¿Hay tiempo para salvar los océanos? La COP29 aúna esfuerzos para proteger los ecosistemas marinos

Mandatarios y ecologistas urgen que los planes a debatir sobre mitigación y adaptación climática incluyan estas aguas, que cubren tres cuartas partes de la superficie terrestre.

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Plásticos
Plásticos en el agua.
Foto: Freepik.

EFE
Plásticos, acidificación, sobrepesca, merma de biodiversidad(...) las amenazas a los océanos agrandan el reto que supone mantener aguas sanas y resilientes. ¿Hay tiempo para salvar estos ecosistemas marinos? Los líderes de la COP29 aúnan esfuerzos en gobernanza y economía para rescatar estas aguas indispensables en la regulación del clima.

En Bakú, que hoy dedica su día temático a los "Océanos y Biodiversidad", el cuidado de estas aguas es uno de los ejes centrales de las negociaciones, donde mandatarios y ecologistas urgen que los planes a debatir sobre mitigación y adaptación climática incluyan estas aguas, que cubren tres cuartas partes de la superficie terrestre.

En este camino, la ciencia es inequívoca: para salvar los océanos es necesario limitar el calentamiento planetario a 1,5 grados, lo cual incide en una reducción del 45 % de las emisiones globales para 2030, según la Institución Oceanográfica Woods Hole.

En la misma línea, desde Naciones Unidas, alertan de que la protección de estos ecosistemas debe ser "global" porque este "planeta azul", con más de 700.000 especies, es el más afectado por el calentamiento global provocado por el hombre.

Ballenas
Ballenas en el océano.
Foto: Freepik.

Las agua oceánicas absorben alrededor del 90 % del calor generado por las emisiones de gases de efecto invernadero y el 25 % de las emisiones de carbono generados por el hombre, lo que aumenta los riesgos para la vida oceánica, la pesca, la seguridad alimentaria y la subsistencia de las comunidades costeras.

Además, las aguas oceánicas aportan riqueza: el Banco Mundial cuantifica los beneficios oceánicos en 1,5 billones anuales de dólares a la economía mundial, cantidad que podría duplicarse para 2030 si se incide en la descarbonización del transporte marítimo, debido a que el 90 % de productos de ámbito internacional se transportan vía marítima, contaminando sus aguas.

Otra de las amenaza más visibles y dañina que sufren son la contaminación por plásticos, que diseminados por todos los mares y océanos del planeta, desde el Ártico hasta la Antártida, podrían contener más plásticos que peces en 2050, según datos de la Fundación Ellen Macarthur.

En la misma línea, el último informe del Parlamento Europeo(PE) destaca que los plásticos no sólo contaminan las costas, sino que también afecta a toda la fauna marina con animales que se enredan en ellos o que confunden los más fragmentos más pequeños con comida, poniendo en riesgo su vida.

Restos de basura recogidos en la playa de Camposoto (España). La combinación de satélites de observación de la Tierra, superordenadores y avanzados algoritmos ha permitido a un equipo internacional de científicos trazar el mapa de contaminación por basura marina en el Mediterráneo más completo hasta la fecha. EFE
La basura plástica genera un fuerte impacto en los océanos
Foto: Andrés Cózar/Marine Litter Lab/Universidad de Cádiz/Marine Litter Lab/Universidad de Cádiz/EFE

Para hacer frente a su degradación, los Gobiernos deben centrar esfuerzos en incrementar las reservas pesqueras, abordar la contaminación marina, gestionar los recursos costeros y limitar los impactos que generan en su salud sectores clave como el turismo, el transporte marítimo y la energía renovable de alta mar.

Razones para salvaguardar los océanos como mejor aliado en la lucha climática:

  • Son el gran reservorio de agua; En ellos se concentra el 97% del agua y más de un tercio de la que se precipita tierra adentro tiene su origen en el exceso de evaporación oceánica.
  • Posee ecosistemas oceánicos como los manglares y corales, un recurso valioso en la lucha climática al atrapar y almacenar el carbono que hay en la atmósfera.
  • La áreas marinas protegidas, áreas diferenciadas cuyo objetivo es la conservación a largo plazo de las aguas, suponen una de las mejores opciones para conservar la salud oceánica.
  • Son fuente de renovables derivadas del viento, el agua y las mareas y no producen dióxido de carbono ni otros gases de efecto invernadero que contribuyan al calentamiento global.
  • El transporte marítimo ecológico, fundamental para reducir a cero las emisiones de CO2 de los buques, sustituiría los combustibles fósiles tradicionales por energías nuevas con cero emisiones, como el hidrógeno, amoniaco, el metanol o el viento.
  • Una acción por el clima basada en los océanos debe reducir los impactos y generar resiliencia en los ecosistemas y comunidades costeras que soportan el peso del cambio climático.

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