento, por eso el debate es permanente sobre ellos e incluso las voces de aquellos que sostienen que todo debe regularlo el mercado y que no deberían existir.
Por más que todo canal público o privado quiere llegar a más televidentes y sumar toda la audiencia posible, el ser y el quehacer de la televisión pública no se subordina a las lógicas de consumo, del mercado, de la fama. Si la televisión nacional del Uruguay no pusiera en pantalla la maravilla de espectáculos del Auditorio del Sodre los viernes de noche, cuántos uruguayos podrían acceder a los mismos? Sólo “el cogollo” de aquellos que pudieron acceder a estar en Montevideo y poder comprar una entrada? No vale la pena que el resto del país también acceda a bienes culturales que nos ayudan a ser mejores personas y a ese disfrute? Si TV Ciudad no hiciera lo propio con espectáculos de nuestro teatro Solís por poner un ejemplo, o shows en las distintas salas? Eso trae una ganancia económica para canal 5 o TV Ciudad? No, ninguna, trae un costo que lo vemos como una inversión y no un gasto, algo imposible de pensar en el negocio privado que calcula en base a ganancias económicas propias y no a ganancias sociales. Podríamos hablar desde lo teórico de distintas resonancias y respuestas desde lo individual o lo colectivo, y entender que en tanto bien de cosumo cultural popular, las televisiones públicas con sus distintas características deberían ser una herramienta de consolidación democrática, de apertura a todos a más conocimiento y disfrute para sumar a crear mejores ciudadanos, más curiosos, más empáticos, con más elementos sobre la mesa para pensar, decidir, construir. Ayudar a “amueblar la cabeza” (Leila Guerriero dixit) para que se traduzca en ser mejores personas. Si alguien tiene acceso público y gratuito a historias de otras vidas y de las cercanas a las propias, políticas públicas, deporte, literatura, debate, ideas, música, cocina, ciencia, cómo se mueve el mundo que seguramente no conocerá físicamente o en sus posibilidades de viaje, seguramente tendrá su cabeza mejor amueblada y eso repercute en la sociedad toda. La Unesco tiene un manual de principios y buenas prácticas para los medios públicos de América Latina que son un buen comienzo de a qué apuntar. En el caso de TV Ciudad (más allá de ser hoy canal de aire y de llegar a todo el país) hay otro punto de singularidad que tiene que ver con tener en cuenta a Montevideo en esas búsquedas de calidad y de trabajo en la pantalla.
- El canal tiene un departamento comercial, ¿está entre los objetivos potenciarlo? ¿Crees que en plazo razonable se puede autofinanciar?
Cuando asumí la gestión el canal contaba con un vendedor que cobraba un sueldo y un porcentaje de sus ventas. En esta gestión se armó un departamento comercial que trabaja con otro criterio y que no implica gasto alguno de salarios para quienes venden publicidad. Por supuesto que está entre los objetivos potenciarlo: en marzo y abril ya se había superado la cifra de venta de publicidad de todo el año 2020 y estábamos en medio del recrudecimiento de la pandemia. No existen televisiones públicas en el mundo que se autofinancien por medio de la venta de publicidad, es más, en varios países se cuestiona hoy incluso el participar del mercado de la publicidad. Ni siquiera aquellas que son ejemplo de gestión y calidad y que siempre se ponen como ejemplos. Cito una que todo el mundo conoce: la BBC. Se financia con un impuesto al que todo ciudadano que ve la BBC (en su televisor, en su computadora o en cualquier otra pantalla) está obligado a pagar y supone unos 184 euros anuales. Cuánto dinero tiene la BBC para sus canales y radios públicas: 240 millones de euros anuales a través de ese impuesto directo. Todos los países tienen medios de comunicación públicos a nivel nacional, de sus ciudades capitales e incluso regionales o de ciudades importantes más pequeñas que sus capitales y se financian con presupuestos desde el Estado. Los canales públicos son instrumentos de carácter esencial en el desarrollo cultural,social y político (reivindico la palabra política y la separo de la asociación directa a política partidaria) porque deben ser parte de la construcción de sociedades más abiertas, inclusivas y democráticas. Ahí la diferencia con los operadores privados cuyo objetivo principal es el beneficio empresarial.
