En el mundo, Uruguay es sinónimo de fútbol, mate y asado, pero lo cierto es que no es lo único en lo que somos buenos. Lo confirmé hace unos días, en Berlín, cuando las personas más influyentes del mundo en el campo de las energías renovables escuchaban ‘Uruguay’ y decían cosas como: ‘líderes’, ‘referentes’ e incluso ‘valientes’. Mencionaban que estamos haciendo las cosas bien, que estamos viviendo el sueño y que es admirable cómo hemos logrado casi un 100% de matriz de generación eléctrica renovable.
“Los llamamos campeones; los señalamos como un ejemplo de cómo se puede llevar a cabo la transición energética y, lo que es más importante, los beneficios que ahora obtienen”, dijo a El País Bruce Douglas, director ejecutivo de la Alianza Global de Energías Renovables y director general del Consejo Mundial de Energía Eólica.
El experto formó parte del ‘Berlin Energy Transition Dialogue 2025’ (BETD o diálogo sobre la transición energética, en español) al igual que otros altos directivos como Francisco La Camera, director general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena), y Sonia Dunlop, directora ejecutiva del Consejo Solar Global. Participé del evento y hablé con ellos y más expertos acerca de cómo ven a Uruguay y cuáles son las claves de la transición energética en el mundo.

Transición energética: en qué está el mundo
El BETD es uno de los foros más importantes sobre la transición energética global. Se realiza anualmente en el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania e incluye un programa de conferencias que facilita el intercambio de ideas entre representantes gubernamentales, líderes empresariales, científicos y organizaciones de todo el mundo.
El pasado 18 y 19 de marzo se realizó la 11° edición del evento y uno de los mantras fue la importancia de triplicar la capacidad de las energías renovables para 2030, tal cual se acordó en la COP 28 —Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático— celebrada en Dubai en 2023. En particular, se hizo énfasis en la importancia de la cooperación internacional para lograr ese objetivo.
La crisis del gas natural en el viejo continente también ocupó un lugar protagónico en el discurso. El 1° de enero del 2025 Ucrania se negó a renovar un acuerdo que permitía a Rusia enviar este producto a Europa a través de un gasoducto (en el contexto de la invasión rusa a Ucrania). En este sentido, en el BETD muchos líderes —sobre todo europeos— subrayaron que esta es una gran oportunidad para acelerar el despliegue de las energías renovables en el mundo.
Uruguay está “viviendo el sueño” de las energías renovables
Para Bruce Douglas, director ejecutivo de la Alianza Global de Energías Renovables y director general del Consejo Mundial de Energía Eólica, en Uruguay estamos “viviendo el sueño”. “Ya han hecho la primera transición a un sistema energético predominantemente renovable. Cuentan con los recursos necesarios y los han aprovechado con gran eficacia”, expresó, en diálogo con El País. No obstante, subrayó la importancia de seguir avanzando en “electrificar toda la economía”. “El transporte, la calefacción y la industria pueden electrificarse para satisfacer una mayor demanda de energías renovables”, afirmó.

Respecto a América Latina en general, sostuvo que Brasil ocupa también una “posición de liderazgo” con casi el 90% de la matriz de generación eléctrica renovable y que otros países como Chile, México y Colombia tienen un “potencial enorme”, pero, al mismo tiempo, grandes obstáculos: el acceso a la red eléctrica y la tramitación de permisos. “Estamos trabajando con esos gobiernos para derribar las barreras”, sostuvo.
A su vez, se refirió a la situación geopolítica actual y la posición de Donald Trump respecto a los combustibles fósiles. “Veo la ausencia de liderazgo estadounidense en materia climática como una oportunidad”, señaló y agregó que otros países pueden “dar un paso al frente” y ocupar ese lugar. “Necesitamos, por supuesto, que el sector privado intervenga. Pero es una oportunidad única para la gran mayoría de los países que están en transición de los combustibles fósiles a las energías renovables”.
Finalmente, habló acerca del rol que juega el hidrógeno verde en la transición energética; sobre todo, teniendo en cuenta sus múltiples usos, como el almacenamiento de energías renovables o la generación de combustible para el transporte pesado. “No podemos electrificar todo, aunque quisiéramos. En definitiva, se necesita hidrógeno verde para ciertos procesos industriales”, concluyó.
Un país que “lo está haciendo bien”
Francesco La Camera, director general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena), está al tanto de los avances de Uruguay en el campo de la transición energética. “Están tratando de diversificar teniendo más energía solar y eólica, y creo que lo están haciendo bien”, dijo a El País. Además, señaló que la relación del país con Irena es “buena”.

El primer día del BETD el experto participó de una conferencia de prensa e hizo hincapié en el objetivo global de triplicar la capacidad de las energías renovables para 2030. Esto “es crucial para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C”, subrayó y añadió: “El mercado va en esa dirección, sin dudas. La mala noticia es que no va a la velocidad necesaria”.
Según él, para lograr esta meta se requiere “un impulso significativo de la inversión”. En 2023, la inversión anual en energías renovables alcanzó los 547.000 millones de dólares en los países del G20 —que representan el 80 % del consumo energético mundial— y los 550.000 millones en el G20+ —integrado por el G20 y otros 15 países de Asia y Centroamérica—, pero esto debe duplicarse para 2030, indicó.
Uruguay es un “líder significativo” en la región
La directora ejecutiva del Consejo Solar Global, Sonia Dunlop, también conoce los esfuerzos que Uruguay ha hecho en materia de transición energética; de hecho, aseguró a El País que es un “líder significativo” en la región. Incluso dijo que Latinoamérica en general está en primera línea en lo que tiene que ver con hidroelectricidad y que cuenta con un gran potencial para la generación de energía solar.

