En un mundo donde millones de toneladas de alimentos se desperdician cada año, una de las soluciones más sencillas y eficaces para combatir este problema está en nuestras manos: aprovechar al máximo los ingredientes que tenemos en casa. Desde la compra consciente hasta la correcta conservación y la creatividad en la cocina, existen múltiples formas de reducir el desperdicio de alimentos.

En este artículo, exploraremos algunas recetas inteligentes y prácticas que no solo ayudan a minimizar el derroche, sino que también promueven una alimentación más sostenible y responsable.

La conservación y el congelamiento de las hierbas aromáticas en aceite de oliva evita que estas se quemen por el frío y permite que conserven intacto su sabor.

Cómo hacerlo:

1. Lavar, secar y deshojar las hierbas. Cortarlas finamente o dejarlas en hojas. Colocar las hierbas en las cubeteras. Llenar las cubeteras en 2/3 de su capacidad en cada espacio y rellenar hasta el borde con aceite de oliva. 
2. Llevar al freezeer y congelar. Luego retirar los cubos y conservalos en bolsas herméticas en el freezer. Otra posibilidad es guardarlos en un frasco de vidrio en la heladera por unos 15 días. 

Foto: Freepik.

Ingredientes: ¡Solo ½ kg de lentejas!

Preparación:

1. Enjuagar las lentejas tres veces en agua fría.
2. Colocarlas en un frasco, correctamente distribuidas, y tapar con una gasa. Enjuagar nuevamente al cabo de dos días. Volver a distribuir y tapar con la gasa todos los días durante una semana seguida. Importante: Guardar en un lugar húmedo y oscuro.
3. A medida que van apareciendo, cortar los brotes con una tijera. Se pueden conservar en heladera sobre un papel de cocina durante 48 horas y consumir frescos en ensaladas, sándwiches o incluso agregar a sopas o cremas.     

Ingredientes:

• Cáscara de 2 pepinos (la próxima vez que comas pepino, guardá la cáscara para este receta)
• 3 cdas de vinagre de manzana
• 2 dientes de ajo
• 4 cdas de aceite de oliva virgen extra
• 6 cubitos de hielo
• 2 tazas de pulpa de tomates frescos
• Pimienta y sal a gusto

Preparación:

Licuar la cáscara de los pepinos bien lavada junto con el vinagre de manzana, los dientes de ajo, el aceite de oliva virgen extra, los cubitos de hielo, y la pulpa de tomates frescos (pelarlos y quitarles las semillas antes de agregarlos a la mezcla). Añadir pimienta negra recién molida y sal a gusto. Volver a licuar y servir en vasos o potes individuales.

Se puede dejar en la heladera por unas horas, pero lo ideal es consumirlo recién hecho para disfrutar de los deliciosos aromas y sabores que resultan de esta preparación.

Foto: Freepik.

Ingredientes:

• 6 manzanas rojas grandes
• 1⁄4 de taza de agua
• 1⁄2 cda. de canela molida
• 3 cdas. de miel 

Preparación:

Lavar las manzanas. Sin pelar, cortarlas en rodajas finas y quitar el centro con las semillas. Colocar las rodajas de manzana en una sartén con el agua y cocinar unos minutos. Espolvorear con la canela y seguir cocinando hasta que estén doraditas y el líquido se haya reducido. Retirar, colocar las manzanas en cuatro potes individuales y rociar con la miel. Dejar enfriar. Se pueden acompañar con helado, queso blanco, ricotta o yogur griego.

Ingredientes:

• 1 kg. de cáscaras de frutas como peras, manzanas, duraznos y ciruelas. Se pueden incluir carozos de estas u otras frutas.
• Azúcar blanca o rubia

Preparación:

En una olla hervir por unos 15 minutos las cáscaras de las frutas bien lavadas en 2 litros de agua. La idea es que el agua quede bien concentrada y tome el sabor de todas las frutas. Colar y volver a colocar el agua resultante con la mitad del peso de azúcar blanca o rubia, en la misma olla. Cocinar por unos minutos hasta que se forme un almíbar a punto medio (ni muy líquido ni muy espeso).

Este almíbar se puede guardar en la heladera por 30 días y es ideal para base de cócteles, preparación de postres, dar un toque de sabor a ensaladas de frutas o embeber bizcochuelos.

Foto: Freepik.

• Cáscaras de cítricos: Las cáscaras de cítricos secadas a baja temperatura en el horno y luego procesadas sirven para saborizar los azúcares y aportan al mate, café o bebidas un sabor auténtico.
• Hebras y saquitos de té: Las hebras de té pueden utilizarse una segunda vez o incluso incorporarse en preparaciones de bizcochuelos o cookies para dar color, textura y sabor. Los saquitos de té, por su parte, solemos usarlos una única vez, pero se pueden aprovechar dos veces o incluso utilizar para saborizar nuestros almíbares y aguas. 
• Cáscaras de pepinos: Los pepinos se pueden comer en ensalada con o sin cáscara, pero lo cierto es que, en caso de pelarlos, no debemos desechar las cáscaras. Bien lavadas con agua fría se pueden utilizar como ingrediente en algún jugo detox o incluso cortarlas en brunoise (pequeños daditos de dos o tres milímetros) y preparar con ellas un pico de gallo, una salsa criolla o agregarlas a una ensalada en lugar de su pulpa.
• Toque de coco y pepino: Mezclar una taza de leche de coco con la cáscara de un pepino cortada en brunoise, sal y pimienta a gusto. Ideal para pincelar pescados o como dip.