Obituario

Fernán Cisnero

Nelson Di Maggio, una de las grandes figuras de la crítica cultural uruguaya, falleció el jueves a los 92 años. En un comunicado oficial, la Dirección Nacional de Cultura y su Instituto Nacional de Artes Visuales lamentaron “profundamente” el fallecimiento de Di Maggio, “quien nos deja su legado a través de sus textos y colecciones de libros y arte contemporáneo”.

En 2016, la hoy vicepresidenta del Sodre, Adela Dubra, el artista Martín Sastre y el director del Museo Nacional de Artes Visuales, Enrique Aguerre, promovieron un reconocimiento a Di Maggio, en el que destacaron su papel en la cultura nacional. La invitación incluía una gran frase del propio homenajeado: “Para ser un gran crítico de arte tienes que ser capaz de ganarte un enemigo por semana y aún así nunca quedarte sin amigos”. Una preciosa genialidad.

Los primeros artículos de Di Maggio fueron publicados en 1953 en El Nacional, el diario dirigido por Carlos María Gutiérrez y en cuyo staff figuraba, entre otros ilustres, Ángel Rama. La parte más contemporánea de su carrera la realizó en La República donde comenzó a publicar en 1990. Entre fines de la década de 1970 y comienzos de la de 1980 escribió para El País.

Este año se publicaron —a través de la Fundación José Gurvich, Itaú, la universidad ORT y la embajada española— los dos tomos que recopilan, su obra completa: Siete décadas en la crítica de arte. Es un libro imprescindible para entender el arte en Uruguay de la década de 1950 hasta ahora.

Como él mismo lo hace notar en el prólogo de ese libro, Di Maggio pertenecía a una generación ilustre que fue testigo y juez de una etapa brillante de la cultura nacional. Desde esa perspectiva -culta, sincera, informada- sus artículos eran una lección de sensibilidad y elegancia. Dos atributos que ahora se van a extrañar más.