Respecto a esa fuente de energía, destacó que la capacidad a nivel mundial está creciendo a pasos agigantados —tan solo el año pasado el Consejo Solar Global instaló 600 gigavatios en el mundo—, pero destacó que “la implementación no está adecuadamente distribuida”. “La mayor parte se concentra en Europa, China, Estados Unidos e India”, indicó.
La esperanza —remarcó— reside en que la energía solar tiene el potencial de instalarse “en todas partes”: “Siempre que solucionemos el problema de la financiación, es realmente universal, y no es descabellado soñar con que algún día todas las personas del mundo puedan tener acceso a la energía solar de una forma u otra, ya sea instalando paneles solares en el tejado de su casa o negocio, o comprando electricidad solar a una empresa que otorgue ese servicio”.
En Sudamérica hay “gran capacidad” y podrían surgir más oportunidades
Consultada acerca de Uruguay y la transición energética, la directora ejecutiva del Consejo LDES y presidenta de la Alianza Global de Renovables, Julia Souder, aludió a la gran capacidad de energía hidroeléctrica que actualmente existe en Sudamérica, pero resaltó que “podrían surgir muchas más oportunidades”. En este sentido, llamó a Uruguay a establecer una meta en cuanto al almacenamiento de energía de larga duración “para atraer mayores inversiones”.

La sigla LDES refiere al almacenamiento de energía de larga duración. Como su nombre lo indica, se trata de tecnologías que pueden almacenar energía durante horas hasta días, semanas, meses y años. “Es la solución que permite que las energías renovables funcionen 24/7 y es una de las claves para lograr la transición energética”, explicó la experta.
Uno de los minerales que posibilitan el almacenamiento de energía es el litio —que se ha popularizado por las baterías de los vehículos eléctricos—, pero no es el único. Souder también mencionó el zinc, el hierro, el vanadio y el sodio. Y agregó: “A medida que se incorporen más energías renovables a la red, necesitaremos diferentes tipos de tecnologías, ya que un país podría necesitar 8 horas de almacenamiento, otro 20 y otro 100. La flexibilidad, por lo tanto, es un punto de inflexión”.
Otro punto clave —destacó— es la prolificidad y/o reciclabilidad de los minerales. No obstante, cabe preguntarnos si, debido a su uso, en 50 o 100 años podríamos estar hablando de materiales críticos o escasos. Al respecto, la experta expresó: “No sé la respuesta. Pero es una gran pregunta. Creo que la reciclabilidad y la seguridad son dos aspectos muy importantes para evitarlo”.
Un país con la capacidad para completar la primera transición energética
En el marco de la transición energética, Ana Lía Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, asoció a Uruguay con hidroelectricidad y con energía eólica, y también con la “tremenda capacidad” que el país ha tenido para completar una primera transición hacia la transformación del sector eléctrico. Sin embargo, advirtió que es importante seguir avanzando hacia la descarbonización de la demanda. “En América Latina, la electricidad representa menos del 25% del consumo energético total”, subrayó, y añadió que para lograr la electrificación de la industria y el transporte es necesario garantizar un sistema energético económico y seguro.

Asimismo, hizo referencia al “apagón masivo” que atravesó Chile a principios de marzo. Para la experta, el aprendizaje reside en preguntarse qué hubiera pasado si hubieran tenido almacenamiento de energía de larga duración. “Debemos avanzar rápidamente hacia un mayor despliegue de baterías para poder no solo ahorrar energía, sino también recuperar un sistema que sufre un apagón”, finalizó.
“Un país pequeño, pero valiente”
La impresión que tiene la presidenta de la Federación Alemana de Energías Renovables (BEE), Simone Peter, respecto a Uruguay es que es un “referente” en el campo de las energías renovables. “Es muy positivo que esté a la vanguardia y espero que sea un ejemplo para la región”, aseguró. Su colega, Hinrichs-Rahlwes, vicepresidente de la Federación Europea de Energías Renovables (EREF), puntualizó que el país tiene casi un 100% de su matriz de generación eléctrica renovable: “Esto es alentador; un país pequeño pero valiente, obviamente. Creo que podría ser un ejemplo para el resto del continente”.

Peter también habló acerca del hidrógeno verde. Si bien uno de los puntos más cuestionados en el debate público en Uruguay ha sido el impacto del uso del agua, en Alemania no es un tema que genere grandes polémicas. “Aún no lo hemos debatido porque acabamos de empezar con la infraestructura. Y creo que la gente teme más a la descarbonización de la industria siderúrgica que al hidrógeno verde y la cuestión del agua”, comentó la experta y añadió que esto “debería ocupar un lugar más relevante en la discusión a nivel político”.
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