Impulsa Verde, la apuesta de Cámara de Industrias a la ecoinnovación para Mipymes

Esta iniciativa acerca capacidades técnicas a las empresas y apoya en el financiamiento para que puedan incorporar mejoras en desarrollo de producto, en procesos productivos, entre otros puntos.

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Marcos de lentes hechos de carozo de los olivos y resina ecológica. Cierre de la primera edición de Células de Ecoinnovación (2023)
Marcos de lentes hechos de carozo de los olivos y resina ecológica. Cierre de la primera edición de Células de Ecoinnovación (2023)
Foto: Impulsa Verde

Redacción El País
Cuero con bacterias, armazones para anteojos con carozos de aceitunas, hidroponía, bebidas energéticas a base de lactosuero... ¿Qué tienen en común estos proyectos uruguayos sostenibles? Que cuentan con el apoyo de Impulsa Verde, una iniciativa de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) que acerca capacidades técnicas a las empresas y apoya en el financiamiento para que puedan incorporar mejoras en desarrollo de producto, en procesos productivos, entre otros puntos.

Carola Saavedra, directora de Impulsa Verde, y Martina Bialostosky, responsable técnica, contaron a El País cómo surgió este proyecto pensado desde la sostenibilidad y la ecoinnovación para acompañar a las mipymes industriales en un proceso de “crecimiento verde”. Allí les ofrecen a las industrias la realización de un diagnóstico para detectar oportunidades de mejora, les brindan asistencia técnica, capacitaciones, mentorías, rondas de negocios y los conectan con la academia para ampliar y profesionalizar la búsqueda de soluciones.

“En 2022 postulamos a un concurso de All Invest Verde, de la Unión Europea, y fuimos los únicos seleccionados de Uruguay. Conseguimos financiamiento y empezamos a armar Impulsa Verde, que trata de generar capacidades en las empresas para que puedan ser más sostenibles ambientalmente y para que trabajen con un enfoque de innovación. Identificar e incorporar prácticas sostenibles requiere de mejorar procesos productivos, mejorar la eficiencia de tiempos, adquirir nuevas tecnologías, capacitar al personal, es un proceso”, dijo Saavedra.

Saavedra dijo que estas capacidades las agrupan en tres grandes bloques de servicios:

  1. Despegar circular: donde a las Mipymes -a las que muchas veces les cuesta identificar qué oportunidades tienen para ser más sostenibles- se les brinda servicios de diagnóstico, de armado de planes de acción, de hojas de ruta de trabajo para que puedan justamente innovar y generar cambios.
  2. Transformación circular: la fase del proyecto en la que se implementan los cambios
  3. Coaching sostenible: la parte de acciones asociativas. Por ejemplo, tenemos mentorías verdes, donde empresas, directoras y gerentes de empresas, asesoran y mentorean en estos temas.

Para participar de Impulsa Verde hay dos modalidades. Una, que es de ventanilla abierta, por la cual las micro, pequeñas y medianas industrias, sean socias o no de la Cámara de Industrias, se pueden acercar y plantear sus iniciativas o problemas, para obtener asesoramiento y comenzar con el camino de Impulsa Verde. Por otro lado, hay llamados específicos, como el que está activo ahora, por ejemplo, que es para formar células de eco-innovación. “Allí las empresas presentan retos de innovación y los problemas son solucionados por estudiantes de UTU y UTEC”, explicó Saavedra.

Armazones para anteojos con carozo de aceitunas

Una empresa que trabajó con Impulsa Verde es Olivos de las Ánimas, que formó parte del proceso de células de ecoinnovación y también de Conecta Industria. La empresa presentó un reto que tenía con un subproducto, que eran los carozos de las aceitunas, y en conjunto con estudiantes de UTU y UTEC desarrollaron un prototipo de armazones de anteojos en base a ese producto.

Además de los armazones, le presentaron otros posibles productos y ahora está en fase de resolver qué producto será el que lleva adelante.

En la foto principal de la nota se muestra al evento de cierre de la primera edición de Células de Ecoinnovación (2023), en donde los estudiantes de la Célula ganadora, Olea Uruguaya, presentaron el producto elaborado a partir del reto postulado por la empresa, que se titulaba: Revalorización de un subproducto en la Industria Olivícola.

