Los productos de limpieza —como detergentes, suavizantes y limpiadores de superficies— nos facilitan bastante la vida, pero, al mismo tiempo, generan una contaminación que no identificamos a simple vista y que, tarde o temprano, afecta nuestra salud y la del planeta. Los compuestos químicos utilizados en productos convencionales amenazan los ecosistemas marinos y reducen la calidad del aire, según datos de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés). Pero no podemos dejar de lavar la ropa, los pisos o la vajilla. Entonces, ¿qué alternativas hay?

Valeria de Angeli y Diego Lois son una pareja de ingenieros —ella química y él, industrial— que siempre soñaron con crear productos de origen nacional, de buena calidad y sostenibles. La oportunidad surgió en 2020, en medio de la pandemia por covid-19, cuando tuvieron más tiempo para bajar a tierra ese sueño. Hoy dirigen REBíO y diseñan productos de limpieza a base de plantas, biodegradables y cero desperdicio.

También está La Sostenible, fundada por la comunicadora Vanessa Rodríguez en 2019. Este proyecto refleja su esencia: defensora del consumo responsable y respetuosa con el medioambiente. Al igual que sus colegas, vende productos de limpieza biodegradables, veganos y cero desperdicio.

“Desde chica sentí mucha fascinación por los entornos naturales y la vida en todas sus formas. Y la química, de alguna forma, es la ciencia de la vida”, contó de Angeli a El País. Ella quería consumir productos de limpieza “de menor impacto ambiental”, pero no lo conseguía. “De repente había alguna alternativa, pero no lavaba o no desengrasaba bien. Y tampoco quería un producto que no anduviera”, relató. Entonces, decidió crear su propia solución.

El primer producto de REBíO fue el detergente para ropa. Gracias al apoyo y el acompañamiento de la Fundación Julio Ricaldoni de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República llegaron a la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y obtuvieron fondos no reembolsables para hacer los primeros testeos. Luego, hicieron la evaluación comparativa de desempeño de lavado en Consumertec, una empresa de investigación y desarrollo con sede en Ecuador. “Ahí validamos que habíamos creado una fórmula que lavaba como los mejores productos dentro del mercado tradicional”, resaltó de Angeli.

Actualmente, también cuentan con suavizante para ropa y detergente para lavado de platos manual. Al usar materias primas de origen vegetal, evitan otras derivadas, por ejemplo, de la industria del petróleo, “que si bien crece en la tierra, es un recurso no renovable”. Además, todos sus componentes son “rápidamente biodegradables”, lo que significa que en un lapso de diez días su degradación es mayor o igual al 60%, según criterios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. “Hay productos en el mercado que usan la palabra ‘biodegradable’, pero en realidad solo algunos de sus componentes lo son”, subrayó la ingeniera química.

Foto: REBíO.

Otro aspecto clave de su formulación es que solo utilizan sustancias que integran el catálogo Safer Choice, de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, un proyecto que ayuda a consumidores y compradores comerciales a seleccionar productos con ingredientes químicos más seguros.

En cuanto a los envases, están hechos con un 50% de plástico reciclado que viene de Brasil y se encuentran en proceso de contactar fabricantes locales para “cerrar el ciclo dentro del país”. Además, trabajan con una modalidad retornable. “Quisimos evitar la generación de residuos y por eso propusimos este sistema donde los clientes nos devuelven los envases y nosotros los lavamos en la planta y volvemos a usarlos”, explicó de Angeli. Recuperan casi un 80%. En caso de que estén abollados, rayados o deteriorados de alguna forma, el material se separa y se envía a empresas que reciben plástico para reciclar.

Rodríguez, de La Sostenible, trabaja junto al ingeniero químico Diego Lezama en el desarrollo de varios productos. Hay jabón y acondicionador para lavado de ropa; gel de limpieza de vajilla y frutas y verduras; desengrasante; desinfectante (sustituto del hipoclorito); limpiador y desinfectante perfumado; fungicida; bactericida y virucida; limpiador con cera y acondicionador de superficies.

Para elaborarlos no usan componentes de origen animal, todos son biodegradables y, además, utilizan envases retornables. A su vez, producen en el país, lo que fomenta el desarrollo local y reduce la huella de carbono. “Todo lo contrario a productos clásicos industriales que viajan desde otros países”, subrayó Rodríguez, y contó que ofrecen muestras sin costo para quien desee probar los productos.

Foto: La Sostenible.

Ahora bien, ¿estos productos son más caros que los convencionales? Sí y no. Sí, más caros que los de menor desempeño, pero no más que aquellos de clase A. No deben compararse por litro, porque, por ejemplo, un litro de producto para ropa de REBíO rinde 25 lavados, y un litro de otras marcas puede rendir 10 lavados. “El cliente no paga más por nuestro producto en comparación a los mejores del mercado —se calcula entre 22 y 23 pesos por lavado— y tiene un rendimiento igual o incluso mejor en algún tipo de manchas”, destacó de Angeli.

En cuanto al detergente para platos, aclaró que “es más difícil hablar de dosis porque depende de cómo lave cada uno, qué cantidad de vajilla tiene y qué tipo de comida come”. Entonces, se habla de ‘concentración de materia activa’. La ingeniera química resaltó que ellos están “por encima de lo mejor del mercado”, así que “debería dar para más cantidad de lavados”.

En la misma línea, Rodríguez, de La Sostenible, aseguró que sus productos “no son más caros, siempre que se utilicen con las medidas indicadas de dilución para evitar desperdicios”. Y añadió: “Un frasco de un litro de nuestro desengrasante equivale a 30 botellas de un litro de desengrasante de una marca muy conocida. Son 30 botellas plásticas que no están descartándose en el ambiente y que el cliente no está pagando de su bolsillo”.

De Angeli y Lois quieren ampliar su catálogo y sumar un limpiador de superficie y un detergente para lavado de vajilla a máquina; al menos uno de ellos para este año. La ingeniera mencionó: “Entendemos que no podemos sustituir todo lo que hay en el mercado porque hay un montón de consumidores que no pueden pagar al costo del mejor producto convencional. Pero damos una alternativa para el que actualmente compra un producto de excelente desempeño para que también elija sustentable”.