- ¿Cuál es la respuesta que daría a los cuestionamientos que se hacen a nivel político de los contenidos del canal?
-Mi respuesta es que nunca miraron el canal. Este año (a la fecha) realizamos 34 estrenos y 8 nuevas temporadas de programas que ya estaban en la grilla de programación. Documentales, periodísticos, culturales, sociales, científicos, otros con fuerte presencia de la vida de Montevideo y los montevideanos, deportes, alimentación saludable, una serie en acuerdo con ONU, programas con la Udelar, con Cinemateca y los distintos festivales de cine que mes a mes se hacen en nuestro país, TV Ciudad en concierto llevándole a la gente diversidad de espectáculos musicales en vivo, teatro en el Solís y en la Verdi... Me encantaría que al menos parte de aquellos que nos critican sobre todo en redes decidieran ver TV Ciudad. No miraron el canal.
-¿Cómo definiría la relación de la dirección con las autoridades de la intendencia?
-Como muy buena. La Intendenta fue clara cuando me ofreció esta responsabilidad: TV Ciudad es el canal público de Montevideo y como tal una herramienta de la ciudadanía y para la ciudadanía, que le acerque información de calidad, cultura y entretenimiento y sume a construir una sociedad mejor. Hemos trabajado estos diez meses para eso, potenciando la producción nacional y el talento de los trabajadores en todas las áreas del canal.
- Finalizó la investigación administrativa y desestimó la denuncia que formuló Denisse Legrand. ¿Con qué sensaciones quedaste finalizado el proceso?
Tengo 53 años y trabajo hace más de 30 en distintos medios de comunicación del país. Hasta mi llegada a la dirección de TV Ciudad, desde que comencé a percibir un salario como periodista, estuve en cada uno de los sindicatos de los medios en los que trabajé (25 años en medios privados y 6 en públicos) Como dirigente sindical ante una denuncia de un trabajador contra un jerarca defendí a capa y espada la confidencialidad, porque eso es lo que le da garantías al trabajador, no al jerarca. Si tú haces un chequeo en medios del tema, te vas a encontrar al menos con 59 notas, en ninguna vas a ver una sola declaración mía y así seguiré. Un cargo eventual no me hace borrar con el codo lo que escribí a lo largo de 30 años con la mano. Hay un expediente con 300 páginas de una investigación en la que declararon 19 personas que concluyó desestimando la denuncia.
-¿Qué se puede esperar a corto o mediano plazo en cuenta a estrenos de TV Ciudad?
Este octubre estrenamos el periodístico “En otro Orden”, una nueva temporada de Carnaval fuera de Concurso, el comienzo de la temporada 2021-2022 de NBA que seguirá el año próximo, “Sin Fronteras” analizando la realidad internacional, series relacionadas con la ciencia, el cine y el teatro, coproducciones con los elencos estables departamentales y sus salas y una serie de recitales. Hasta diciembre seguiremos con lo planificado para este 2021 en la pantalla. A lo largo de estos meses recibimos decenas de proyectos de programas que abarcan todos los formatos imaginables en televisión y eso muestra la creatividad y el valor profesional en los audiovisual de los uruguayos. Tenemos un presupuesto acotado y hay que hacer el mayor esfuerzo de que rinda al máximo y eso se note en la pantalla. Estamos cerrando ya la base de la programación que tendremos en 2022 con mucha alegría y proyectos que esperamos sorprendan postiviamente a la audiencia y sigan ampliando nuestro objetivo de sumar producción nacional y propia a la pantalla y también coproducciones con otros canales públicos.