Basura de algunos, tesoro de muchos: los clasificadores que viven de reparar lo que otros tiran

La cooperativa Volver a la Vida restaura muebles y electrodomésticos en Montevideo para comercializarlos a precios bajos o vender lo que desarman como piezas para un nuevo uso.

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Volver a la Vida
Integrantes de la cooperativa Volver a la Vida reparan electrodomésticos.
Foto: Intendencia de Montevideo.

Lidia Rebollo tiene 26 años, dos hijas y un bebé en camino. Hasta hace dos años, recolectaba basura en las calles junto a su pareja. El circuito que hacían con un carro y una bicicleta para vender el material recuperado se terminó cuando consiguió un trabajo formal en Volver a la Vida. Ahora restaura muebles y electrodomésticos en la cooperativa que los comercializa a precios bajos o vende lo que desarman como piezas para un nuevo uso. Es una nueva vida para los residuos y también para hombres y mujeres que, como Lidia, buscan un sostén económico más fuerte.

“Entrar acá fue súper bueno para la economía de mi casa, pero además es útil porque no todos podemos comprar una heladera o un lavarropa nuevos y en la cooperativa reparamos cosas que antes se enterraban y les damos un segundo uso”, expresó Lidia. A modo de ejemplo, señaló que una heladera de segunda mano puede salir entre $ 3.500 y $ 4.000, a diferencia de una nueva que cuesta, como mínimo, $ 8.000.

El valor de los residuos

La cooperativa está integrada por siete hombres y siete mujeres que trabajan en convenio con la Intendencia de Montevideo desde 2021. Nació en el marco de Montevideo Integra, iniciativa del plan Montevideo más verde que busca reducir la cantidad de residuos de gran volumen que se entierran o no se disponen correctamente y dar autonomía y formalidad al trabajo de clasificadores y clasificadoras.

Raquel Georgiadis, del Programa de Inclusión Sociolaboral de Clasificadores y Clasificadoras del Departamento de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, contó que tienen una nómina de clasificadores que “se acercan como aspirantes a los proyectos de inclusión sociolaboral” y hacen un proceso de selección junto a la cooperativa. Además, brindan asesoramiento técnico y socioeducativo a través de un equipo que “está en la planta con ellos, todos los días”.

“Llegar en la mañana y separar lo que se puede arreglar, es el primer paso cada día”, contó Yessica Zelayeta, compañera de Lidia en la cooperativa. Tiene 34 años y siete niños a cargo, y hasta hace dos años trabajaba juntando botellas, papel y cartón y vendiendo tortas fritas. “Era sacrificado salir, muchas veces con lluvia o frío, y más aún teniendo hijos, porque uno es el pilar y si se enferma, no entra nada”, expresó.

Reciben de todo: calefones, lavavajillas, microondas. “Es impresionante”, dijo Lidia, y agregó que a las cosas que no pueden reparar les sacan los metales no ferrosos —como aluminio, cobre, bronce y plomo— y las ponen en una casamba donde va la chatarra. Yessica también se sorprende con todo lo que llega: “Muchas veces traen cosas que están lindas, pero se les cortó el cable y por eso nomás lo tiraron”.

Todo tiene un valor y todo se comercializa: electrodomésticos de segunda mano, muebles restaurados, metales e incluso la chatarra.

Volver a la Vida
Integrante de la cooperativa Volver a la Vida repara residuo eléctrico.
Foto: Intendencia de Montevideo.

Cómo desechar residuos voluminosos

Los residuos voluminosos deben ser tratados de forma especial; primero, por sus grandes dimensiones, y segundo, porque pueden contener materiales peligrosos, indicó Tania Azcárate, de la Unidad de Valorización de la División Limpieza y Gestión de Residuos de la Intendencia de Montevideo. Por ejemplo, mencionó el material aislante de los calefones y el líquido refrigerante de heladeras.

Para desechar electrodomésticos, muebles o materiales voluminosos, la Intendencia de Montevideo dispuso la línea 092 250 260. El servicio de motocarros levanta los objetos de forma gratuita y los lleva a la planta de reparación. También pueden llevarse a los Ecocentros del Prado (Lucas Obes 853) o Buceo (avenida Tomás Basañez 1212), que están abiertos de lunes a viernes de 8 a 20 horas y los fines de semana y feriados de 10 a 18 horas.

Según Azcárate, los residuos de gran tamaño no deben colocarse al lado ni dentro de los contenedores ya que estas prácticas promueven la formación de basurales y roturas de los recipientes y camiones. A su vez, al estar en la vía pública pueden ser vandalizados, lo que reduce las condiciones para su posterior valorización y, de acuerdo al tipo de voluminoso, puede generar un riesgo para la salud o el ambiente si no se maneja adecuadamente.

Montevideo Integra se ocupa de los residuos domiciliarios y no los empresariales, aclaró Georgiadis, del Departamento de Desarrollo Social. Sí tienen un convenio con la Universidad de la República a través del cual recolectan los voluminosos de la institución una vez por semana, pero no han avanzado con otras organizaciones “porque la prioridad ahora es optimizar el levante de los domiciliarios”, subrayó.

A los Ecocentros —que comenzaron a funcionar en marzo de 2023— se han enviado más de 155 toneladas de residuos eléctricos y electrónicos para su valorización y más de 52 toneladas de muebles y colchones, señaló Azcárate. Según Georgiadis, en 2023 Volver a la Vida procesó más de 500 toneladas de material y este año ya superaron ese número. “Estimamos que en 2024 llegarán a alrededor de 900 toneladas”, dijo.

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Integrantes de la cooperativa Volver a la Vida reparan residuos eléctricos.
Foto: Intendencia de Montevideo.

Vender basura (que ya no es basura)

Por un lado, los metales no ferrosos y la chatarra se clasifican y venden a las empresas Depósito Rafael y Werba SA. Por otro, todo lo que puede ‘volver a la vida’ se repara y se publica en las redes sociales de la cooperativa, en Facebook e Instagram, y cuentan con un número de teléfono donde reciben consultas vía WhatsApp (093 407 471). Tienen clientes fijos que van directo a la planta y también “funciona mucho el boca a boca”, contó Yessica.

La comisión de ventas —integrada por la cooperativa y la Intendencia— establece los criterios de comercialización, la cartera de clientes, la forma de comunicarse con ellos y los precios, señaló Georgiadis. También están la comisión de seguridad laboral —de nuevo, con funcionarios de la Intendencia y trabajadores de Volver a la Vida— y otras comisiones internas, propias de la cooperativa.

En cuanto al sueldo, depende de la comercialización de los productos, por lo que puede variar mes a mes. Sin embargo, Georgiadis resaltó que “está bastante estable” y ganan, en promedio, alrededor de $ 40.000 mensuales.

Los integrantes de Volver a la Vida no solo ganan dinero, también adquieren conocimientos. Lidia destacó que tuvieron clases de informática, aires acondicionados y refrigeración, entre otros. Georgiadis añadió que tras las aulas, “aumentaron sus capacidades para reparar o extraer repuestos de electrodomésticos en desuso”. La formación cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y el Ministerio de Ambiente.

En 2023, la cartera invirtió en maquinaria para optimizar los procesos y ese mismo año Montevideo Integra obtuvo U$S 50.000 del Fondo de Desarrollo Territorial de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) para invertir en capacitaciones, mejora de procesos y consultorías para optimizar la valorización y la comunicación del proyecto, finalizó Georgadis.

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