Redacción El País
Los Juegos Olímpicos 2024 han sido testigos de un avance tan significativo como polémico: la implementación de camas fabricadas en cartón reciclado para los atletas. Este enfoque innovador busca reducir la huella de carbono del evento, pero desató una serie de debates sobre la comodidad y la funcionalidad de estas camas e incluso respecto a la imposibilidad de mantener relaciones sexuales.

Con el fin de alinear el evento con las metas de sostenibilidad del Comité Olímpico Internacional, París 2024 ha optado por utilizar camas de cartón reciclado en la Villa Olímpica. Este material, conocido por su bajo impacto ambiental, se ha convertido en una alternativa a las tradicionales camas de metal y madera.

Las camas de cartón están diseñadas para soportar hasta 200 kg, garantizando que sean funcionales para la mayoría de los atletas, y su producción implica una reducción significativa en la emisión de CO2.

La elección del cartón también tiene un fuerte componente reciclable. Al finalizar los Juegos, las camas serán desmanteladas y recicladas en lugar de convertirse en desechos no manejables, lo que representa un avance en la gestión de residuos de grandes eventos.

La iniciativa de utilizar camas de cartón es parte de un esfuerzo más amplio para hacer de los Juegos Olímpicos 2024 los más sostenibles hasta la fecha. Este compromiso incluye la reducción de emisiones, el uso de energía renovable y la integración de materiales reciclados en la infraestructura del evento.

La experiencia de los Juegos Olímpicos sirve como caso de estudio para futuras competiciones y eventos internacionales, demostrando que es posible combinar sostenibilidad con eventos de gran escala.

Foto: AFP

A pesar de los beneficios medioambientales, las camas de cartón en los Juegos Olímpicos 2024 han sido objeto de controversia. Informes indican que algunos competidores experimentaron molestias durante su estancia, cuestionando si estas camas cumplen con los estándares de confort necesarios para un evento de tal magnitud.

Una de las críticas más inusuales fue la dificultad para mantener relaciones sexuales en estas camas. Este aspecto ha generado una discusión pública inesperada, enfocándose en cómo la elección de material puede afectar la vida personal de los competidores.

Los organizadores de los Juegos Olímpicos 2024 han respondido a estas preocupaciones defendiendo el diseño y la funcionalidad de las camas. Aseguran que las camas pasaron por rigurosas pruebas de calidad y que su uso en el evento cumple con todos los estándares de seguridad y confort. Además, destacan que la comodidad de los atletas ha sido una prioridad durante el proceso de diseño.

A pesar de las críticas, el esfuerzo por reducir la huella de carbono y promover el reciclaje muestra un cambio importante en la forma en que se organizan los eventos internacionales. Con el tiempo, el éxito de esta iniciativa dependerá de la capacidad de los organizadores para abordar las preocupaciones de los atletas mientras continúan avanzando hacia objetivos medioambientales más ambiciosos.