En total, el abanico que brinda Impulsa Verde es de 12 servicios e incluye lo que otorga el equipo del proyecto, sumado a la cooperación con instituciones académicas, científicas y asesores que trabajan en cada proyecto en particular.

¿Y las Mipymes uruguayas están interesadas en ingresar e invertir en el mundo de la ecoinnovación? Saavedra afirmó que sí, que los emprendedores y pequeños empresarios tienen claro que “en realidad lo verde es ahorro para la empresa y les permite ser más competitivos; ahorrar recursos, tener procesos productivos más eficientes, mejorar la vida útil del producto y aumentar su competitividad para acceder a otros mercados”.

“Nuestros servicios están pensados para la realidad industrial uruguaya, entonces al estar hechos a medida motivan a empresas a participar. Son cambios graduales, con mejoras que pueden ir generando”, dijo Saavedra, y Bialostocky agregó que “todos los servicios de Despegar Circular son 100% subsidiados, la empresa no paga y tiene apoyo técnico y profesional de un consultor para identificar oportunidades de mejora; es solo beneficio”.

Conecta Industrias
Conecta Industrias
Imagen: Impulsa Verde

“Las empresas están re interesadas, se anotan, sobre todo, a las capacitaciones que hacemos y muestran ganas de aprender y de poder mejorar sus productos y sus procesos en cuanto a lo ambiental. Además, tratamos de identificar las capacitaciones que puedan serles útiles y medimos que puedan implementar lo que aprenden, que sea algo práctico, muy específico”, aseguró Bialostocky.

La directora técnica dijo que “Impulsa verde está basado en el concepto de Economía Circular, en un modelo de negocio que en realidad no solo busca mejorar en la parte ambiental, sino también que tiene en cuenta la reducción de costos, la mejora la competitividad". "No solo tenemos la mirada sostenible hacia el medio ambiente, sino que intentamos impulsar la digitalización, la productividad y nos basamos en las 9 R de la economía circular”.

Estas 9 R son:

  1. restaurar
  2. re manufacturar
  3. reponer
  4. reciclar
  5. recuperar
  6. repensar
  7. reducir
  8. reusar
  9. reparar

“Estas son las bases que acercamos a las empresas para que sepan qué pueden ir a buscar en su empresa para mejorar”, apuntó.

Simbiosis industrial

Entre los servicios de Impulsa Verde está la llamada “simbiosis industrial”. “Son espacios de colaboración entre empresas para ahorrar recursos y se usan mucho en parques industriales, donde se comparte la generación de energía o la gestión de los residuos”, explicó la directora.

“Nosotros tenemos un servicio que se llama Conecta Industrias, que justamente trabaja identificando espacios de colaboración o sinergia entre empresas y actualizamos la llamada Plataforma Industrial, que es un mercado virtual donde las empresas pueden publicar residuos o infraestructura que ya no tengan en uso para que otras la puedan adquirir”, agregó.

Plataforma industrial
Plataforma industrial
Imagen: Web de Plataforma Industrial

En este caso, parte del trabajo es hacer que las empresas se den cuenta de qué materiales, residuos o maquinaria que antes era residuo ahora se puede ofrecer para que otro actor del sector lo utilice y produzca en base a él.

Medición de la huella del agua

Otro de los servicios que brinda Impulsa Verde a las industrias que se acercan es el de medición de uso de agua en productos y procesos industriales y la identificación de acciones para la gestión eficiente del recurso.

“Es un sistema novedoso en el país y lo estamos gestionando, trajimos experiencia y formadores de Perú para generar la capacidad local en este”, dijo Saavedra.

Vínculo con la academia

Impulsa Verde genera, además, para empresas que muchas veces son familiares o muy pequeñas, la oportunidad de vincularse con científicos a los que, de otra manera, no podrían acceder. De esa forma se genera conocimiento, se conectan con un ingeniero, un investigador, un químico, por ejemplo, o tienen acceso a un laboratorio donde probar sus productos, mejorarlos, testearlos, señaló Saavedra.

Además, destacó que las empresas más chicas son las más aisladas, generalmente, y a veces no saben en qué puerta pueden golpear para pedir asistencia.

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