Redacción El País
La modelo uruguaya que viajó a México como representante oriental en Miss Universo regresó satisfecha con los resultados. “Mi meta era hacer que Uruguay resalte y considero que lo logré, pude figurar en varios portales y medios y muchas personas por primera vez después de muchos años se enteraron de que Uruguay estaba participando en Miss Universo”, asegura. Lucas, de 28 años, pretende afianzar el camino de los concursos de belleza en el país para que sea más fácil a futuras concursantes.

-Volviste del certamen de Miss Universo en México como la representante uruguaya. ¿Cómo valorás la experiencia?

-Fue una experiencia transformadora y desafiante. Fueron días muy intensos y agotadores, pero valió la pena cada uno de ellos. Conocí a 127 mujeres fuertes y talentosas de diferentes partes del mundo, pudimos compartir nuestras historias de vida y ver como a pesar de nuestras diferencias culturales todas estábamos ahí para trabajar por nuestro país y por las causas que nos apasionan. Tuve la oportunidad de escuchar los proyectos y causas sociales de todas estas representantes, y cada una de ellas me impactó con su inteligencia y poder de liderazgo. Mujeres que inspiran y que tienen mucho para enseñarle al mundo.

-¿Te fue de acuerdo a tus expectativas a nivel de las posiciones?

-Mi meta era hacer que Uruguay resalte y considero que lo logré, pude figurar en varios portales y medios y muchas personas por primera vez después de muchos años se enteraron de que Uruguay estaba participando en Miss Universo. Tuve la suerte de que mucha gente de mi país siga mi participación y me apoye, lo cual me hizo muy feliz. Sabemos que Uruguay no es un país fuerte en concursos de belleza y que hace 40 años no logramos una clasificación, pero creo que mi participación puede ser el puntapié para poder cambiar esto en los próximos años.

-¿En qué crees que se puede mejorar para futuras candidatas?

-El apoyo y difusión en redes y medios de comunicación es fundamental. Yo pude avanzar bastante en ese sentido, pero necesitamos seguir avanzando para alcanzar el nivel necesario. Mi preparación fue escasa debido al poco tiempo y a que Uruguay no recibe tanto apoyo al respecto, pero realmente hice mi mayor esfuerzo para ir lo más preparada posible; dí lo mejor de mí con los recursos que tenía al alcance. En los siguientes años, si más marcas o sponsors colaboran, y si se realiza la elección con más tiempo de anticipación, se puede conseguir una preparación más profunda en todos los aspectos necesarios para un concurso de este nivel. Uruguay tiene el potencial y la belleza, solo falta trabajar mucho para que el mundo también pueda ver eso.

-¿Cuál es la principal enseñanza personal que te dejó el concurso?

-Vivimos un mundo donde se debe ser fuerte mentalmente y saber trabajar bajo presión, pero creo que Miss Universo puso en mí estas capacidades al límite. Fueron casi 3 semanas de concentración con mucho trabajo y poco descanso; para no desistir hay que ir con la mente muy clara sobre las metas personales. Es esencial no compararse, porque las realidades de cada país son diferentes y porque la competencia siempre es con una misma. Por esto siempre intenté mostrar mi autenticidad y ser fiel a mí misma, sin intentar encajar en moldes ajenos.

-¿Cuál es tu visión sobre el resultado y la coronación de Miss Dinamarca?

-Creo que cada una de las mujeres que estábamos ahí teníamos el potencial para ser Miss Universo, y me alegra saber que eligieron a una mujer preparada. Sobre todo, me da esperanzas saber que ella le llevó la primera corona a su país, haciendo historia y marcando un antes y después para su gente. Esto demuestra que un país sin peso de banda puede llegar a triunfar si y solo si existe un respaldo en cuanto a preparación y herramientas necesarias, que permita a la candidata solo concentrarse en trabajar para resaltar y dar su mejor versión.

-¿Cómo fue la convivencia en el marco de la competencia?

-Mi experiencia de convivencia en Miss Universo fue muy enriquecedora, volví feliz porque me llevo amistades y lazos con mujeres increíbles de todo el mundo. Atravesar juntas tantos momentos de estrés y presión hace que se genere una unión para brindarnos apoyo emocional, y esto nos demuestra que la competencia si es incompatible con la empatía y solidaridad. Una de las amistades más cercanas que formé fue con la candidata de Nicaragua, quien fue mi roomie en el concurso. Pudimos conectar muy bien juntas y hacer más llevaderos los momentos difíciles de la concentración. Un dato curioso es que ya había tenido la oportunidad de conocerla en el año 2020, en Colombia, cuando ambas participamos en el Reinado Internacional del Café, y este año por simple coincidencia nos tocó ser compañeras de habitación.

-¿Cuáles son tus planes?

-Tengo varios planes, pero sin dudas quiero aprovechar la oportunidad y visibilidad que el Miss Universo me dio para ayudar a que más mujeres confíen en sí mismas y sigan sus sueños sin importar sus miedos o lo que la sociedad les imponga. Me encantaría poder ayudar a que Uruguay siga creciendo en los concursos, y así algún día traernos nuestra primera corona Universal. Quiero que en nuestro país cambie la perspectiva de esta plataforma, ya que no se trata solo de belleza física, se trata de ser embajadoras de nuestros países y mostrar al mundo sus cualidades.