En Bakú, capital de Azerbaiyán, las negociaciones cobran un ritmo más acelerado esta semana. La COP29 de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático entra en su recta final y hay voces que afirman que todavía no hay nada encaminado en cuanto a los asuntos centrales, vinculados al financiamiento de la acción climática. El punto final se pondrá el viernes y la esperanza es que haya un documento que establezca que se alcanzó la nueva y ambiciosa meta, que sería de US$ 1.3 billones anuales aportados por los países desarrollados.
Pero, por ahora, esas naciones no terminan de soltar los fondos; los países en desarrollo piden más; el lobby empresarial está presente y, especialmente, el sector petrolero plasma su postura en defensa de los combustibles fósiles. Además, varios mandatarios están atentos a la cumbre del G20, que se realiza en Brasil, donde el tema ambiental también se puso en el centro.
En la COP, Uruguay negocia dentro del llamado Grupo Sur, que perdió por el camino a Argentina tras la decisión de Javier Milei de retirar a sus enviados. La delegación local está encabezada por Natalie Pareja, directora nacional de Cambio Climático, quien desde Bakú habló con El País sobre el avance y las expectativas uruguayas en esta cumbre mundial.
- ¿Cómo vienen las negociaciones hasta ahora?
-Las cosas vienen avanzando lento, pero avanzando. Acá lo importante es que no se tranquen, porque pueden quedar para después de que termine la COP o para los órganos subsidiarios y ahí se van las esperanzas. Hoy arrancamos la segunda parte de las negociaciones y ya tenemos reuniones hasta más tarde. Esto indica que hay interés tanto de la Secretaría, como de las partes en avanzar y poder llegar a un acuerdo o documento.
-¿La Cumbre del G20 distrae o no impacta en la COP29? Por ejemplo, el jefe de la delegación brasileña viajó a Río de Janeiro.
-No se siente acá, por lo menos no dentro del ámbito regional.
-El tema central para Uruguay -como para todas las partes- es el financiamiento, pero bajando eso a tierra: ¿Qué implicaría para Uruguay que se pudiera aprobar el nuevo objetivo global cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés)?
-Implicaría acceso a nuevos fondos y que esos fondos sean dirigidos de forma equilibrada tanto para mitigación, como para adaptación. Ese objetivo se tiene que concretar en esta COP, por eso es el tema central, y lo que se busca es sustituir la meta que se adoptó en el Acuerdo de París, que marca que la contribución de los países desarrollados a los países en desarrollo es de US$ 100.000 millones anuales. La meta nueva debe ser superior a esa a partir del 2025.
Pero también, además de aumentar en cantidad, es importante que sea más equilibrada en cuanto a mitigación y a adaptación. Porque lo que pasaba es que la mayoría de las acciones estaban dirigidas a la mitigación, pero en países como los nuestros, que somos los que estamos más afectados por la problemática y los efectos del cambio climático, los temas de adaptación son la prioridad.
Visto desde Uruguay, cuánto más financiamiento llegue al bolsón común en el que vuelcan los países desarrollados, más posibilidades de acceso habrá para aplicar y acceder a fondos.
- ¿Qué proyectos se pueden mencionar, a modo de ejemplo, que hayan provenido de estos fondos?
- En este momento, tenemos dos proyectos grandes que son financiados por este tipo de dineros. Son dos proyectos del Fondo de Adaptación: uno binacional, que es por US$ 7.000.000, fue aprobado en el año 2020 y es sobre adaptación al cambio climático en la zona costera del Río Uruguay.
Y el año pasado postulamos a otro, también del Fondo de Adaptación, por US$ 10.000.000. Este es para poder implementar entre Colonia y Rocha, algunas de las medidas que fueron identificadas en el Plan Nacional de Adaptación Costero que tenemos en el marco de la Contribución Determinada a Nivel Nacional. Fue presentado el año pasado en la COP28, en Dubai, y en mayo de este año fue aprobado por el Fondo de Adaptación. Estamos esperando si en diciembre podemos firmar los acuerdos junto con CAF que será la agencia que va a ejecutar esos fondos.
-¿Lo que falta en cuanto a la NCQG es saber quién pone el dinero o también falta acuerdo sobre el destino de esos fondos?
