En la recta final de las negociaciones que se vienen llevando a cabo en Cali, en el marco de la COP16 de Biodiversidad, se aprobó este miércoles (con ovación incluida) un acuerdo global para identificar y conservar áreas marinas de alta importancia ecológica en aguas internacionales.
La dificultad para la gobernanza de las aguas internacionales y el enorme impacto de la pesca ilegal a nivel mundial hacían imprescindible que se alcanzara un consenso en este punto, que preocupaba a políticos, organismos y, especialmente, a la ciencia.
Esta decisión busca facilitar la conservación de la biodiversidad marina mientras se respetan los derechos y jurisdicciones de los Estados, según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, dice el comunicado oficial emitido tras la aprobación.
“El compromiso que hoy hemos asumido representa el espíritu de cooperación y responsabilidad que impulsa la COP16. Este acuerdo nos permitirá proteger áreas clave para el planeta, asegurando que los océanos, nuestros grandes reguladores climáticos y fuente de vida, tengan una defensa sólida y global”, dijo la presidenta de la COP16, Susana Muhamad, ministra colombiana de Ambiente.
Además, este jueves en rueda de prensa, la ministra destacó que cuando se fije un área marina de alta importancia ecológica se hará con criterio científico y técnico, no político.
El acuerdo establece un innovador proceso científico y técnico -afirma el comunicado oficial- para identificar Áreas Marinas de Importancia Ecológica y Biológica (EBSAS, por sus siglas en inglés). Con esto se intenta promover la protección de especies y ecosistemas esenciales en aguas internacionales, que están fuera de la jurisdicción de cualquier país.
Ahora se espera que un grupo asesor disponga una serie de directrices científicas de revisión voluntaria para garantizar la transparencia en la identificación de áreas de interés ecológico. Además, se informó que con el apoyo de Alemania, Bélgica, Canadá, Noruega y Suecia, se realizarán talleres científicos y técnicos que reunirá a científicos y representantes comunitarios para ajustar las descripciones de las EBSAs.