Ya son 124 los edificios uruguayos que cambiaron su forma de calefacción y las viejas calderas que funcionan a partir de combustibles fósiles tienden a desaparecer. La presidenta de UTE, Silvia Emaldi, indicó que hay unos 900 más que podrían realizar esta transición energética y beneficiarse no solo por el ahorro y el impacto ambiental, sino también por no tener que estar pendientes de la leña o el combustible para la caldera.
La jerarca recordó que este año, UTE y el Banco República firmaron un convenio para financiar la adquisición e instalación de bombas de calor en edificios residenciales y empresas. El banco brinda plazos de financiamiento con tasas bonificadas del 10% a 12% en pesos uruguayos y de 3,5 al 5,5% en unidades indexadas (UI).
Este beneficio busca promover los planes de UTE Confort Central y Confort Piscinas. El primero está dirigido a los edificios residenciales o de oficinas que instalen un sistema de bomba de calor asociado a un servicio con potencia contratada mayor a 40 kW destinado exclusivamente para calentamiento de agua y/o calefacción central. La bonificación consiste en un descuento en el cargo por Potencia Contratada de la Tarifa Mediano Consumidor durante 10 años, del 90% entre octubre y marzo y del 35% entre abril y setiembre.
La bomba de calor es al menos tres veces más eficiente que cualquier otro sistema de calefacción. “Por cada kilowatt/hora (kWh) que consume, se obtienen tres de energía térmica, aproximadamente”, explicó Ernesto Elenter, magíster en Ingeniería de la Energía y socio de SEG Ingeniería.
El beneficio es doble: por un lado, impulsa la descarbonización (el proceso de reducción de emisiones de carbono); por otro, implica un ahorro de entre el 60 y el 75% luego de recuperar la inversión, sostuvo Emaldi.
El primer paso para hacer el cambio es contactar proveedores y pedir cotizaciones. Si bien la inversión es alta, Elenter mencionó que, en general, se recupera en tres o cuatro años. Emaldi coincidió y agregó que estos equipos tienen una vida útil de 15 años, aproximadamente. En cuanto al costo, el magíster señaló que “para edificios típicos, de diez pisos y con dos o tres apartamentos por piso, puede estar entre los 30 y los 45 mil dólares”.
Sustituir calderas por bombas de calor
Según Elenter, alrededor de la mitad de los hogares uruguayos ya cuentan con una bomba de calor: el aire acondicionado. “El formato más extendido de este sistema es el tipo split, el común y corriente, que cuenta con una unidad interior y otra exterior”, señaló y agregó que el nombre ‘bomba de calor’ alude a que “bombea calor del exterior hacia el interior, aunque fuera haga mucho frío”.
Así, a diferencia de una resistencia eléctrica que calienta el aire o una estufa a cuarzo que irradia calor, este sistema usa un ciclo termodinámico similar al de la heladera. En este caso, en vez de refrigerar, lo que hace es tomar calor de afuera y llevarlo hacia adentro.
Una modalidad más reciente —y aún más eficiente— son las bombas de calor aire-agua, que extraen calor del exterior y calientan agua para, por ejemplo, hacerla circular a través de losa radiante o radiadores. La mayoría de los edificios en Uruguay calientan esa agua con calderas centrales que funcionan a fueloil, gasoil o gas natural, pero “hay una tendencia a sustituir ese sistema por bombas de calor”, expresó el magíster y dijo que “por cada kw/h que consume, entrega cuatro de energía térmica”.
Losa radiante, radiadores y otros casos
Para los edificios que cuentan con losa radiante, pasar de caldera a bomba de calor es “bastante sencillo”, afirmó Elenter. En el caso de los radiadores, también es viable, pero “hay que tener más cuidado” porque a veces es necesario ampliar el tamaño de los existentes o agregar nuevos para mantener el mismo confort.
Esto es así porque “los radiadores funcionan mejor a temperaturas de aproximadamente 65°C y las bombas de calor, para funcionar de forma eficiente, envían el agua a alrededor de 50°C”.
En cuanto a las residencias que no tienen losa radiante ni radiadores, el cambio puede hacerse, pero la obra “es muy grande”. “Hay que picar los pisos, instalar serpentines, volver a cubrirlos y poner el material final, sea baldosa u otro”, señaló el experto y añadió que “los costos de la reforma son muy altos y la inversión no tiene sentido desde un punto de vista puramente económico”.
Bombas de calor para piscinas y otros usos
Hay una modalidad de bomba de calor aún más eficiente: la que se aplica para calefaccionar piscinas. Por cada kw de energía eléctrica, entrega cinco de energía térmica de calor, indicó Elenter, y agregó que el sistema está muy difundido en Uruguay. El plan Confort Piscinas de UTE busca incentivar su instalación y está dirigido a clientes no domésticos, como clubes deportivos, plazas de deportes, hoteles y hogares de ancianos, entre otros.
Una tendencia que cobra fuerza en Europa, pero aún no en Uruguay, es la aplicación de bombas de calor para calentar agua de uso domiciliario y reemplazar, por ejemplo, el calefón eléctrico. De acuerdo a Elenter, en este caso la eficiencia baja porque hay que calentar el agua al menos a 60 grados —mucho más que en una piscina— y “por eso, la rentabilidad no es tan clara”.
Con respecto a los edificios nuevos, Emaldi destacó que UTE tiene un convenio con la Asociación de Promotores Privados de la Construcción del Uruguay (Appcu) para incentivar la construcción de edificios residenciales u oficinas donde se prevean y/o instalen tecnologías de interés de UTE; entre ellas, las bombas de calor.
“Es una de las tecnologías del futuro y así como el aire acondicionado generó un cambio en el mundo y en Uruguay, la bomba de calor también lo está haciendo”, finalizó la jerarca.
Losa radiante que enfría: ¿Será posible?
La bomba de calor no solo sirve para extraer calor del exterior y llevarlo al interior, sino que también puede usarse en verano, en sentido contrario. El ingeniero Martín Garmendia, de MCT ESCO, contó a El País que trabaja junto a UTE para presentar un proyecto piloto a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) que evaluará el funcionamiento de este sistema de enfriamiento en diez edificios de Montevideo.
La idea es probarlo este verano, aseguró, y explicó que están eligiendo en cuáles edificios porque “la bomba de calor debe poder usarse en modo frío y no todas las que han instalado tienen esa posibilidad”. Además, indicó que tienen que ser residencias que cuenten con losa radiante y no con radiadores.