Falta todo. Es un documento que todavía está muy verde. Capaz que de acá al jueves ya hay un poco más de claridad.
Además, presentar propuestas de financiamiento a proyectos lleva mucho tiempo, no es algo que se hace de un año para otro. Por ejemplo, este proyecto costero nos llevó casi dos años para poder llegar a tener una propuesta completa. Es un trabajo muy, muy grande.
-El grupo de países africanos, en la COP de Biodiversidad, criticaba que se presentan a este tipo de fondos y terminan hundidos en burocracia, cuando justamente son los más necesitados. ¿Algo similar le pasa a Uruguay?
Nunca es suficiente, hay que entender que es un bolsón de dinero para todos los países en desarrollo, que sufren estos fenómenos y que necesitan financiar acciones para poder adaptarse a los efectos del cambio climático. Lo que plantean los países africanos también se plantea desde América Latina y el Caribe, porque también tenemos dificultades para acceder a los fondos. Y también porque cada uno tiene sus problemáticas de acuerdo a su región. En el Caribe se plantea el tema de los huracanes, por ejemplo; en el caso nuestro hablamos de la sequía, que también se sufrió en Argentina y Brasil, donde además estuvieron las inundaciones grandes que destruyeron las infraestructuras en Río Grande del Sur.
- ¿Uno de los planteos que se hacen en esta COP es que se agilicen los tiempos para acceder a esos dineros?
- Sí, eso es algo que siempre tratamos de poner sobre la mesa ante los organismos que financian. Que las instancias sean ágiles, que sean acordes a las necesidades de cada región.
En el caso de Uruguay, por ejemplo, la Dirección Nacional de Cambio Climático es la autoridad designada ante el Fondo Verde para el Clima, y por ahora no pudimos presentar proyectos porque no cumplimos con requisitos técnicos a nivel documental que se exigen. En ese sentido, una de las cosas que reclamamos es que haya una presencia regional del fondo, para que pueda ser una suerte de mediador ante las autoridades, que están en Corea. Es complejo hasta por temas de diferencia horaria o de idioma.
La burocracia existe y estas instancias de COP sirven para reunirse con estos organismos financiadores y mostrar las inquietudes y necesidades para poder avanzar.
-¿Cómo impactó la salida de Argentina de la COP29, sobre todo en el Grupo Sur (que también integran Uruguay, Brasil, Paraguay y Ecuador?
- Nosotros negociamos a nivel de grupos regionales, no por país. Argentina era la encargada de coordinar el grupo Sur este año y su salida genera alguna dificultad, hubo que reorganizarse y también implicó una recarga, pero las negociaciones siguen su curso según la agenda que se aprobó y el Grupo Sur sigue funcionando con este rearmado que hicimos.
Lo estamos co-coordinando, cada país asumió un rol y estamos respondiendo ante las solicitudes de la presidencia, que es lo importante. Además, el equipo de Uruguay está preparado y tiene mucha experiencia en este tipo de eventos.
La Tercera Contribución Determinada a Nivel Nacional (CDN) está en etapa de consulta pública, hasta el 28 de noviembre, y se presentará ante la Convención de Cambio Climático en febrero de 2025. Se puede visitar en la web de la Plataforma de Participación Ciudadana.
¿Para qué sirve la CDN?
Tiene como objetivo atender las disposiciones establecidas en el Acuerdo de París para que los países reduzcan sus emisiones, estabilizando las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, evitando así que la temperatura del planeta sobrepase los 2ºC respecto a la era pre-industrial.
En el proceso de actualización de la CDN interviene un grupo técnico de trabajo del Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático y variabilidad, que revisa los objetivos anteriores y las trayectorias posibles, analizando dónde se encuentra el país respecto a estos compromisos, para ver cómo seguir los próximos 5 años.
Pareja explicó a El País que esta CDN “va a tener un horizonte mirando al 2035” y que allí se incluirán medidas y compromisos que va a asumir el país, vinculados sobre todo a adaptación, mitigación y desarrollo de capacidades.
La jerarca invitó a que el público vea la CDN, opine y haga sus aportes al documento. “Brasil presentó su segunda CDN recientemente, y nosotros venimos por la tercera. Esto muestra el compromiso que tiene el país ante el tema del cambio climático y también con el Acuerdo de París”, dijo.
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