Es un desafío elegir solo uno de los datos que presenta el informe emitido el pasado miércoles por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ya que, como ellos mismos señalan, allí se “documenta la espiral de impactos meteorológicos y climáticos” que se cierne sobre el planeta. Y aunque los vientos no soplen favorables para el cuidado del ambiente y la lucha contra el cambio climático, los científicos continúan estudiando y poniendo en blanco sobre negro lo que ocurre.
Según el estudio, buena parte de los efectos del cambio climático inducido por la actividad humana ya son irreversibles. Y no durante cientos, sino durante miles de años. El informe confirmó que “2024 fue probablemente el primer año natural en superar los 1,5 °C por encima de la era preindustrial, con una temperatura media mundial cerca de la superficie de 1,55 ± 0,13 °C por encima de la media de 1850-1900”.
De ese modo, quedó determinado que 2024 fue el año más cálido en los 175 años de registros de observación.
Indicadores clave del informe Estado del Clima 2024
Dióxido de carbono atmosférico
Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, así como de metano y óxido nitroso, son las más altas de los últimos 800.000 años. Las concentraciones de dióxido de carbono en 2023 (el último año del que se dispone de cifras anuales mundiales consolidadas) fueron de 420,0 ± 0,1 partes por millón (ppm), 2,3 ppm más que en 2022 y el 151% del nivel preindustrial (en 1750). 420 ppm corresponden a 3.276 Gt o 3,276 billones de toneladas de CO2 en la atmósfera.
Los datos en tiempo real de lugares específicos muestran que los niveles de estos tres principales gases de efecto invernadero siguieron aumentando en 2024. El dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante generaciones, atrapando el calor.
Temperatura media mundial cerca de la superficie
Además de que 2024 estableció un nuevo récord, cada uno de los últimos diez años, 2015-2024, fue individualmente uno de los diez años más cálidos registrados. La temperatura récord de 2024 se vio impulsada por un fuerte fenómeno de El Niño que alcanzó su punto máximo a principios de año.
En todos los meses entre junio de 2023 y diciembre de 2024, las temperaturas medias mensuales mundiales superaron todos los récords mensuales anteriores a 2023.Los niveles récord de gases de efecto invernadero fueron el principal impulsor, y el cambio a El Niño desempeñó un papel menor.
Contenido de calor oceánico
Alrededor del 90% de la energía atrapada por los gases de efecto invernadero en el sistema terrestre se almacena en el océano. En 2024, el contenido de calor oceánico alcanzó su nivel más alto en los 65 años de registros de observación. Cada uno de los últimos ocho años ha establecido un nuevo récord. La tasa de calentamiento de los océanos en las últimas dos décadas, 2005-2024, es más del doble que en el período 1960-2005.
El calentamiento de los océanos provoca la degradación de los ecosistemas marinos, la pérdida de biodiversidad y la reducción del sumidero de carbono oceánico. Impulsa las tormentas tropicales y contribuye a la subida del nivel del mar. Es irreversible en escalas de tiempo centenarias a milenarias. Las proyecciones climáticas muestran que el calentamiento de los océanos continuará al menos durante el resto del siglo XXI, incluso en los escenarios de bajas emisiones de carbono.
Acidificación de los océanos
La acidificación de la superficie del océano continúa, como lo demuestra la constante disminución del pH medio global de la superficie del océano. Las disminuciones regionales más intensas se encuentran en el Océano Índico, el Océano Austral, el Océano Pacífico ecuatorial oriental, el Pacífico tropical septentrional y algunas regiones del Océano Atlántico.
Ya se han observado claramente los efectos de la acidificación de los océanos en la superficie del hábitat, la biodiversidad y los ecosistemas, y la producción de alimentos procedentes de la acuicultura de mariscos y la pesca se ha visto afectada, al igual que los arrecifes de coral.
Las proyecciones muestran que la acidificación de los océanos seguirá aumentando en el siglo XXI, a un ritmo dependiente de las emisiones futuras. Los cambios en el pH de las profundidades oceánicas son irreversibles en escalas de tiempo centenarias a milenarias.
Nivel medio global del mar
En 2024, el nivel medio global del mar fue el más alto desde el inicio del registro satelital en 1993, y la tasa de aumento de 2015-2024 fue el doble que la de 1993-2002, aumentando de 2,1 mm por año a 4,7 mm por año.
La subida del nivel del mar tiene efectos perjudiciales en cascada sobre los ecosistemas e infraestructuras costeras, con impactos adicionales de las inundaciones y la contaminación salina de las aguas subterráneas.
Balance de masa de los glaciares
El período 2022-2024 representa el balance de masa de los glaciares trienal más negativo registrado. Siete de los diez años de balance de masa más negativos desde 1950 se han producido desde 2016.
Se experimentaron balances de masa excepcionalmente negativos en Noruega, Suecia, Svalbard y los Andes tropicales. El retroceso de los glaciares aumenta los peligros a corto plazo, perjudica a las economías y los ecosistemas y a la seguridad hídrica a largo plazo.
