Financiamiento y distribución que no “penalice” a Uruguay: la expectativa final del ministro Bouvier en COP16

El titular de Ambiente anunció que se iniciará un programa informativo a nivel nacional para que la gente esté más comprometida con el medioambiente y la biodiversidad.

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Ministro de Ambiente, Robert Bouvier, en la COP16 de Biodiversidad
Ministro de Ambiente, Robert Bouvier, en la COP16 de Biodiversidad
Foto: Patricia Vicente

El ministro de Ambiente, Robert Bouvier, dijo que para Uruguay un buen resultado de la COP16 sobre Biodiversidad, que termina este viernes en la ciudad colombiana de Cali, sería “que se instrumente el financiamiento, que haya voluntad de hacerlo y de establecer los criterios de distribución”. El dinero que deben canalizar los países desarrollados y los organismos internacionales ha centrado la atención desde los días previos a esta cita mundial y lo sigue haciendo este viernes, en su último día.

Bouvier aseguró, en nota con El País, que para Uruguay es muy relevante concurrir a estas citas porque lo posiciona a nivel internacional y le permite estar en el escenario en el que se están discutiendo los grandes problemas del mundo. “Y esta cumbre, especialmente, la de biodiversidad, es muy importante para nosotros, porque hemos hecho mucho hincapié en el tema. Hemos hecho esfuerzos que tienen que ir acompañados de recursos que el país no puede disponer y que necesitamos obtener de organismos internacionales”, afirmó.

Pero lo que sucede con la regulación actual es que, de forma tácita, Uruguay “termina siendo penalizado”, afirmó el ministro. “Por tener un nivel medio de ingresos, el país no es considerado apto para recibir determinados fondos que sí van a otros países pobres. Esto hace que nosotros, que como país cumplimos medianamente las metas de biodiversidad, no tengamos los recursos para mantenerlas y profundizarlas”, explicó.

Las cifras

En su meta 19, el Pacto de Kunming Montreal establece: “Movilizar 200.000 millones de dólares (USD) anuales para la biodiversidad de todas las fuentes, incluidos 30.000 millones de financiación internacional”.

Este punto es el que viene tensando las conversaciones en los últimos días de cumbre, ya que aunque se anunciaron movilizaciones de fondos de diversos países, la cifra todavía no se alcanzó.

Pero además, a esta COP acudieron unos 3.000 empresarios, según informaron en el foro Negocios y Biodiversidad. Muchos de ellos, interesados en saber cómo reorientar sus negocios y otros, según afirman diversas ONG, para hacer "lobby" en pasillos y reuniones.

Hay grandes empresas que pueden verse afectadas además por lo que marca el marco en su artículo 18: "Reducir los incentivos perjudiciales en al menos 500.000 millones de dólares (USD) anuales y aumentar los incentivos positivos para la biodiversidad".

“A Uruguay se lo toma como un país que está bastante bien en cuanto a ingresos, entonces no accede a determinados fondos; en vez de incentivarnos a que sigamos haciendo las cosas bien, terminamos siendo penalizados”, reafirmó. “El ingreso per cápita es un indicador muy relevante, pero quizá no debería ser tanto en esta cuestión. Debería ir acompañado de quién cumplió y quién no, para que se pueda mantener lo que logró y aumentarlo”, agregó.

Este punto que menciona Bouvier viene siendo uno de los temas de discusión en varios foros de la COP16. Tanto representantes de algunas empresas como de organizaciones privadas señalan que sería útil una normativa que se enfocara más en el cumplimiento de metas y no exclusivamente en el ingreso para otorgar financiamiento.

Frente a esto, desde los países más pobres, resaltan la necesidad de que se cumpla lo acordado en el marco, sin dilación. En una conferencia de prensa, el ministro de Ambiente de Nigeria, Iziaq Kunle Salako, dijo que "el compromiso expresado en la meta 19 debe ser cumplido o vamos a fallar en los objetivos del marco (...). El Norte tiene que cumplir su parte y rendir cuentas respecto a los compromisos asumidos". Mientras, su par de Sierra Leona, Jiwoh Abdulai, acotó: "No estamos viendo claro el problema que representa no tener el financiamiento necesario. Los países que tienen la biodiversidad no son los que generan el problema. Si queremos tener objetivos de transformación reales, tenemos que tener financiamiento".

