El domingo 18 de agosto será el Día del Niño y, como cada año, las ideas de regalos son siempre bienvenidas por padres, tíos, abuelos y demás. ¿Pero sería posible regalar juegos o juguetes que tengan un impacto positivo en el medioambiente? Justamente eso se propusieron tres emprendimientos uruguayos de juguetes sostenibles: Locuras y Matices, Pika y Amo Cartón.
Según Unicef, el juego ayuda al niño a conocerse a sí mismo, a sus pares y al entorno, desarrolla su inteligencia y mejora su atención, percepción, coordinación, creatividad y razonamiento.
Juguetes con materiales reciclados
Para María del Carmen García, de Locuras y Matices, crear juguetes a partir de materiales reciclados es una forma de mostrar a los niños que “hay juegos distintos” y que es posible “darle una segunda vida a las cosas”. Ella y su hermana Verónica producen puzzles, juegos de encastre y de mesa, bolos, alcancías y cartucheras, entre otros; siempre a partir de cartón y/o plástico que, de otro modo, iría al vertedero.
Esta línea de productos se llama Lomás Juguetes Sustentables. “Hacemos cartucheras con el cartón de los rollos de cocina, bolos con botellas, alcancías con bidones, Tatetí y Damas con tapitas de botellas”, contó García, y aclaró que se especializan en juguetes y otros objetos para niños de 3 a 6 años de edad.
Obtienen materiales de su propio consumo —cajas, bandejas, envases— y también reciben donaciones de organizaciones de reciclaje. Además, trabajan en alianza con escuelas donde los propios maestros y niños llevan cartón para reciclar: “Ellos aportan el material, nosotras hacemos el producto y solo cobramos por la mano de obra”, señaló la fundadora del emprendimiento.
Las hermanas García hacen todo el trabajo, cada corte, pliegue y costura. Si bien la estructura de los juguetes es de materiales reciclados, el forrado se hace con goma eva, que es “fácil de manejar, llamativo y agradable al tacto”. Esto es importante en tanto “con los reciclados a veces es difícil darle al producto una terminación que sea vendible y atractiva”. Y no generan desechos porque “los recortes de goma u otro material van dentro del armazón del juego para rellenarlo y hacerlo consistente”.
A veces, en época de zafra o cuando tienen un pedido muy grande, se apoyan en las organizaciones de reciclaje que contratan a personas en situación de vulnerabilidad o discapacidad. De esta manera, promueven “la parte de inclusión social de la sostenibilidad” y, al mismo tiempo, mejoran su productividad.
Finalmente, García sostuvo: “Hay que enfocarse en este tipo de juegos; es hacia donde va el mundo. En 2019 participamos de BioCultura, la feria de productos ecológicos y consumo responsable más grande de Valencia, y el concepto allí está muy avanzado. El consumo va hacia ahí”.
Valorar el planeta jugando
En el caso de Pika, el foco está en generar conciencia en los más pequeños acerca del cuidado del medioambiente a través del juego. “La idea es dar a conocer a los niños el entorno que nos rodea y lo maravilloso que es para que lo valoren y quieran cuidarlo”, expresó Magdalena Crisci, creadora de la marca junto a Lucila Castellanos y Candelaria French. Hacen cartas, juegos armables, láminas para colorear, puzzles y libros, abarcan edades de 4 a 12 años y abordan temas como fauna nativa y patrimonio nacional y regional.
Cada producto es revisado por técnicos idóneos en la temática y con frecuencia amplían la oferta tanto en contenidos como en dinámicas. “A futuro planeamos sumar juegos que traten problemáticas ambientales, como uno vinculado a la crisis del plástico, que saldrá entre setiembre y octubre”, contó Crisci.
Por su parte, French resaltó la importancia de “conocer lo nuestro, es decir, que los niños incorporen información de nuestro país, nuestro entorno, nuestros pájaros; que no jueguen con un león y un oso polar, sino con algo más cercano a ellos”.
Reciclar cartón y mucha imaginación
Ana Raab es artista plástica y su gran obra de arte es Amo Cartón, un emprendimiento que transforma cartones en desuso en cocinas, lavarropas, muebles y otros escenarios interactivos para que niños y niñas de hasta 13 años de edad jueguen y asuman nuevos roles. También hace juegos de caja y da talleres en escuelas para que los niños hagan sus propios juguetes con restos de cartón y papel.
Hay una instalación interactiva infantil de Amo Cartón en el Pabellón 1 de la Fundación Pablo Atchugarry (departamento de Maldonado) que funcionará hasta el 31 de julio de 13 a 17 horas. Además, Raab brindará allí talleres gratuitos para niños el 24 y 28 del mismo mes, a las 15 horas.
El cartón viene de tiendas y grandes superficies, así como de gente que la contacta luego de haber comprado algo grande o de una mudanza. “Se quedan súper contentos de que ese material, en vez de ir a la basura, se transforme en juguetes”, contó la artista.
Hay empresas que la contratan para poner sus escenarios de cartón en eventos para niños. Puede llevar y traer sus creaciones con facilidad porque todas son plegables.
Para ella, además del reciclaje, el mensaje de Amo Cartón está en la importancia de “volver a jugar con lo simple”. “Es impresionante cómo juegan los niños cuando hacemos los escenarios. Usan su imaginación, viajan, crean personajes”, destacó.
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