El impensado recurso con el que hacen cuero: piel de pescado, de contaminante a moda sostenible

El cuero está listo en ocho días, es suave, elástico, resistente e impermeable, y ya no huele a pescado; además, la iniciativa da trabajo a 15 familias.

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Piel de pescado
Trabajadoras de la cooperativa Piel Marina manipulan piel de pescado en la playa Costa de Pájaros en Puntarenas, Costa Rica.
Foto: Ezequiel Becerra/AFP.

AFP
En una playa de Costa Rica, dos mujeres limpian pieles de pescado para convertirlas en cueros que servirán para confeccionar prendas de vestir y otros artículos, como aretes y collares. Marta Sosa y Mauren Castro eran amas de casa hasta hace dos años, cuando se embarcaron en esta iniciativa para conseguir ingresos con las pieles desechadas por los pescadores de Costa de los Pájaros, un pueblo situado a 100 km al oeste de San José.

"Esta piel antes era arrojada al mar y ahora ya no va a contaminar", dice Castro a la AFP. Son quince las mujeres que integran la cooperativa Piel Marina, dedicada a esta tarea.

Sentadas en una mesa a la orilla del mar, mientras los últimos pescadores llegan a entregar las capturas del día, ambas mujeres raspan con una cuchara metálica las pieles de róbalos y corvinas para quitarles los restos de carne. Con sus manos también sacan las escamas.

Anteriormente, las pieles eran arrojadas al mar, pero ahora son curtidas y teñidas para hacer un cuero que sirve para elaborar "bisuterías, aretes, collares, pulseras", explica Sosa a la AFP. En el futuro, también esperan hacer bolsos, monederos y zapatos, agrega la mujer, de 70 años.

Piel de pescado.
Trabajadoras de la cooperativa Piel Marina manipulan piel de pescado en la playa Costa de Pájaros en Puntarenas, Costa Rica.
Foto: Ezequiel Becerra/AFP.

Superreciclaje y la ilusión de llegar a las pasarelas

Según la ONU, la industria de la moda es responsable de entre el 2% y el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo y del 9% de los microplásticos arrojados al mar. También infrautiliza materiales por valor de 1.000 millones de dólares al año.

Las propias mujeres de la cooperativa hacen los objetos de bisutería, pero los cueros los venden a fábricas textiles de la zona de Puntarenas, el principal puerto del Pacífico costarricense, situado 50 km al sur de Costa de Pájaros.

Utilizar desechos para hacer nuevos productos forma parte del concepto de "superreciclaje", indica a la AFP la diseñadora e investigadora de biomateriales Sofía Ureña.

Piel de pescado
Pieles de pescado que serán utilizadas para la elaboración de aretes y llaveros por parte de las trabajadoras de la cooperativa Piel Marina en la playa Costa de Pájaros en Puntarenas, Costa Rica.
Foto: Ezequiel Becerra/AFP.

La pesca artesanal es uno de los motores económicos de esta zona y los botes abarrotan la costa, pero el negocio está en decadencia y cada vez son menos los que salen a faenar.

Esta cooperativa supone un "empoderamiento femenino" en la zona de Puntarenas. "Engrandeció" a las mujeres que participan al sacarlas de los quehaceres domésticos, destaca Castro.

"Al principio no creíamos en este reto porque decíamos: ¿cómo una piel, que es algo que se pone hediondo, que es un contaminante, va a llegar a ser materia prima para mujeres para poder salir adelante?", señala Castro. Pero se convirtieron en curtidoras artesanales con la ayuda de la ONG MarViva, que las capacitó y dio financiación.

"Limpiar primero, después lo agarramos y lo lavamos con jabón, como si estuviéramos lavando la ropa. Lo teñimos con glicerina y alcohol y tinte (natural) y después lo ponemos en secado", explica Sosa mientras trabaja limpiando una piel.

El cuero está listo tras ocho días: cuatro para tratar las pieles y cuatro más para secarlas al sol. Es suave, elástico y resistente, además de impermeable. Y ya no huele a pescado.

Las mujeres que participan quieren ir más allá de la bisutería. Su "ilusión" es "salir al mercado extranjero" y que el cuero que elaboran se utilice en las creaciones de grandes diseñadores de moda sustentable. "La prenda más sostenible y más sustentable es aquella que ya existe y que no implica el gasto de recursos nuevos", indica Ureña.

"Me gustaría que se viera en Hollywood, en las grandes pasarelas de París, donde están los grandes (diseñadores)", dice Castro, ilusionada.

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