Extensión del hielo marino
Las 18 extensiones mínimas de hielo marino del Ártico más bajas en el registro satelital se produjeron en los últimos 18 años. El mínimo y el máximo anuales de la extensión del hielo marino antártico fueron los segundos más bajos en el registro observado desde 1979.
La extensión diaria mínima de hielo marino en el Ártico en 2024 fue de 4,28 millones de km2, la séptima extensión más baja en los 46 años del registro satelital. En la Antártida, la extensión diaria mínima empató en el segundo mínimo más bajo en la era satelital y marcó el tercer año consecutivo en que la extensión mínima de hielo marino antártico cayó por debajo de los 2 millones de km2. Estos son los tres mínimos de hielo antártico más bajos en el registro satelital.
Eventos extremos e impactos
Los fenómenos meteorológicos extremos de 2024 provocaron el mayor número de nuevos desplazamientos anuales desde 2008 y destruyeron hogares, infraestructuras críticas, bosques, tierras de cultivo y biodiversidad. El efecto compuesto de diversas perturbaciones, como la intensificación de los conflictos, la sequía y los altos precios internos de los alimentos, provocó el empeoramiento de las crisis alimentarias en 18 países de todo el mundo a mediados de 2024.
Los ciclones tropicales fueron responsables de muchos de los eventos de mayor impacto de 2024. Entre ellos se encuentra el tifón Yagi en Vietnam, Filipinas y el sur de China. En Estados Unidos, los huracanes Helene y Milton tocaron tierra en octubre en la costa oeste de Florida como huracanes importantes, con pérdidas económicas de decenas de miles de millones de dólares. Más de 200 muertes se asociaron con las excepcionales lluvias e inundaciones de Helene, la mayor cantidad en un huracán en Estados Unidos continental desde Katrina en 2005.El ciclón tropical Chido causó víctimas y pérdidas económicas en la isla francesa de Mayotte, Mozambique y Malawi, en el océano Índico. Desplazó a unas 100.000 personas en Mozambique.
Cada grado aumenta los riesgos
Al ver los datos queda claro el alto impacto que cada una de estas realidades tiene sobre las economías de los países y también, claro, de sus sociedades, que se ven afectadas directamente, ya sea por las altas temperaturas o por eventos extremos como huracanes, sequías o inundaciones.
Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, apuntó que “si bien un solo año por encima de los 1,5 °C de calentamiento no indica que los objetivos de temperatura a largo plazo del Acuerdo de París estén fuera de alcance, es una llamada de atención que estamos aumentando los riesgos para nuestras vidas, economías y para el planeta”.
Un equipo internacional de expertos de la OMM está examinando más a fondo los datos revelados por este informe y trabaja en un seguimiento de los cambios de temperatura global a largo plazo. Esta tarea la realizan en conjunto con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Según el documento dado a conocer por la Organización Meteorológica Mundial, las temperaturas globales récord de 2023 y 2024 se debieron principalmente al aumento de las emisiones de efecto invernadero y a un cambio de un enfriamiento de La Niña a un calentamiento de El Niño. Según el informe, otros factores pueden haber contribuido a los saltos de temperatura inesperadamente inusuales, como los cambios en el ciclo solar, una erupción volcánica masiva y una disminución de los aerosoles de enfriamiento.
De todos modos, independientemente de la metodología usada para medirlos o la causa por la que hayan aumentado, “cada fracción de grado de calentamiento importa y aumenta los riesgos y los costes para la sociedad”, dice el texto.
"Los datos de 2024 muestran que nuestros océanos siguieron calentándose y el nivel del mar siguió subiendo. Las partes heladas de la superficie de la Tierra, conocidas como la criósfera, se están derritiendo a un ritmo alarmante: los glaciares siguen retrocediendo y el hielo marino antártico alcanzó su segunda extensión más baja jamás registrada. Mientras tanto, los fenómenos meteorológicos extremos siguen teniendo consecuencias devastadoras en todo el mundo", agregó Saulo.
Los ciclones tropicales, las inundaciones, las sequías y otros peligros en 2024 provocaron el mayor número de nuevos desplazamientos registrados en los últimos 16 años, contribuyeron al empeoramiento de las crisis alimentarias y causaron enormes pérdidas económicas.
El informe se basa en las contribuciones científicas de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales, los Centros Climáticos Regionales de la OMM, los socios de la ONU y docenas de expertos. Incluye recuadros sobre el seguimiento de la temperatura global para el Acuerdo de París y la comprensión de las anomalías de temperatura en 2023 y 2024. Incluye suplementos sobre los servicios climáticos y los fenómenos meteorológicos extremos.
"En respuesta, la OMM y la comunidad mundial están intensificando los esfuerzos para reforzar los sistemas de alerta temprana y los servicios climáticos con el fin de ayudar a los responsables de la toma de decisiones y a la sociedad en general a ser más resilientes ante los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Estamos avanzando, pero tenemos que ir más allá y más rápido. Solo la mitad de los países del mundo disponen de sistemas adecuados de alerta temprana. Esto debe cambiar", dijo Celeste Saulo.
La inversión en servicios meteorológicos, hídricos y climáticos es más importante que nunca para hacer frente a los retos y construir comunidades más seguras y resilientes, subrayó.
Aquí se puede ver el informe completo (en inglés)
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