Hace 80 años que el primer pañal desechable salió al mercado en EE.UU. y aún faltan 420 años para que termine de degradarse. «Todavía está por ahí, en algún lado, y no es un producto que se pueda reciclar porque tiene residuos biológicos, contamina muchísimo», aseguró Romina Solanes, fundadora de Mama Gaia, una empresa de productos de primera necesidad como pañales y toallitas femeninas con foco sostenible.
Solanes es uruguaya y asegura que toda su vida fue emprendedora, vivió un tiempo en el exterior y volvió a Uruguay en 2018, cuando fue mamá por primera vez. Ese año, haciendo las primeras compras para su bebé descubrió que en el mercado local no había pañales de tela que pudieran lavarse y reutilizarse, por lo que debió comprarlos en Chile. «No quería usar tanto plástico, y cuando entraba a las farmacias todo lo que me ofrecían era de plástico, no había alternativas», recordó y valoró que hoy el mercado está mucho más actualizado con una cantidad de opciones.
Oportunidad
Buscaba una alternativa de pañales sostenible, amigable con el medio ambiente pero que también le permitiera ponerle a su hijo un producto libre de químicos, procesos de blanqueamiento y perfumes, que son «disruptores hormonales» que pueden afectar la piel de los bebés, dijo. Ante esa necesidad insatisfecha por el mercado, en un «nicho desatendido», vio una oportunidad de negocio y con un primer capital proporcionado por su hermano, emprendió creando su marca.
Estudió cómo se hacían los pañales en otros mercados, qué materias primas se utilizaban y qué avances había en otros países.
«Los textiles son una tecnología y siempre está bueno usar y aprovechar las mejoras que surgen, para poder hacer el producto más práctico para los papás y más cómodo para los bebés», indicó la emprendedora.
Hizo pruebas con fábricas y productores locales pero encontró lo que quería con proveedores chinos. «Quería algo más industrial, que no tuviera margen de error, que tuviera las costuras perfectas», explicó. En el inicio probó con algunos modelos y diferentes materiales y con el tiempo fue incorporando nuevos elementos, como la tela dry-fit, bambú o cáñamo, que permiten una mayor absorción.
Tiempo después de dar los primeros pasos en el mercado obtuvo el apoyo del Capital Semilla de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) que le permitió impulsar su negocio con packaging y una propuesta de ventas. Creó su propio e-commerce, pero con el tiempo también logró introducir sus productos en tiendas. El catálogo se agrandó con otros productos como mochilas ergonómicas, también productos para lactancia y productos de «gestión menstrual», como protectores diarios o toallitas de tela.
Ventajas
La emprendedora asegura que uno de los valores agregados de los pañales de Mama Gaia es que al momento de producirlos «dieron en la tecla con el tipo de molde», porque las anatomías no son iguales en los distintos países, y a veces un pañal importado no es del talle que se cree cuando se compra en Uruguay, explicó Solanes.
Según contó, los pañales sustentables de Mama Gaia son para que usen bebés que pesan desde 4 hasta 18 kilos, y llevan consigo un ahorro significativo. Considerando los recursos que se utilizan para lavar los pañales reutilizables, como la electricidad, el agua y el jabón, en un tiempo promedio de tres años se pueden ahorrar $ 90.000 frente a lo que se gasta comprando pañales de las marcas industriales, aseguró. El cálculo no incluye el gasto en cremas que muchas veces se deben utilizar para atacar problemas como la dermatitis, asociados al uso de pañales con plástico.
«Pagás los pañales, recuperás la inversión que hiciste, pagás todos los costos implicados en el lavado, ahorrás $ 90.000 y a la vez esos pañales los puede usar un segundo bebé», remarcó.
Además del ahorro de dinero, utilizar pañales lavables permite disminuir la cantidad de residuos generados. Solanes destacó que en el tiempo que un bebé utiliza pañales —unos tres años—, produce más de una tonelada de residuos cuando usa los modelos convencionales. «Es una locura la cantidad de basura, y lo que me motivó a emprender y a poner mi granito de arena», comentó la emprendedora.
El negocio que nació hace seis años se expandió y ahora Solanes está en negociación con una «gran cadena de farmacias» para introducir los productos de Mama Gaia en un nuevo punto de venta. Pero además, recientemente abrió una empresa con el mismo nombre en EE.UU. para atacar ese mercado con sus productos sostenibles.
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