¿Voluntad política o financiamiento?

En una conferencia de prensa que brindó este miércoles, antes de irse de Cali, Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, llamó a acelerar las negociaciones para alcanzar un acuerdo que contemple todas las necesidades planteadas y el mejor cuidado de la biodiversidad, y remarcó: "El financiamiento es importante, pero la voluntad política es clave".

Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, en conferencia de prensa en la COP16
Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, en conferencia de prensa en la COP16
Foto: Patricia Vicente

Consultado sobre esto, Bouvier dijo que le parecía interesante el planteo, pero que él sumaría a esa ecuación “la concientización”. “Porque sin eso, por más voluntad política que tengas, no te queda otra que ir por la vía punitiva, que en temas ambientales no es lo mejor”, afirmó.

El ministro sostuvo que está convencido de que “el Estado o el gobierno, por sí solo, no puede hacer nada en estos temas”. “El sector privado es clave y ese sector, a su vez, va tomando consciencia de que su forma de producción, de industrialización, va a tener que ir hacia la sostenibilidad, porque eso le agrega valor y será la única forma de subsistir en los tiempos que vienen”, indicó.

Metas nacionales y nueva estrategia

De hecho, el ministro marcó un punto que es clave: si el sector privado de un país no está involucrado en la protección y preservación de la biodiversidad, es imposible cumplir con las metas que marcan los acuerdos internacionales firmados en diversas reuniones, como las COP.

En este caso, el que rige es el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica, que se firmó en la COP anterior, en 2022 y determinó que cada país debía presentar en esta ocasión sus 23 metas ambientales. Uruguay así lo hizo, y además viene trabajando en una nueva Estrategia Nacional de Biodiversidad, en la que comparte esfuerzos con el Ministerio de Economía, el de Industria y el de Ganadería, Agricultura y Pesca.

El sector agroexportador uruguayo tiene una labor importante en este sentido, ya que las principales economías del mundo están empezando a requerir certificaciones de sostenibilidad en los productos. La desforestación, por ejemplo, es un indicador clave en las tomas de decisiones de compra. La Unión Europea aplazó un año la entrada en vigencia de una normativa más restrictiva y esto dio tiempo a que los ajustes se continúen realizando.

Consultado respecto a la actitud de los empresarios uruguayos en ese sentido, Bouvier dijo que “esto genera tensiones, pero es lo normal, porque cualquier implementación ambiental requiere de una inversión y pueden surgir resistencias”. “De todos modos, los empresarios son conscientes de que el mundo va por ahí y entienden que no es un gasto, sino una inversión. Es algo que les da visibilidad a nivel mundial, abre mercados, crea valor”, apuntó.

Guterres en su conferencia también marcó este punto: “Energías renovables, cadenas de suministro sostenibles y políticas de cero desperdicio no son opcionales, deben ser la opción por defecto tanto para los gobiernos, como para las industrias y comercios”.

¿Y cómo generar conciencia en la gente?

“A la gente hay que llegarle con información. En pocos días firmaremos un convenio con Rotary y Club de Leones, a solicitud nuestra, para que por medio de todos sus clubes lleguemos a todo el país (en más de 300 puestos) con tareas de concientización, transmitiendo información desde lo más básico”, anunció Bouvier.

El ministro explicó que esta campaña informativa va unida a la política de cierre de vertederos a cielo abierto. “Si tenemos solucionada la disposición final de los residuos, podemos decirle a la gente: lo que vos estás haciendo vale la pena. Ahora, si no hay una disposición final ordenada, la persona no sabe a dónde va esa bolsa de residuos orgánicos e inorgánicos que se tomó el trabajo de clasificar”, acotó Bouvier.

La idea es que se pueda motivar a los uruguayos a clasificar sus residuos domésticos y que, en base a ello, se genere valor. “Poder decirle a la gente: si vos hacés esto, vas a generar valor, se van a generar puestos de trabajo, porque a la gente que está ahí será formalizada y a su vez vas a hacer un beneficio ambiental, porque vamos a enterrar un 20% de (residuos) de lo que enterramos ahora”, dijo.

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