Rendir tributo a Luis Suárez para un artista uruguayo enamorado del fútbol y su juego es lo máximo a lo que se puede aspirar, pero si encima se da la maravilla de que las obras se expongan en el mismo lugar donde la Celeste jugará una nueva Copa Américaes casi como tocar el cielo con las manos.
A Daniel Supervielle se le alinearon los planetas y este viernes 21 inaugura Los hinchas de Luis Suárez en el Salón de Artes de la Embajada de Uruguay en Washington DC, donde permanecerá exhibida los próximos dos meses. La muestra repasa la carrera del crack uruguayo a través de las nueve hinchadas que vibraron con su don para jugar (incluyendo sus dos etapas en Nacional) y la selección.
Ocho de las 10 obras ya fueron exhibidas a principio de año en la muestra titulada Los de afuera son de palo en el Museo Zorrilla de Montevideo, y se suman dos nuevas inspiradas en la afición celeste y la del Inter Miami.
La oportunidad de la muestra surge a partir de la invitación del embajador uruguayo en Estados Unidos, Dr. Andrés Durán, que consideró que era redondo mezclar el fútbol y el arte en el marco de la Copa América.
Durán recibió el catálogo de Los de afuera son de palo que le envió el Ministerio de Educación y Cultura y convocó a Supervielle para que replicara esas obras en Estados Unidos. "Estuvimos conversando y concluimos que no tenía sentido llevar toda la muestra, que lo mejor era hacer un homenaje a Luis Suárez a través de las hinchadas de los equipos donde jugó, esos que gritaron sus goles y se emocionaron con su forma de jugar al fútbol", contó Supervielle a El País un par de días antes de viajar a Estados Unidos a presentar la muestra y disfrutar de Uruguay - Bolivia el 27 el junio.
Y añadió: "Estoy muy feliz y agradecido al embajador, al MEC y a los que se les ocurrió la idea de invitarme porque estar exponiendo en el país donde se celebra la Copa América, que probablemente sea la última de Suárez, haciéndole un homenaje al mejor jugador uruguayo de los últimos tiempos hace que haber estado pintando multitudes en los últimos 10 años tenga sentido".
Tiene muchas ganas de que el ídolo celeste se acerque a ver este original tributo. Por lo que sabe, el embajador le cursó una invitación a él y su familia a participar de la muestra, pero estará jugando la Copa. "Si va a Washington probablemente la vaya a ver. Me gustaría que las conozca, que sepa que existen", comentó sobre las obras y aclaró que no le hizo llegar ninguna.
Supervielle, un artista con sello propio
Superviellees fanático del fútbol y ferviente estudioso de la historia del deporte favorito de los uruguayos. Su tesis de grado en la licenciatura de Comunicación se tituló "Literatura y fútbol en el Uruguay" y ha leído todo sobre las décadas gloriosas de la Celeste. Hace unos años volvió a conectar con el arte (de niño había tomado unas clases de pintura, pero iba obligado) y encontró en las hinchadas una forma de expresar y de decir, un estilo propio (con lo que cuesta) y pintar multitudes se volvió su insignia.
La búsqueda, aseguró, fue bastante inconsciente, se dio en el camino de encontrar una expresión artística: "Empecé pintando futbolistas de la década del 20, me interesaba el contraste de los blancos y los negros y empecé a destacar el rol de las tribunas. En un momento decidí dar vuelta el lente y en vez de mirar a los jugadores con las tribunas atrás, me puse a pensar qué piensan cuando entran a la cancha y ven todas esas tribunas llenas, y ahí encontré un tema para pintar".
Le vendió un cuadro de Alcides Ghiggia a un amigo que le vaticinó: "Esto es impresionante". No le erró: ese y otros tantos de la serie Multitudes se han vendido a Brasil, Estados Unidos y Argentina. Los interesados suelen ser coleccionistas de arte o hinchas; hasta ahora nunca tuvo de cliente a un futbolista.
Suárez, un sobresaliente
Suárez, opinó, es un continuador de una forma de vivir y jugar a la pelota muy conectada a las raíces del uruguayo en su matriz histórica y sociológica: "Siento que Suárez y la selección juegan mucho más que por el fútbol, juegan porque quieren sobresalir en el mundo. Y en un país de pocos habitantes son muy pocas las posibilidades de sobresalir, y estos jugadores excelentes sintetizan esa ambición bien uruguaya de ser el número uno del mundo dejando todo", reflexiona.
El de Suárez es un doble tributo. Por un lado a esos hinchas anónimos que llenan de canto, color, danza y pasión cada escenario deportivo, y también a este crack uruguayo que con su talento regaló tantas alegrías a los amantes de la pelota.
"En las horas de soledad de la pintura un día dije, ¿y si le encuentro una vuelta de tuerca a homenajear a Suárez así? Estudié fotos y videos de todas las hinchadas de esos equipos que jugó, me inspiré y salió esto. La primera que pinté fue de su primera etapa en Nacional, que se reitera antes de irse a Gremio, por eso de Nacional hay dos", cierra.