Uruguay ha sufrido en los últimos años una serie de incendios forestales que tuvieron efectos devastadores tanto para la biodiversidad, como para economías locales y empresas, además de zonas turísticas que se vieron afectadas. El costo de recuperación y el de combate es elevado y representa un gasto grande para el país. Por ejemplo: se estima que emplear un helicóptero para descargar agua sobre zonas incendiadas cuesta no menos de US$ 2.400 por jornada de vuelo, según datos aportados por la Universidad Tecnológica (UTEC).
En busca de soluciones y apuntando a optimizar la gestión local de incendios forestales, además de posicionar a Uruguay como referente global en tecnologías aplicadas a la prevención de emergencias ambientales, el ingeniero José Sasías, docente de la UTEC, encabeza el desarrollo de un sistema especializado. Este reúne sensores de bajo costo con autonomía energética extensa que monitorean variables como temperatura, humedad y presencia de humo; drones; cámaras; servidores en la nube; sistemas de Inteligencia Artificial y colaboración internacional.
Sasías es especialista en sistemas inteligentes y ciberfísicos y en este proyecto, la universidad trabaja con apoyo y en apoyo a la Dirección Nacional de Bomberos, así como en la búsqueda de una coordinación para el acceso de datos clave del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) y el Sistema Nacional de Emergencia (Sinae). La iniciativa se lleva adelante mediante la Unidad de Industrialización y Mantenimiento con Tecnologías Emergentes (IMTE) de Ingeniería en Mecatrónica de la UTEC, que tiene sede en Fray Bentos.
En entrevista con El País, Sasías explicó los detalles de la iniciativa: “Este proyecto surgió hace unos años, por interés de la gente de Mecatrónica de la UTEC, donde tenemos estudiantes y docentes que están muy vinculados con los sectores agropecuarios, agroforestales, y donde el tema de los incendios es una preocupación y es causa de pérdida de recursos en varios sentidos”.

“Nuestro sistema funciona con base en una red de sensores que están ubicados en bosques, por ejemplo. Son dispositivos de bajo consumo energético, de mantenimiento mínimo y están transmitiendo información a la nube respecto a las condiciones en el lugar: temperatura, ambiente, humedad, viento, etcétera. Por un lado, alimenta un servidor que está en la nube, que es un sistema de inteligencia artificial, y utiliza toda esa información para valorar si existen circunstancias o condiciones que puedan dar origen a un incendio. Por ejemplo, si se percibe un aumento de temperatura notable, es un indicio claro de que podría haber un foco ígneo en el lugar”, explicó el docente.
Y no solo permite detectar si hay un foco ígneo, sino también la propagación posible de un incendio a partir de ese foco.

Colaboración con Bomberos, Inumet y Sinae
Apenas se pusieron a trabajar, entraron en contacto con la Dirección Nacional de Bomberos para intercambiar datos y colaboración mutua. “Nosotros contribuimos con ellos en aspectos tecnológicos. Por ejemplo, ya están utilizando alguna implementación de vigilancia de incendios, sobre todo en toda la costa. En particular, estamos en contacto con los equipos que están en el Cerro San Antonio en Piriápolis”, dijo Sasías.
Y en cuanto a la información del clima, por el momento están utilizando información de estaciones meteorológicas a las que tienen acceso y datos públicos. “Y esto nos abrió un camino interesante a todos, tanto a la Dirección de Bomberos, como a la UTEC y al Sistema Nacional de Emergencia (Sinae), porque nos dimos cuenta de que había una falta de estandarización y coordinación de datos entre distintas organizaciones estatales, que nos vendría muy bien que estuviesen debidamente coordinadas”, apuntó.
Por ejemplo, dijo el profesor, “sería muy útil tener información en tiempo real del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet)”. “Y hay cosas más específicas respecto a qué datos sirve tener. A modo de ejemplo, una de las métricas que se utiliza internacionalmente es cuánto cuesta extinguir una hectárea de incendio en promedio. Acá no tenemos muy claros esos datos, entonces, se va a reordenar el esquema de infraestructura de datos que se precisa y va a haber un trabajo interesante durante este año. Estas inquietudes ya fueron elevadas al Sistema Nacional de Emergencia”.
Cómo funciona el sistema
En ese sentido, el sistema lo que hace es tratar de predecir en corto y mediano plazo cómo va a ser la propagación del incendio. “Considera un montón de factores, que van desde el nivel de combustible que hay en la zona, el nivel de humedad del piso y usa modelos ajustados con inteligencia artificial. De esa forma, se reduce muchísimo el grado de error de la predicción y también ayuda a que, si en cierto sector sabemos que dadas las condiciones de viento, el incendio se va a propagar en una dirección, los Bomberos pueden verlo en tiempo real y tomar decisiones para la estrategia de combate”, agregó.
Actualmente, el trabajo de Bomberos requiere de inspecciones aéreas para evaluar la mejor forma de enfrentar las llamas, pero “con esta información, esa respuesta ya estaría dada en el propio sistema”. Así, podrían saber si el fuego llegará -y en cuánto tiempo- a regiones pobladas, a cruces de rutas, a líneas de alta tensión o a zonas densamente forestadas.
En referencia a los avances en cuanto a acceso de datos de Inumet, Sasías fue gráfico: “Sería un golazo tenerlos, porque si vemos una predicción certera de lluvia, las estrategias de ataque del incendio cambian totalmente”.
El equipo encabezado por el docente continúa por estos días en el trabajo de puesta a punto del sistema y en los próximos meses esperan empezar a dialogar con las nuevas autoridades para poder definir cómo se pondrá en marcha una vez que esté pronto para usar.
Por otra parte, el proyecto tiene el potencial de posicionar a Uruguay como referente regional en tecnologías de prevención de desastres naturales. "Lo que estamos llevando a cabo a nivel país ha generado una percepción positiva, especialmente en lugares como España, desde donde nos ven como un referente dentro del contexto latinoamericano. Nos destacan por el desarrollo tecnológico y los vínculos que hemos establecido. Además, la presencia de grandes actores tecnológicos que se están asentando en Uruguay también ha enviado señales positivas y nos brinda buenas referencias que podemos utilizar favorablemente para avanzar en los aportes que se pueden realizar en este campo”, opinó Sasías.
Esto, sumado a la colaboración internacional, abre puertas para que el país forme parte de iniciativas globales de alto impacto, como el desarrollo de un gemelo digital del planeta Tierra. Este ambicioso proyecto, impulsado por la Unión Europea, tiene como objetivo crear una réplica digital del planeta utilizando datos precisos para modelar el comportamiento ambiental y otros aspectos. Actualmente, Sasías mantiene vínculos personales con algunos de los actores involucrados.

Estas herramientas podrían, por ejemplo, mejorar la precisión de las predicciones meteorológicas, optimizar estrategias de manejo de emergencias —como incendios forestales— y contribuir a una respuesta más efectiva frente a los desastres. Entre los logros recientes, destaca el desarrollo conjunto de un sistema de telemetría y telecontrol, que ya ha sido probado con éxito. Desde Fray Bentos, se han telecontrolado sistemas ubicados en San Sebastián, España, a más de 10.000 km de distancia, demostrando la eficacia de la tecnología en tiempo real.